La forma y el contenido
- Por Hilda Pupo Salazar
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Hay quienes pretenden hacerte un bien, hasta muestra alta preocupación, pero su forma de actuar es tan descompuesta, tóxica y hasta violenta verbalmente que entonces la forma no compagina con el contenido.
Desde la cortesía, amor y respeto es la esencia de las mejores relaciones en cualquier circunstancia, que caracterizan su esencia íntima, porque la forma es decisiva para el contenido, en todos los momentos de la vida.
Contenido y forma son dos categorías que reflejan la mejor interconexión en las relaciones humanas, tanto en la familia, pareja, entre amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo o en otras situaciones, como la mejor expresión del respeto, que solo así lo hace posible.
Es recomendable para el éxito en las relaciones humanas ser tolerante, educado, entender los errores de los demás, controlar las emociones, razonar primero antes de responder, dar lo mejor de sí, venerar el espacio de cada quien, las decisiones y los sentimientos con total flexibilidad.
El anhelar amistades y relaciones caritativas pueden malograrse hasta por la más mínima frase, totalmente fuera de lugar, porque cuanto mejor efectúes las habilidades sociales calas en los sentimientos de cada persona y será más bello el camino, fundamental en los múltiples recintos de relaciones tanto personal, profesional como social.
Hay que respetar el tiempo de los demás, no siempre se está dispuesto en emplearlo en algo no previsto, aunque parezca desocupado, es saber tratar a los otros como quieres que te traten a ti.
Nadie prefiere intimar con entes egoístas, codiciosos e irritables que irradien contantemente energías negativas con conversaciones dañinas y mensajes incoherentes por sentirse incomprendidos y estresados.
Es recomendable desarrollar la empatía y la perspicacia para hacer coincidir la forma y el contenido para la mejor conexión entre todos para percibir y relacionarse con los sentimientos y necesidades de la otra persona, sin culpar ni establecer tus necesidades que obstaculizan establecer la confianza mutua.
Al desarrollar la empatía puedes leer el estado interior de la otra persona e interpretarlo de manera que se ofrezca apoyo y despliegue la importante y necesaria confianza mutua, mientras a través de la asertividad se logra la capacidad para establecer los importantes límites, con la prudente habilidad para educarte a decir no sin lesionar los sentimientos, ni transformar las emociones de los demás.
Si entendemos que es el momento de poner fin a una conversación, hazlo con respeto y agradable participación para el entrante tema que interese a ambos, para la mejor combinación de la forma y el contenido.
Interesante analizar a Oliver Sacks, un neurólogo y escritor británico, de origen judío, quien afirma: “… incluso una sola buena relación humana puede ser una tabla de salvación cuando surgen los problemas, una estrella polar y una brújula que nos guían cuando tenemos que navegar por un océano de dificultades”.