Ciudad Triciclo
- Por Nelson Rodríguez Roque
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A la cabecera provincial nororiental se le conoce como Ciudad de los Parques. Sin embargo, otro calificativo ha venido ganándose desde hace ya dos años, por la numerosa existencia allí de motos triciclos de fabricación china, ensambladas en la Isla, la mayor cantidad de estos medios en localidad alguna en Cuba.
Otra holguinera, Maritza Rodríguez, explica: “Hasta ahora han resuelto muchos problemas. Encuentro que los precios son módicos. Imagínate, casi siempre los uso por cuestiones hospitalarias, cuando voy a algún turno médico. La mayoría de las personas están satisfechas, aunque creo debería haber más, porque es mucha la población que se mueve, a diario, en esta ciudad. En estos momentos, tengo que llevar un almuerzo y resulta que por estos medios puedo llegar a tiempo”.
Juan Antonio Cruz, director de la agencia de Taxis Holguín.
Excepto La Habana, todas las provincias poseen motos triciclos de ese tipo, aclara Cruz, en proporción al tráfico y la cantidad de población, incluida la flotante, de cada ciudad.
Joel Rodríguez es director de la Agencia de Taxis 2 de Holguín, entidad que comenzó a funcionar el primero de junio de este año, con la misión de encargarse de ese servicio: “Actualmente, el arrendamiento exige que los choferes paguen diario cuatro CUC y 25 pesos moneda nacional, más el combustible que les vendemos, por tarjeta magnética.
“Estas cifras de pago bajaron respecto al inicio de la actividad. Ellos, como cuentapropistas, costean sus impuestos a la ONAT (sobre los servicios públicos, ingresos personales y la contribución a la Seguridad Social)”.
Fotos: Carlos Rafael
“El mantenimiento se hace cada 2 mil kilómetros de recorrido, la agencia les brinda ese servicio y los choferes las remuneran; este siempre tiene que ser con nosotros, ya que el medio es del estado. Ahora, las roturas sí corren a cargo del arrendatario, quien acude a reparaciones con el sector privado o estatal”, agrega el Director de la Agencia de Taxis 2.
En lo que va de 2019, las motos triciclos han transportado 440 mil pasajeros, para un total de 72 mil mensuales y 6 mil 880 diarios. Conservadoramente, los cálculos arrojan ya, al menos, dos millones de personas transportadas en dos años.
De lunes a viernes, los choferes concurren a piqueras, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, y luego trabajan de forma libre, al igual que los fines de semana. Siempre se debe mantener la tarifa reconocida. De los perímetros citadinos, las motos no pueden salir, es decir, tienen límites de recorrido.
Y se cobra por tarifas, con el objetivo de cubrir la ciudad a peso el kilómetro (km), pero hay tramos tarifados a dos y tres pesos la carrera, para beneficiar a la población. Cuando el recorrido supera los cuatro km, está autorizado el cobro de un peso adicional por km y pasajero.
Los triciclos son solo de transporte público colectivo de pago individual, no para traslado de cargas. Los titulares del arrendamiento pueden contratar un ayudante, que les permite ingresar más, descansar y dar mayor servicio.
Cada triciclo tiene un número identificativo delante y en la plataforma trasera, acompañado de la tarifa de precio y la matrícula. Además, los clientes pueden personarse en la agencia, frente a cualquier eventualidad. Como dato curioso, hay dos mujeres vinculadas al arrendamiento aquí.
Alexis Marzo, representante del sindicato de los choferes de triciclos y fundador del proyecto, manifiesta que las roturas más frecuentes de los medios son la caja reductora, los electroventiladores, las barras de transmisión, los sellos del diferencial, los problemas eléctricos y el motor de arranque, este último con mayor frecuencia.
“Hasta la fecha, no hemos tenido suficientes piezas de repuesto disponibles, la mayoría de las soluciones han sido locales. Aun así, hemos asumido la importante transportación entre hospitales, y en fechas significativas, como el Día de las Madres, hemos trabajado de forma gratis”, añade Marzo.
Walkiris Matos, otro chofer de los que comenzó hace dos años, argumenta: “Trabajo desde la piquera del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez, donde mis compañeros y yo hemos tenido resultados positivos, pues trasladamos, prácticamente, el 80 por ciento de los pacientes que ingresan, son altas o visitan esa instalación, a los cuales llevamos hasta las puertas de sus casas. En ese grupo, podemos encontrar personas recién operadas de la vista, con tratamiento de hemodiálisis, transplantados, y otras.
