Proezas cotidianas de la Empresa de Productos Lácteos de Holguín
- Por Maribel Flamand Sánchez
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A la entrada de la entidad y de cada compartimiento interno se acondicionaron puestos para el lavado de las manos con agua clorada, una de las medidas adoptadas para neutralizar la infestación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Fuera de esto en la Empresa de Productos Lácteos de Holguín todo transcurre en normalidad, porque para sus directivos y trabajadores es habitual convertir en cotidianas las proezas.
Por eso el imperativo de buscar mayores garantías de alimentación para el pueblo, con el propósito de contrarrestar el impacto negativo, que en el sector alimentario generan la epidemia del nuevo coronavirus y el arreciamiento del bloqueo, se asume allí con respuestas certeras, como el sobrecumplimiento de los planes, la incorporación de nuevos surtidos, el reordenamiento de sus mercados tradicionales para acercar los productos a los consumidores, cumplir con los clientes habituales y garantizar las asignaciones a hospitales y centros de aislamientos, para pacientes enfermos o sospechosos con la COVID-19.
Migdalia Moreno Gómez, directora general de la entidad, expone cómo en medio de adversidades con el suministro de materias primas elementales, como la leche en polvo de importación y la fluida de provisión local, las roturas de equipos por la obsolescencia tecnológica y las dificultades con la entrada al país de polietileno para la fabricación de bolsas, los trabajadores se crecen, apelan a alternativas y la creatividad y superan con creces sus compromisos.

De ahí que la industria, asegura la directiva, mantenga activas todas sus líneas, tanto en el combinado Rafael Freyre de Holguín, como en sus pares de Banes, Mayarí, Levisa y Moa a partir, fundamentalmente, del aprovechamiento de los subproductos del suero lácteo y los derivados del frijol de soya”.
De acuerdo con el testimonio de Moreno Gómez, los centros para aislamiento son una de sus prioridades. Al suspenderse las clases, los lotes antes destinados a la merienda escolar se reorientaron hacia la población y estas villas a las que se les asegura miragur, yogur natural y de soya, helado, queso y pasta untable. La leche en polvo, a pesar de su restricción por el bloqueo, también se les garantiza. Igual de limitada está la disponibilidad de leche fluida -26 mil litros diarios menos-, lo cual significa menos queso, suero y sus derivados.
Al turismo se le continúan asignando alimentos, aunque en menor cuantía de las pactadas habitualmente, para aquellos viajeros que permanecen en la provincia, mientras el resto se comercializa a la población a través de una red de 19 mercados, en la ciudad de Holguín, y cifras menores en el resto de los territorios con Unidades Empresariales de Base.
Durante el recorrido por las diferentes unidades de la instalación, Róger Ricardo Ochoa, director técnico-productivo, ilustró los crecimientos en cantidad y variedad: “El pasado año se elaboraron alrededor de 200 toneladas de productos derivados del suero y la soya, exceptuando el yogur que es un alimento tradicional; sin embargo en lo que va del 2020 estamos ya cerca de las 300 toneladas. En el 2019 incorporamos surtidos nuevos, como el miragur, del cual también tenemos duplicada la producción.
“Este año se incorporó la crema bombón, (confeccionada a base de crema de soya, azúcar y chocolate) con muy buena aceptación y el dulce de suero lácteo. El dulce de leche en pomo no se realiza por la carencia del producto base, pero en su lugar elaboramos la crema fluida de soya, que saldrá próximamente.
“A raíz de una solicitud del país, continúa, se incrementó la elaboración de leche de soya saborizada, alimento de extraordinario valor nutricional, que se vende en los mercados liberados; igualmente se rescataron el suero saborizado de queso y el requesón, así como la crema untable, que también duplica sus niveles de fabricación”.
Ricardo Ochoa explicó que la introducción o rescate de alimentos a partir de derivados y subproductos permite, además de disponer de mayor cantidad de alimentos para la población, reducir el impacto negativo en la industria de la irregularidad en la entrada de materia prima importada desde el último trimestre del pasado año, lo cual significa que la producción se hubiera deprimido en más de un 50 por ciento.
Explicó que con el queso hubo una reorientación de su producción, pues parte de la poca leche que les llegase destinada a la preparación del yogur natural para los niños intolerantes a la lactosa y para los centros de aislamiento y hospitales.

Inmersa en la colocación de banderas, pancartas, fotografías de líderes obreros y de la Revolución Cubana andaba Dulce Cruzata Chacón, secretaria del sindicato, junto a un pequeño grupo de entusiastas. “Este año, por la pandemia, dijo, no tendremos desfiles, pero el ambiente conmemorativo por el Primero de Mayo tiene que sentirse en el centro.
Nuestro mejor compromiso con el Día Internacional de los Trabajadores es seguir trabajando fuerte en esta trinchera importante, que es la producción de alimentos para el pueblo”.