Aprendizaje para la reflexión

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autocontrol emocional

Los padres deben cuidar, desde los primeros momentos, que los hijos conozcan sus pensamientos, acciones y emociones, fundamental para ilustrarse en que no se puede actuar como primera opción, antes hay que reflexionar.

Así con el tiempo los pequeños fortalecen el autocontrol, una habilidad que se perfecciona y debe cultivarse en la escuela que, conjuntamente con la familia, es el binomio del decisivo primer cimiento en la educación.

Hay tres tipos de autocontrol: impulsos, emocional y movimiento. El primero es la capacidad de detenerse y pensar antes de proceder, o sea percatarse de las consecuencias de la acción al suponerse qué podría suceder.

En relación con el emocional no se muestra contrariado por sus sentimientos debido a regaños, decepciones, sino continúa adelante y, en la medida que crece, logra perfeccionar esas habilidades, lo contrario es cuando suele reaccionar de forma exagerada y su mal humor puede durar mucho.

Mientras el de movimiento es capaz de entender cuando requiere permanecer quieto o no en el momento necesario y contribuye a respetar el espacio de los demás. Si un niño sigue teniendo dificultad con esta observación, podría ser una señal de hiperactividad.

Hay infantes que poseen dificultades con uno o varios tipos de autocontrol, otros proceden impulsivamente o se emocionan demasiado en algún momento, cuando esto ocurre es importante que los padres y maestros intercambien de lo que sucede en la casa y en la escuela para, entre ambos, proceder a estudiar las acciones, según las circunstancias y reacciones más comunes, todo lo cual contribuirán a desarrollar el autocontrol.

Al lograrlo ayudaría a estar preparado para conducirse precavida e inteligentemente, saber escuchar a los demás, prestar atención y respeto a otras ideas, recomendaciones para tomar la decisión más acertada.

Con esas instrucciones desde las primeras edades, la persona estará mejor preparada para que, en el resto de su vida, saber reflexionar y encarar aquellos aspectos que pueden parecer confusos, clarificar contradicciones o conflictos internos que angustian y provocan ansiedad, al poder analizar las decisiones antes de actuar.

Porque es capaz de no elegir sin indagar sobre las ventajas o no, pensar en las consecuencias de los trances, si perjudican a otros individuos o grupos y ser responsable de las decisiones.

Quien gobierne, adecuadamente, su autocontrol y sabe interpretar, relacionarse efectivamente con los sentimientos de los demás, disfruta de una situación ventajosa en los complicados trances de la vida.

Para Giorgio Nardone, director de la Escuela de Postgrado de Psicoterapia breve estratégica, en Arezzo, Italia: “Tratar de controlar nuestras propias reacciones sin conseguirlo es el guion que conduce a la esclavitud del miedo.” Catón el Viejo, escritor y militar romano, asevera: “La primera virtud es frenar la lengua y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse” y Leonardo da Vinci, polímata florentino del Renacimiento italiano asegura: “No se puede poseer mayor gobierno, ni menor, que el de uno mismo.”

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 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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