El alto reto de la empresa holguinera Felipe Fuentes
- Por Maribel Flamand Sánchez
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El reto de producir alimentos para el pueblo en medio de la adversidad, que representa laborar con un porcentaje inferior de la materia prima necesaria es asumido por los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Felipe Fuentes, de la Empresa Cárnica de Holguín, a partir del uso óptimo de los recursos materiales y humanos, el apego a los parámetros de calidad requeridos y la producción incrementada de alimentos menos dependientes del cerdo, como componente básico.
Enrique Rodríguez, director técnico-productivo, detalló que el plan de producción experimentó un reajuste de 5 mil 300 toneladas de cerdo, de 13 mil que tenían inicialmente. “Es un déficit bastante grande por lo que tenemos el reto de que no falten los productos para la canasta familiar normada.
El aprovechamiento óptimo de la sangre de cerdo y vacuna es otra opción que permite por cada tonelada de ese líquido obtener tres de la morcilla.
“Las carnes en conservas, continuó el directivo, de la cual contábamos con un plan de 9 mil toneladas, se redujo a 7 mil,. Ante tal situación es esencial una mayor eficiencia y que a cada res y a cada cerdo se le saque el máximo en carne para producir más alimentos para el pueblo”.
Explicó Rosales que “para suplir el alto déficit de materia prima, a nivel de país se decidió fabricar el jamón de alto rendimiento, el cual lleva un componente mayor de condimentos y menos carne de cerdo.
A pesar del déficit de materia prima las cadenas de tiendas no se desprotegieron. Fotos: Alexis del Toro
El aprovechamiento óptimo de la sangre de cerdo y vacuna es otra opción, que permite por cada tonelada de ese líquido obtener tres de la morcilla que se entrega, fundamentalmente, para los ancianos en esta etapa de pandemia.
La ampliación de la producción de croquetas es otra variante, que permite disponer de mayor cantidad de surtidos.
Enrique Rodríguez, director técnico-productivo, detalló que el plan de producción experimentó un reajuste de 5 mil 300 toneladas de cerdo, de 13 mil que tenían inicialmente.
Como promedio diario, por ejemplo, deberían de sacrificar 250 cerdos y realmente se matan entre 100 y 150. En el caso de las reses el promedio de sacrificios también se redujo a entre 30 y 40 animales.
Rodríguez valoró positivamente el hecho de que a pesar del déficit de materia prima las cadenas de tiendas no se desprotegieron, pues durante los meses de pandemia se les ubicó hamburguesas, picadillo y embutidos.También se potencia un nivel de ahumados para la Gastronomía y el Comercio, como cabezas de cerdo, lacones y aguja, informó el director técnico.
Eudenis Rosales, director de la UEB Felipe Fuentes explicó que a partir de las afectaciones con la carne de cerdo, como elemento principal de parte importante de los productos que allí se elaboran, se les realizó un reajuste del plan que les ha permitido cumplir con el primer objeto social que es la canasta básica familiar, además de abastecer entidades como Salud, Educación y el Sistema de Atención a la Familia (SAF). Durante el actual periodo de la pandemia, igualmente, se atendieron los centros para aislamiento.
Enrique Rodríguez, director técnico-productivo, detalló que el plan de producción experimentó un reajuste de 5 mil 300 toneladas de cerdo, de 13 mil que tenían inicialmente. “Es un déficit bastante grande por lo que tenemos el reto de que no falten los productos para la canasta familiar normada.

De gran ayuda es la entrega, por parte del Ministerio de la Alimentación de la carne mecánicamente deshuesada, producto importado conocido como MDM o picadillo de pollo, que los ayuda a suplir otras materias primas.
“Las carnes en conservas, continuó el directivo, de la cual contábamos con un plan de 9 mil toneladas, se redujo a 7 mil,. Ante tal situación es esencial una mayor eficiencia y que a cada res y a cada cerdo se le saque el máximo en carne para producir más alimentos para el pueblo”.
Mortadela , picadillo condimentado, jamón de alto rendimiento, croqueta en masa y conformada, morcilla, butifarra, salchichón y jamonada especial, entre otros, continúan elaborándose, aunque en menor cantidad y cuyos destinos territoriales, además de la capital provincial son los municipios de Calixto García, Gibara, Cacocum, Rafael Freyre, Urbano Noris y Báguanos.
Explicó Rosales que “para suplir el alto déficit de materia prima, a nivel de país se decidió fabricar el jamón de alto rendimiento, el cual lleva un componente mayor de condimentos y menos carne de cerdo.

Otra medida es la no entrega a Gastronomía u otros organismos del cerdo en bandas, sino convertido en subproductos, que garantizan una superior entrega.
El aprovechamiento óptimo de la sangre de cerdo y vacuna es otra opción, que permite por cada tonelada de ese líquido obtener tres de la morcilla que se entrega, fundamentalmente, para los ancianos en esta etapa de pandemia.
La ampliación de la producción de croquetas es otra variante, que permite disponer de mayor cantidad de surtidos.
Anteriormente se elaboraban entre 15 y 20 toneladas conformadas, actualmente esas cifras crecieron entre 40 y 50 toneladas. “Nuestros innovadores –agregó el director de la UEB-, fueron decisivos en este crecimiento al confeccionar una segunda máquina para dar forma ovalada a la masa del alimento,a partir de un equipo original creado en la Fábrica Che Guevara, de Moa.

Inocuidad de los alimentos, ahorro de electricidad y observancia de las medidas sanitarias son también prioridades de este colectivo que se prepara para asumir la reapertura del turismo con el alistamiento de las capacidades instaladas para ese fin, aunque con la limitante de no disponer de la totalidad de la materia prima.
Como promedio diario, por ejemplo, deberían de sacrificar 250 cerdos y realmente se matan entre 100 y 150. En el caso de las reses el promedio de sacrificios también se redujo a entre 30 y 40 animales.
Rodríguez valoró positivamente el hecho de que a pesar del déficit de materia prima las cadenas de tiendas no se desprotegieron, pues durante los meses de pandemia se les ubicó hamburguesas, picadillo y embutidos.También se potencia un nivel de ahumados para la Gastronomía y el Comercio, como cabezas de cerdo, lacones y aguja, informó el director técnico.