Ni un traguito más cantinero
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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El tractor llega desde bien temprano a la explanada con el termo. El chofer desengancha el remolcador y deja el recipiente hermético en lugar estratégico. El dependiente dispuesto sube hasta donde está el depósito con embudo y jarro de “medida” para empezar la jornada, mientras los asiduos clientes comienzan a llegar con las más increíbles vasijas y la venta de cerveza a granel rompe sin dilación.