Los hijos de Cronos

  • Hits: 195

jóvenes 01Foto: Tomada de Redes Sociales

No es usual citar ideas de “Revolicos”, pero este comentario, al que le edité un par de malas palabras o palabras que han dejado los males, da igual, me dolió por lo cierto. No por generalizado, pero sí por existente:

“Esos chamacos que toman cerveza en los bares de moda de la ciudad, con ropa cara, tremendo ʻaguajeʼ y motorinas que parten la calle por la música, viven, la mayoría, en ranchos, tienen la familia pasando hambre y necesidad, los abuelos sin medicamentos. Las chamaquitas que andan con ellos, como que no se fijan en eso, lo que les importa es que las vean estribadas, mostrando la licra levanta glúteos detrás en la moto. A saber de dónde sale el dinero a veces…”

Decía uno de los más grandes que ha dado Cuba, nuestro Fidel, que si los jóvenes fallan, todo fallará. De ahí a que poner la mirada en esas nuevas generaciones es urgente.

Justo cuando me disponía a escribir sobre el tema, lanzamos una encuesta en redes sociales para conocer sobre la perspectiva de los usuarios acerca de las nuevas generaciones en Cuba. El 40 por ciento de los votos fueron por la opción - Emigración/búsqueda de oportunidades fuera del país; el 34 por ciento se inclinó hacia - Emprendimiento/negocios privados; el 20 por ciento fue para - Tecnología y redes sociales; y un 6 por ciento estuvo en la idea - Moda, lujo y marcas extranjeras.

De las restantes opciones, no marcadas por nadie, un usuario comentó: “Algunos jóvenes están interesados en su - Formación y Superación, y otros por su - Integración Política, pero percibo que no es tendencia”. Entre los criterios emitidos también estuvo el de que “hay quienes tienen interés de formarse profesionalmente en Cuba para luego emigrar, muchos conocidos de la universidad lo hacen saber en conversaciones”.

jóvenes 05Foto: Universidad de Holguín

Por esas implicaciones sociales y demográficas debemos dirigir la mirada a los jóvenes, pues Cuba es uno de los países más envejecidos de América Latina, el 21.6 por ciento de la población tiene 60 años o más y el 14.7 por ciento más de 65 años (umbral internacional para considerar a un país como envejecido); a ello se contrapone un bajo remplazo generacional, y solo el 15.8 por ciento de la población tiene entre 15 y 29 años, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

Al fundamental criterio resaltado en la encuesta lo respaldan los cerca de un millón de cubanos que han salido definitivamente del país, pues por la intervención del Primer Ministro, Manuel Marrero, en la V Sesión Ordinaria de la ANPP en su X Legislatura, se sabe que en lo que va de año contamos con 251 mil emigrados, y por datos publicados por la ONEI que de 2021 a 2024 emigraron más de 700 mil personas, de ellos el 70 por ciento entre 18 y 45 años.

Contamos con una juventud que se ha quedado al cuidado de abuelos y parientes, porque los padres dejaron la Isla, adicta al internet y las redes sociales, una juventud a la que ha llegado la droga, el consumismo, la industria cultural en su máxima potencia, afectada por el malinchismo, debido al apego a lo foráneo y el menosprecio a lo propio.

En ello ha influido el descuido por conservar lo nacional, pero también la pirámide invertida, que hace que hasta en las escuelas primarias, cuando se hable de oficios para el futuro se tengan respuestas como: vendedor de ropa, o dueña de una candonga… O cuando se refieran a la profesión de los padres, la admiración no se dirija al médico, ingeniero, maestro… sino hacia el vendedor de paleta, el fabricante de embutido o de gravilla, porque los hijos de estos son los que mejor mochila y zapatos tienen. Y no estoy denigrando ningún trabajo, sino analizando cómo la aspiración de nuestros niños a futuro, mediada por la prosperidad, no se centra en el desarrollo profesional.

Desde que en las escuelas, por los conocidos problemas económicos que tiene el país, se dejó de usar el uniforme (como ropa y como vocablo de igualdad, consonancia, identidad) se han acentuado las diferencias. Ya no todos calzan los mismos zapatos, no visten la misma camisa, blusa, pantalón… En esa brecha se escurre la diferencia de clases que ya tenemos en la sociedad.

*   *   *

Buscando la mejor oferta camino la conocida calle 13 de la ciudad, abarrotada de vendedores. ‒ Por favor, un paquete de espaguetis. ‒ Despega la cara del teléfono y me lo alcanza. Refleja unos 15 años, hasta menos, si miramos lo menudo que es, aunque al preguntarle la edad, me dijo: 17.

Keyla Estévez García, directora del Centro de Estudios de Juventudes, exhortaba hace dos años sobre el apremiante análisis y los retos que imponen fenómenos demográficos, sociales como la baja tasa de natalidad, y la desvinculación del estudio y trabajo de unos 800 mil jóvenes en el país”, según relató el periódico Invasor.

Por la reciente visita a nuestro territorio de Joaquín Alonso Vázquez, Ministro de Economía y Planificación se supo que en la provincia de Holguín, al cierre de junio existen 7 mil trabajadores menos que lo planificado para esta etapa, y entre el 20 y el 22 por ciento de la fuerza de trabajo actualmente se cubre con empleo informal o subempleo; como pasa en Calle 13 y otros lugares.

