Agricultura familiar: Apostar por su permanencia

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 agricultura familiarFoto: CMHW


Falcó es un ingeniero en activo, sin embargo encuentra tiempo para atender una pequeña parcela que sembró a un costado de su casa, con plantas de viandas, hortalizas y condimentos. En pocos meses de laboreo ya varios cercanos degustamos calabazas, lechugas y remolachas de la finquita del vecino, y más curiosos que necesitados esperamos para evaluar la calidad de la yuca y el boniato cuyo follaje luce muy saludable.


Lidia, otra colindante, tiene en su cerca una enredadera de frijol caballero, que le ha proporcionado unos cuantos congríes o moros y cristianos, como se le llama en otros lugares.


Un poco más allá, Tania cultiva boniatos y yucas en un terreno previsto para una fututa vivienda. En mi pequeño jardín crecen oréganos, cilantros, menta, tilo, manzanilla, verbena y llantén que sirven al vecindario para condimentar comidas, aliviar dolencias estomacales, catarros y hasta insomnios.


No son ejemplos aislados. El pasado año fueron mil 971 los patios productivos fomentados por federadas y sus familias en la provincia, algunos con producciones considerables. En lo que va del 2021 ya se sumaron 628 nuevas miembros de la Federación de Mujeres Cubanas a este movimiento que la organización femenina, de conjunto con los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), promueven para el aprovechamiento de cada pedazo de terreno disponible para sembrar y mejorar el menú en casa. En unos municipios el movimiento ha prendido con mayor fuerza que en otros, pero en todos se fomenta la agricultura familiar.


Impulsado por el movimiento cederista Desde el Barrio Cultiva tu Pedacito, apoya la producción de alimentos desde patios y parcelas y es una estrategia encaminada a sortear obstáculos relacionados con la sustitución de importaciones, sobre todo de alimentos que estamos en condiciones de producir en el país, y el difícil acceso a recursos e insumos vitales para el desarrollo agropecuario.


Varias son las ventajas que lo asisten, pues permite el cultivo en patios de cualquier tamaño, emplear terrenos alrededor o cercanos a las viviendas, terrazas, balcones y azoteas. Cualquier recipiente es útil para sembrar, latas, macetas, pomos plásticos, neumáticos en desuso… La ONU para la Agricultura y la Alimentación alienta su extensión urbana como una manera de hacer ciudades más resilientes, adaptadas a los cambios climáticos y capaces de hacer una gestión sostenible de los recursos naturales.


Genera un importante movimiento de solidaridad, pues lo cosechado se comparte y para sembrar se reúnen consanguíneos y vecinos, como ocurre con la finquita que hace algunos años cultivan en la Comunidad 18 de Septiembre, en Holguín, el colega Elder y varios de sus colindantes. También ocurren intercambios de semillas y especies entre los productores, lo cual contribuye a diversificar las plantaciones.


Cuando de prerrogativas se trata este sistema de autoabastecimiento alimentario contribuye también a la eliminación de microvertederos y solares yermos suprimidos de sitios donde ahora nacen plátanos, malanga, maíz, sin obviar el rescate de alimentos tradicionales, como el llame casi extinguido en la cocina cubana.


En algunos países de América Latina y El Caribe la agricultura familiar experimenta un adelanto importante al punto de representar el 80 por ciento de las exportaciones agrícolas, más del 60 por ciento del total de la producción alimentaria y sobre el 70 por ciento del empleo agrícola. E n Cuba la forma más relevante son los micro huertos caseros y patios que alcanza notabilidad en el entorno urbano y su periferia.


El Movimiento de la Agricultura Familiar no es nuevo, surgió en 1987, como parte del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana. Durante los años 90 (Período Especial) tuvo una acogida y desarrollo importante, que mermó con la mejora de las condiciones del país. Actualmente la pandemia del coronavirus ha provocado una crisis generalizada que afecta muy sensiblemente la producción y el comercio de alimentos mundialmente, lo que obligó retomar esta práctica que no debe tomarse como una práctica pasajera.

 

Pero todavía se ven espacios donde, aunque sea temporalmente, se puede obtener parte de lo que necesitamos en casa para aumentar y diversificar nuestra alimentación. Para todos resultan válidos estos mandamientos del intelectual argentino Jorge Luis Borges: “Planta tu propio jardín y decora tu propia alma en lugar de esperar a que alguien te traiga flores”.

 

 


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