Revolución Sandinista: un triunfo para toda América Latina

  • Por Maribel Flamand Sánchez
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Cuentan que el sol caía inclemente sobre Managua, pero nada opacaba la pasión de miles de nicaragüenses que, entre gritos de “Patria libre o morir”, lema que identificaba al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), entre el júbilo y banderas rojinegras, inundaban las calles. Después de años de lucha, sacrificio y resistencia, la Revolución Sandinista conquistaba la victoria. El régimen de Anastasio Somoza se derrumbaba como un castillo de naipes ante el empuje imparable del FSLN. Era el 19 de julio de 1979, hace hoy 46 años.

La resurrección de Hilda

  • Por Milo García
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El olor a descomposición atrae pequeños cuerpos a su boca. Como un milagro vuelve a la vida y los escupe. Está encerrada en una caja de madera. No entiende nada, ¿acaso murió? Golpea sin entender y entra polvo por una delgada línea. Decide ponerse boca abajo. Empuja con la espalda. Abre algo. Se asoma una mano en la tierra. Hilda Bustamante regresó de la muerte, del más allá, como quieran llamarlo.

Motivación

  • Por Hilda Pupo Salazar
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Cuando una persona alcanza la automotivación, favorece su pensamiento crítico para conseguir metas previstas desde el ímpetu, convicciones, sacrificios y amor sin la supervisión o influencias externas.

Conocer, padecer, hacer...

Josefa solía quejarse de la plaga que le había caído. Atestiguaba que llamar cuarentiñas a esas hormigas era casi un eufemismo, pues la reacción sobrepasa los 40 minutos. Su hijo había comprado el insecticida, mas por falta de espacio en la agenda del fumigador, la tarea se había demorado y la plaga extendido.

Un hueco para las flores



Mi abuela ha muerto y no tenemos hueco para sus cosas. No tenemos donde guardar las sábanas ni los collares ni las faldas ni los moldes. No tenemos donde guardar las cucharas ni las tazas ni la Biblia preciada que le heredó su madre. No tenemos donde guardar la libreta con los números de teléfono de todos los familiares, vivos y muertos, ni las páginas anotadas con los cumpleaños de sus amigas. No tenemos donde guardar la vieja paleta de maquillaje ni el labial marrón con el que se pintaba los labios. No tenemos donde guardar el perfume dorado que aún le queda la mitad y no tenemos donde guardar un olor que solo era de ella.