Aparejado a esto, en Cuba, muchos jóvenes llevan estudio y trabajo al mismo tiempo, sobre todo en la universidad, a veces en empleos que no están relacionados con sus carreras, para poder ayudar a sus familias, porque las condiciones económicas obligan a buscar ingresos mientras estudian. Como camareros, o vendiendo en negocios particulares, a veces cambian al curso para trabajadores o alternan para poder sostener sus gastos.

*   *   *

jóvenes 02Foto: Yenny Torres

Desde temprano, han estado llegando los citados. Es día de juicio ejemplarizante e impresiona el rostro joven del público. Están allí como parte de una acción profiláctica y preventiva en personas con potenciales delictivos o proclives a incurrir en hechos similares. Llama la atención esas caras sin arrugas, que se muestran conocedoras de las situaciones relatadas al frente.

Se escucha que a alguien le arrebataron el motor, que al otro se le colaron en la casa, que a la señora le dieron un golpe por quitarle la cadena y cuesta pensar que detrás haya jóvenes, quienes por la magnitud de los hechos deberán cumplir penas severas; que tener dinero a cualquier precio sea una manera de pensar cada vez más compartida.

“De los procesos radicados en el primer semestre del 2025 en la provincia, en 36 han sido imputados 38 jóvenes menores de 18 años de edad, la mayoría por delitos graves que superan el marco penal de los tres años de privación de libertad. Los 38 jóvenes fueron presentados a la fiscalía con solicitud de medida cautelar de prisión provisional (superando en 10 con respecto al año anterior), la cual se impuso al 72 por ciento de ellos. Las principales tipicidades delictivas: Droga, Hechos contra el patrimonio, específicamente Robos con Violencia, Robos con fuerza, Hurtos”, nos explica Yamisel Hernández, jefa de grupo de Procesos Penales en la Fiscalía provincial de Holguín.

En contraposición, afortunadamente, detrás del estrado también hay mucha juventud, el 38 por ciento de los fiscales de la provincia y el 39 por ciento de los jueces.

No podemos hablar de una juventud “perdida”, son muchos los “encontrados”, los ejemplos de compromiso y sacrificio. El sistema de salud holguinero contó este año con 981 egresados de la Universidad de Ciencias Médicas de aquí, entre Medicina, Estomatología, Licenciatura en Enfermería, tecnologías de la Salud, y técnicos superior de ciclo corto. La universidad de Moa graduó 168 estudiantes de disciplinas relacionadas con la minería, metalurgia y ciencias asociadas. Mientras, la Universidad de Holguín (UHO) tuvo más de 1800 graduados.

jóvenes 04Foto: Universidad de Holguín

Estudiantes de Técnico Medio, obreros calificados también se incorporan a la fuerza laboral. Hay que resaltar, además, los que sudan sobre el surco, y los que desde oficios tradicionales aportan.

Idalmis Serrano, secretaria de la CTC en la provincia, informó que la organización cuenta con un amplio movimiento de Aniristas, donde 2 mil 327 jóvenes forman parte activa de su membresía, buscando constantemente solución o innovando para que la maquinaria, la producción y los servicios, sobre todo en la Salud, no se detengan.

Dentro de los trabajadores eléctricos, de la Salud, los maestros… dentro de los que se mantienen en la producción y los servicios con bajos salarios, los emprendedores… hay mucha juventud.

Sin dudas, existe un ciclo en el que las condiciones de vida influyen en la naturaleza de las personas y viceversa. “Tiempos difíciles crean hombres fuertes; hombres fuertes crean tiempos fáciles; tiempos fáciles crean hombres débiles; y hombres débiles crean tiempos difíciles”.

jóvenes 03Foto: Tomada de periódico Trabajadores

La búsqueda de la ganancia fácil ha creado un paradigma que, si bien es tentador, puede resultar perjudicial para el desarrollo personal y profesional de las nuevas generaciones. Las redes sociales han jugado un papel crucial en esta transformación. La imagen del “éxito instantáneo” se ha vuelto omnipresente, alimentada por influencers que exhiben estilos de vida lujosos alcanzados en tiempos récord. Este fenómeno ha generado un deseo desmedido entre los jóvenes de obtener resultados sin el trabajo arduo que tradicionalmente ha acompañado a las grandes conquistas. La idea de que se puede alcanzar la cima sin escalar cada peldaño se ha arraigado en la mentalidad colectiva, creando una ilusión que rara vez se traduce en realidades sostenibles.

Si bien es natural anhelar una vida cómoda y próspera, las recompensas más significativas suelen venir acompañadas de esfuerzo y dedicación. La juventud cubana está sometida a constantes incitaciones, propias de modelos hegemónicos diseñados para nosotros con fines anexionistas. Las condiciones del país favorecen conductas negativas. A ello se suma la crisis de valores a nivel global. Por eso es imprescindible trazar políticas que favorezcan esos grupos etarios. No obstante, creemos en la juventud, como Fidel, porque vemos en ellos “entusiasmo, capacidad, energía (…); porque en esa juventud están puestas las más legítimas esperanzas de nuestro pueblo”.


Escribir un comentario