“Mi mayor preocupación es que piezas de repuesto casi no hemos recibido, la mayoría tenemos que comprarlas en la calle a un precio nada asequible. No tenemos día de descanso, esa es otra insatisfacción. Estos triciclos es verdad que han salido bastante buenos, para la gran explotación que reciben, pero siempre hay que estar encima de estos, principalmente con el mantenimiento. Entre los choferes y directivos hay positivas relaciones humanas, al igual que con los mecánicos, que únicamente disponen de aceite y grasa”.
Conductor igual es William Matos, asociado a la piquera del Hospital Lenin, una de las más movidas de la ciudad, quien refiere: “Estos equipos son medios alternativos de transportación, que benefician a los pasajeros. Cada vez que hay seis personas en la piquera vamos hasta lugares lejanos como el Clínico y Las Baleares. Ayudamos a los pacientes a montarse y bajarse de los vehículos. Profesionalmente, me ha ido bien, logro el sustento de mi familia y tengo trabajo. Los pasajeros están muy agradecidos, quizás algunas opiniones son negativas, mas son minoría. Estas motos salen en calidad más o menos, hay que estar atentos al mantenimiento”.
Para Adela Prego, editora del sello La Luz, las motos triciclos han venido a resolver parte del problema de transportación en Holguín: “Si bien puede que algunas personas se quejen de los precios, cuando uno tiene una urgencia de trabajo, tiene niños pequeños o está lesionado, viene a ser una alternativa apropiada. Los precios son relativos, dependiendo de la capacidad de pago de uno y de sus ingresos.
“Pero en situaciones excepcionales, cuando uno va de un hospital a otro, funcionan como alternativa válida. Más si se va con pacientes operados, recién paridas o bebés. Esta no es la solución definitiva del transporte, es un complemento a otras variantes de traslado en la ciudad. Esencialmente, son muy convenientes en situaciones de urgencia, solo habría que garantizar su disponibilidad, porque le facilita la vida a la ciudadanía”.
Cuadriculadas en negro, de amarillo predominante y con cubiertas en diferentes tonalidades, las “achinadas” motos triciclos circulan bastante por calles de la Ciudad de los Parques, como una solución exitosa y perfectible, en cuanto a transportación urbana se refiere.
Marlene González, ama de casa, opina que “he usado cuatro o cinco veces esos triciclos y siempre he quedado complacida. He ido a turnos médicos y he tenido que moverme en ellos. Nunca me han cobrado más de tres pesos, por lo que la tarifa me parece normal. Me han llevado a donde quiero, sin ningún problema, y han montado los seis pasajeros de capacidad”.
Otra holguinera, Maritza Rodríguez, explica: “Hasta ahora han resuelto muchos problemas. Encuentro que los precios son módicos. Imagínate, casi siempre los uso por cuestiones hospitalarias, cuando voy a algún turno médico. La mayoría de las personas están satisfechas, aunque creo debería haber más, porque es mucha la población que se mueve, a diario, en esta ciudad. En estos momentos, tengo que llevar un almuerzo y resulta que por estos medios puedo llegar a tiempo”.

Esos vehículos, según Juan Antonio Cruz, director de la agencia de Taxis Holguín, de la empresa TaxisCuba: “Están organizados acá a través de seis piqueras, coordinados por TaxisCuba, bajo sistema de arrendamiento. En nuestra provincia, específicamente en la ciudad holguinera, ahora existen 131 (113 como promedio trabajan, diariamente) y estamos en planes de disponer de 170. Tenemos 12 pendientes de arribar y hay seis en proceso de puesta en marcha”.
Excepto La Habana, todas las provincias poseen motos triciclos de ese tipo, aclara Cruz, en proporción al tráfico y la cantidad de población, incluida la flotante, de cada ciudad.
Joel Rodríguez es director de la Agencia de Taxis 2 de Holguín, entidad que comenzó a funcionar el primero de junio de este año, con la misión de encargarse de ese servicio: “Actualmente, el arrendamiento exige que los choferes paguen diario cuatro CUC y 25 pesos moneda nacional, más el combustible que les vendemos, por tarjeta magnética.
“Estas cifras de pago bajaron respecto al inicio de la actividad. Ellos, como cuentapropistas, costean sus impuestos a la ONAT (sobre los servicios públicos, ingresos personales y la contribución a la Seguridad Social)”.

Violaciones de tarifas de precios, uso indebido del medio, no cuidado del mismo, ausencia injustificada a piqueras, y otras, figuran entre las principales causas de penalizaciones y cierre del contrato; se han aplicado 39 medidas en dos años. Próximamente, los vehículos serán identificados y tendrán el teléfono 24455739, al cual la población podrá dirigirse ante cualquier inconformidad.
“El mantenimiento se hace cada 2 mil kilómetros de recorrido, la agencia les brinda ese servicio y los choferes las remuneran; este siempre tiene que ser con nosotros, ya que el medio es del estado. Ahora, las roturas sí corren a cargo del arrendatario, quien acude a reparaciones con el sector privado o estatal”, agrega el Director de la Agencia de Taxis 2.
