FMC: más holguineras con la Orden Ana Betancourt
- Por Maribel Flamand Sánchez
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Las identifica su altruismo, el afán por dedicar cada minuto de sus vidas a la organización que se les introdujo por las venas, cuan líquido vital para mover sus días. Tienen en común también las muchas décadas consagradas al quehacer desde la base, donde late el corazón de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el disfrute de cada tarea, de cada aporte, su condición de líderes innatas en sus comunidades.
A propósito del aniversario 62 de la organización femenina, este 23 de agosto, estuvieron entre las 20 cubanas homenajeadas en el Salón de Protocolo El Laguito, en La Habana, con la Orden Ana Betancourt, una de las condecoraciones más altas que concede la FMC, elevada a premio de Estado.
Ana Ramírez Velázquez dirige en la ciudad de Holguín uno de los bloques, el 45, que por mucho tiempo es delantero en el quehacer de la federación. No es casual, sino resultado del empuje que pone en cada tarea, en las iniciativas que junto a su equipo de mujeres iguales de resueltas dan vida activa a la organización en Villa Nueva, donde viven y actúan.
Es sin dudas una mujer emotiva, lo manifiesta en el esfuerzo que realiza, sin lograrlo, para contener las lágrimas durante nuestro diálogo: “Me emociona pensar en las tantas tareas realizadas en beneficio de la Revolución, de las mujeres, de la comunidad, en los tantos momentos duros que requirieron de nuestra participación, como la pandemia del coronavirus, cuando elaboramos nasobucos, pero también auxiliamos de maneras diversas a vulnerables y familiares de personal de la salud que prestaban colaboración en otros países.

“Pienso que todo cuanto una haga por la sociedad, por su pueblo, por su gente es poco. La Revolución nos lo ha dado todo y nosotras daremos todo por la Revolución. Es la posición de toda la familia.
“Estoy jubilada, mi primer oficio fue maestra primaria, pero hasta minera fui porque trabajé durante un tiempo en la mina de oro de Aguas Claras. El trabajo de la federación es una de mis pasiones, me involucro fácil en las tareas porque desde mi condición de jubilada es la vía para seguir aportando a mi país y a la FMC”.
Ana dirige también el proyecto comunitario Renacer, “otro modo de contribuir al desarrollo de la mujer y mantener nuestras tradiciones, como la enseñanza de manualidades, pero desde el proyecto se realizan muchas acciones, como promoción para salud con la participación de especialista. Recientemente fuimos visitadas por el grupo de solidaridad con Cuba.
“Por el auge que cobra el Dengue, el Hospital Pediátrico nos convocó para colaborarle con la confección de mosquiteros y respondimos con premura, como es nuestra costumbre ante cada llamado de la FMC”.
Sobre la entrega de la Orden Ana Betancourt cuenta: “A nosotras nos las impuso Rolando Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento Político e Ideológico. No hay palabras para describir ese momento. Pienso en cuántas holguineras la merecen, cuántas Ana Betancourt hay en esta provincia.
“Regresamos con recuerdos muy gratos. El presidente Miguel Díaz-Canel entregó la Orden Mariana Grajales a cinco compañeras, pero luego nos saludó y felicitó a todas las presentes. Realizamos varias actividades durante nuestra estancia en la capital, entre estas una visita al Memorial de la Denuncia, donde me impactó mucho el video de siete minutos sobre la explosión del vapor La Coubre. No es posible que algunos olviden las tantas cosas malas que nos han hecho los enemigos de la Revolución”.

La otra congratulada con la orden que enaltece a la patriota camagüeyana y precursora de las luchas por los derechos de la mujer es la sangermanense Pilar Herlinda Giménez García. Está próxima a cumplir 88 años de edad, pero admiran la energía que manifiesta en su actuar y la claridad de su memoria.
Acababa de llegar de un viaje largo desde La Habana hasta Holguín, y emprendía otro hacia su terruño, San Germán, cuando le pedí me dedicara unos minutos.
Es locuaz, bastó identificarme para que por sus labios surcados por el tiempo brotaran las palabras sin esperar a pregunta alguna “Soy fundadora de la FMC, tengo todas las condecoraciones que entrega la organización, me las he ganado con mi trabajo”, declara con orgullo bien fundamentado.
“Dirijo un bloque, el 22, de seis delegaciones muy activas, que se mantiene entre los mejores del municipio de Urbano Noris. En saludo al 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, todos los años, desde febrero, el ciento por ciento de mis federadas cotizan el año”.
Recuerda actividades de los años fundacionales: “Cuando fueron las muchachas a estudiar corte y costura a La Habana, aquí yo trabajé voluntario en una escuela pública enseñando el oficio, que aprendí en un taller particular.
“Me hice federada muy joven, desde que vivía en una zona rural de San Germán, luego me trasladé para el pueblo donde asumí la dirección de la esfera de Trabajo Social en el Comité Municipal de la FMC; posteriormente me trasladé para “Cristino Naranjo”, consejo popular de Cacocum, donde ocupé durante un tiempo el cargo de organizadora.
“La orden Ana Betancourt me la entregó Polanco, pero Díaz-Canel vino y nos dio un beso y un abrazo a cada una. Imagínate cómo me sentí, aquello fue grande, inolvidable. Allí estuvieron la secretaria general de la federación en el país, se refiere a Teresa Amarelle Boué, y otras mujeres importantes.
“Desde la organización se realizan muchas tareas lindas e importantes por la mujer, la familia, los niños y los jóvenes y para apoyar a otros organismos. Recientemente nos pidieron colaborar con la recogida de desechos de tejidos y ropas en desuso para la fábrica de colchones, ¡lo que recogimos fue mucho!
“También acopiamos botellas y las vendemos como materia prima para contribuir con los ingresos de la organización, mantenemos vínculos con el círculo infantil a donde siempre llegamos con algún presentico, son muchas, muchas las tareas.
“Tengo 55 años de militancia en el Partido. Cuando terminé en la FMC trabajé varios años en el Partido. Mientras exista Herlinda, habrá aliento para dedicárselo a mi querida organización.
“¿Qué de dónde saco fuerzas? Usted llega a San Germán, a la federación, al Gobierno, a donde sea, pregunta por Herlinda y todo el mundo me conoce, porque no paro. Esa fuerza me la da el amor que siento por mi Revolución, por mi federación, por mi pueblo”.
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