En algún momento analizas si ¿eres una buena persona? ¿cómo actúas hacia los demás? ¿cómo te sientes contigo? ¿Haces análisis de autoconciencia antes de dormir?
De todas las consecuencias de la mala literatura, hay una que me produce especial rechazo: perder el tiempo. Es divertido imaginar a los malos autores como seres maquiavélicos que publican con el expreso fin de que desperdiciemos el día.
En la gestión de gobierno y la dirección empresarial, una máxima debiera ser inquebrantable: el valor de una gestión se mide por su impacto tangible en la vida de las personas, no por la intensidad del esfuerzo o la elocuencia del discurso.
Hay una tendencia al individualismo que, lamentablemente, crece en la sociedad e insta con prontitud, desde lo consciente, ver irradiar a la empatía, amor, ética, convivencia fraterna, decencia y cuna.
Hace ocho décadas, un joven de procedencia rural y carácter fuerte, llamado Fidel Castro Ruz, cruzaba por primera vez los portales de la Universidad de La Habana.