En lo que va de 2019, las motos triciclos han transportado 440 mil pasajeros, para un total de 72 mil mensuales y 6 mil 880 diarios. Conservadoramente, los cálculos arrojan ya, al menos, dos millones de personas transportadas en dos años.
De lunes a viernes, los choferes concurren a piqueras, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, y luego trabajan de forma libre, al igual que los fines de semana. Siempre se debe mantener la tarifa reconocida. De los perímetros citadinos, las motos no pueden salir, es decir, tienen límites de recorrido.
Y se cobra por tarifas, con el objetivo de cubrir la ciudad a peso el kilómetro (km), pero hay tramos tarifados a dos y tres pesos la carrera, para beneficiar a la población. Cuando el recorrido supera los cuatro km, está autorizado el cobro de un peso adicional por km y pasajero.
Los triciclos son solo de transporte público colectivo de pago individual, no para traslado de cargas. Los titulares del arrendamiento pueden contratar un ayudante, que les permite ingresar más, descansar y dar mayor servicio.
Cada triciclo tiene un número identificativo delante y en la plataforma trasera, acompañado de la tarifa de precio y la matrícula. Además, los clientes pueden personarse en la agencia, frente a cualquier eventualidad. Como dato curioso, hay dos mujeres vinculadas al arrendamiento aquí.
Alexis Marzo, representante del sindicato de los choferes de triciclos y fundador del proyecto, manifiesta que las roturas más frecuentes de los medios son la caja reductora, los electroventiladores, las barras de transmisión, los sellos del diferencial, los problemas eléctricos y el motor de arranque, este último con mayor frecuencia.
“Hasta la fecha, no hemos tenido suficientes piezas de repuesto disponibles, la mayoría de las soluciones han sido locales. Aun así, hemos asumido la importante transportación entre hospitales, y en fechas significativas, como el Día de las Madres, hemos trabajado de forma gratis”, añade Marzo.
Walkiris Matos, otro chofer de los que comenzó hace dos años, argumenta: “Trabajo desde la piquera del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez, donde mis compañeros y yo hemos tenido resultados positivos, pues trasladamos, prácticamente, el 80 por ciento de los pacientes que ingresan, son altas o visitan esa instalación, a los cuales llevamos hasta las puertas de sus casas. En ese grupo, podemos encontrar personas recién operadas de la vista, con tratamiento de hemodiálisis, transplantados, y otras.
“Mi mayor preocupación es que piezas de repuesto casi no hemos recibido, la mayoría tenemos que comprarlas en la calle a un precio nada asequible. No tenemos día de descanso, esa es otra insatisfacción. Estos triciclos es verdad que han salido bastante buenos, para la gran explotación que reciben, pero siempre hay que estar encima de estos, principalmente con el mantenimiento. Entre los choferes y directivos hay positivas relaciones humanas, al igual que con los mecánicos, que únicamente disponen de aceite y grasa”.
Conductor igual es William Matos, asociado a la piquera del Hospital Lenin, una de las más movidas de la ciudad, quien refiere: “Estos equipos son medios alternativos de transportación, que benefician a los pasajeros. Cada vez que hay seis personas en la piquera vamos hasta lugares lejanos como el Clínico y Las Baleares. Ayudamos a los pacientes a montarse y bajarse de los vehículos. Profesionalmente, me ha ido bien, logro el sustento de mi familia y tengo trabajo. Los pasajeros están muy agradecidos, quizás algunas opiniones son negativas, mas son minoría. Estas motos salen en calidad más o menos, hay que estar atentos al mantenimiento”.
Para Adela Prego, editora del sello La Luz, las motos triciclos han venido a resolver parte del problema de transportación en Holguín: “Si bien puede que algunas personas se quejen de los precios, cuando uno tiene una urgencia de trabajo, tiene niños pequeños o está lesionado, viene a ser una alternativa apropiada. Los precios son relativos, dependiendo de la capacidad de pago de uno y de sus ingresos.
“Pero en situaciones excepcionales, cuando uno va de un hospital a otro, funcionan como alternativa válida. Más si se va con pacientes operados, recién paridas o bebés. Esta no es la solución definitiva del transporte, es un complemento a otras variantes de traslado en la ciudad. Esencialmente, son muy convenientes en situaciones de urgencia, solo habría que garantizar su disponibilidad, porque le facilita la vida a la ciudadanía”.
Cuadriculadas en negro, de amarillo predominante y con cubiertas en diferentes tonalidades, las “achinadas” motos triciclos circulan bastante por calles de la Ciudad de los Parques, como una solución exitosa y perfectible, en cuanto a transportación urbana se refiere.
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