Conmemora Holguín Aniversario 62 de las “Pascuas Sangrientas”
- Por Claudia Arias Espinosa
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Hace 62 años, reiniciaba la lucha armada en Cuba contra la dictadura de Fulgencio Batista y en reunión efectuada en el campamento militar de Columbia, el coronel Fermín Cowley Gallegos, jefe del Regimiento Militar de Holguín, recibió carta blanca para neutralizar la acción de los opositores al régimen.
Cowley decidió asestar un golpe definitivo al Movimiento 26 de Julio y al Partido Socialista Popular. Puso en marcha entonces la operación Regalo de Navidad y ordenó liquidar a los revolucionarios.
La persecución comenzó el 23 de diciembre de 1956 y se extendió hasta el 26. Por esos días aparecieron, abandonados en las carreteras, en los campos, bajo los puentes o colgados de los árboles, los cuerpos torturados, ya sin vida, de campesinos, trabajadores, dirigentes gremiales, estudiantes…
En total, 23 cadáveres. El pueblo holguinero, conmocionado, comenzó a llamarlas las “Pascuas Sangrientas”. Más de medio siglo después, no olvida el horror y rinde homenaje a los caídos.
En la mañana de este 24 de diciembre, los familiares de los mártires, junto a miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), estudiantes y una representación del pueblo en general, realizaron una peregrinación desde el parque Calixto García hasta el Parque de los Mártires, donde tuvo lugar el acto conmemorativo.
Presidieron el mismo Ernesto Santiesteban, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido en Holguín; Julio César Estupiñán, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular; Julio Caballero, Primer Secretario del Comité Municipal del Partido y Ricardo Suárez, Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
“Nos congregamos en la intersección de las calles Frexes y Carbó, en lo que me atrevo a llamar el mejor culto a la recordación, el homenaje, la distinción y el respeto por los que fueron víctimas de uno de los crímenes más horrendos que recoge la historia”, expresó Geovanny Jiménez, miembro del Buró Municipal del Partido.
“Desde aquí exclamamos ¡presente! 23 veces, una por cada nombre, por cada paradigma, por cada joven que con más valor que edad, consagró su vida al servicio de la Revolución”.
Comentarios
Padres, abuelos, hermanos, novias, y en algunos casos hijos, lloraban desesperadamente clamando a sus ultimados familiares. La mayoría de los asesinados fueron sacados de sus hogares, torturados salvajemente y sus cadáveres abandonados en diferentes lugares, por la única razón de oponerse a la dictadura de Fulgencio Batista y querer la libertad para la patria ultrajada
Urge refrescar estas memorias históricas vivida tristemente por los habitantes de la Costa Norte del Oriente Cubano. Quizás el 80 % de los actuales cubanos y cubanas, desconozcan, aquella imborrable pesadilla sucedida hace unos 62 años.
Intencionalmente “’el alto mando batistiano elaboró un meticuloso plan que permitiría el exterminio de los principales líderes y figuras más radicales del movimiento revolucionario. Aprovechando la ancestral costumbre de las familias cubanas de reunirse en el día de Pascuas se decidió sorprender a los combatientes en aquellos momentos de esparcimiento. Entre el 25 y el 26 de diciembre fueron asesinados 22 combatientes en el territorio que hoy conforman las provincias de Tunas y Holguín. Días antes había sido asesinado el joven combatiente Rafael Orejón en Nicaro. Incluido también en la macabra lista de los que debían de ser asesinados. (1)
El crimen fue un duro golpe para el movimiento revolucionario pues sus principales líderes y otros destacados miembros fueron asesinados. El movimiento clandestino de nuevo se organizó en el territorio. Un 1ro de enero de 1959, capitaneado por el joven Comandante Fidel Castro, el Ejército Rebelde trajo la aurora de la libertad, defendida dignamente por más de 61 años por los cubanos y cubanas, y que seguimos adelante.
LOS HECHOS SU HISTÓRIA
Esta operación denominada “Regalo de Navidad”, tenía el propósito de sembrar el terror entre la población y detener las acciones revolucionarias que se desarrollaban en apoyo a la lucha rebelde en la Sierra Maestra, bajo las órdenes del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
‘’Durante una noche oscura de la Navidad de 1956 en el Oriente de Cuba y amparados por la penumbra, los sicarios al servicio de la tiranía de Fulgencio Batista, desencadenaron la masacre que costó la vida de 23 jóvenes revolucionarios.
Jesús Feliú Leyva, Pedro Díaz Coello, William Aguilera, Enrique Morgan, Loynaz Echavarría, Thelmo Esperance y Luis Peña, fueron algunos de los miembros del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) y del Partido Socialista Popular (PSP), asesinados salvajemente en aquellas jornadas del diciembre luctuoso
La oleada de muertes comenzó el 23 de diciembre y la primera víctima fue Rafael Orejón Forment, jefe del M-26-7 en Nicaro, quien fue ultimado en La Portada, zona industrial del municipio Mayarí, en la provincia de Holguín y se conoce en la Historia de Cuba como las Pascuas Sangrientas.
Fueron tres días y noches del último mes del año donde en el norte de Oriente se sufrirían las crueles acciones de los sicarios, perpetradas por mandato del coronel Fermín Cowley gallegos, las cuales estremecieron las celebraciones por el fin de año desde Las Tunas hasta el actual territorio holguinero.
Aquella monstruosidad terminaría el 26 de diciembre, en que la mayoría de los asesinados fueron sacados de los hogares, torturados salvajemente y sus cadáveres aparecieron abandonados en distintos lugares, por el solo hecho de oponerse a la dictadura de Fulgencio Batista.