Descansos que necesitas

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Cansancio mental

La complejidad del ser humano, casi siempre, sorprende a todos y más cuando llega un agotamiento que no sabes cómo evitarlo.

Claro que la cotidianidad es desafiante en un abanico de situaciones que pueden reflejarse, en estos casos, en hipersensibilidad, mal humor, constantes gestos de desaprobación, falta de motivación, baja autoestima, respuestas mecánicas, sin entusiasmo, ni interés.

Consigues experimentar esos escenarios sin que exista una causa física, ni un esfuerzo intelectual excesivo y menos una enfermedad. Entonces quieres hallar cualquier respuesta, pero solo logras falta de comprensión y de no acompañamiento.

Es complejo reconocerlo, tanto en uno mismo, como en los demás que transitas por una crisis de vacilación, consecuencia de un cansancio que te provoca desgaste. Por eso es vital abordar el tema que surge, aparece y no logras entenderlo.

Lo más valioso es reconocerlo, aceptarlo y no desmotivarte, porque no le fallas a nadie y menos enjuiciarte constantemente, lo correcto es buscar a alguien que te entienda, sin alarmarse por lo que te ocurre.

Esas situaciones consiguen mantener en el tiempo un tono muy alto en sus diversas tipologías, que desembocan en fatiga mental o física, pero que tienen efectos similares.

Los estudiosos explican que puede ser emocional, espiritual, creativo, sensorial y mental, cada una con sus características que, ante cualquiera de ellas requieres reponerte, pero con optimismo, impulsos nuevos para volver a recuperar tu estadio.

Se trata de transitar por ese momento con amor, cuidado y respeto, nada mejor que tomar un respiro para comprender la situación y sus secuelas y saber aprovecharlo para reflexionar y percibir que el desfallecimiento es por exceso de actividades, responsabilidades y hasta martirios que llevas a cuestas y con decisión enfrentarlo.

Hoy se habla más de lasitud física o intelectual que de los procesos emocionales, por eso el descanso espiritual, creativo, sensorial y mental no les resulta familiar a muchas y hasta se confunde con el descanso de ocio.

Lo más importante es que aprendas a reconocer los estados del cansancio emocional y a identificar las actividades que ofrecen un respiro, porque si sabemos gestionarlo, tendrás un nuevo impulso en tu vida espiritual.

Una de las mejores alternativas para esquivar estos tipos de agotamientos es conseguir ideas nuevas, buscar lugares completamente ajenos a lo que te estás enfocando.

Para el doctor Banner Health, psiquiatra estadounidense: “Los cambios conscientes en su estilo de vida pueden ayudarlo a adaptarse a nuevas situaciones, prepararse para el estrés y prevenir el agotamiento”, mientras Elbert Green Hubbard, filósofo estadounidense, afirma: “Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas”.

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 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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