Individualismo
- Por Hilda Pupo Salazar
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El individualismo determina el bando de quienes odian o destruyen. No se puede ser buena persona con un pensamiento y acción egoístas.
Cuando el “yo” remplaza al nosotros, estamos ante una desbocada egolatría y eso frena cualquier gesto de bondad o de ayuda mutua.
El término egoísmo hace referencia al amor excesivo e inmoderado que una persona siente sobre sí misma y le hace atender, desmedidamente, su propio interés. Por lo tanto, es incapaz de preocuparse por el interés del prójimo y rige sus actos de acuerdo con su absoluta conveniencia.
Indica un excesivo de amor a sí mismo, centrado en su propio interés sin ocuparse de los demás. Algunos sinónimos de egoísta: codicioso, pancista, envidioso, ambicioso…. Las personas con esas características miran solo por el beneficio propio y, raramente, mueven un dedo por los demás si no es porque van a obtener una compensación.
El contrario de una posición egocéntrica es el altruismo, o sea aquellas actitudes y conductas desinteresadas, hechas para ayudar a alguien, como sucede con muchas personas en estos tiempos de pandemia.
Entre sus rasgos, también sobresalen, ser pocos propensos a compartir o llevar al extremo el principio de reciprocidad, ejemplos, cuando un amigo, eventualmente, no lleva dinero encima con el que pagar algo, son muy reacios a ofrecerse para hacerlos ellos o si fallas, en determinada acción, seguramente no te dirá nada, pero te apuntarán en una lista negra y olvídate de recibir cualquier ayuda desinteresada para el futuro.
Si le solicitas a un individuo egoísta un caramelo o un poco de agua no te los darán, si no están en sus intereses. Encontrarán una excusa para reservárselos, solo para ellos, esas pocas existencias, no se arriesgarán a quedarse sin ellas.
Cuando le pides algo prestado a los egoístas, es bastante probable que no te los cedan a no ser si tienen un motivo de peso para hacerlos, por ejemplo, exigirte algo a cambio o reservar el favor para usarlo luego.
Este tipo de seres solo están dispuestos a hacer una acción positiva si hay jugosas ganancias, de lo contrario siempre tendrán excesos de excusas.
Ya lo dijo Martí: Un hombre egoísta es un ladrón. Mientras para Fernán Caballero, seudónimo de la escritora española Cecilia Bohl: La vanidad es la necedad del egoísmo, y el orgulloso, la insolencia de la vanidad.