El poder de la crítica
- Por Darianna Mendoza Lobaina
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Una avalancha de debates, comentarios, críticas y, hasta de los populares memes que circulan a diario en las redes sociales, ha desencadenado la telenovela cubana El rostro de los días, cuyos capítulos finales fueron transmitidos la semana anterior por el canal Cubavisión.
En medio de esa amalgama de información relucen las reacciones generadas a partir del segmento cultural del Noticiero Nacional de la Televisión (NTV) a cargo de la periodista Lied Lorain, la cual se suma a los textos de reconocidos nombres como Pedro de la Hoz y Paquita Armas Fonseca, por citar algunos.
Las redes sociales se han convertido, sin temor a equivocaciones vacías, en un nuevo y virtual campo de batalla, en el que, en ocasiones, las personas liberan sus frustraciones y exponen sus criterios sin previo análisis o contextualización.
Se han convertido, además, en un espacio donde cada vez es más común una especie de agresión verbal que puede resultar ofensiva, hiriente, exagerada, carente de fundamentos, incoherente…
En el caso específico del producto audiovisual recién concluido, se puede apreciar que, aparejado a la trama que disfrutaba la teleaudiencia cada lunes, miércoles y viernes, se desencadenó una “batalla” en el ciberespacio con el protagonismo de seguidores y detractores.
El rostro de los días llegó a la pantalla chica en un periodo de incertidumbre, de aislamiento, de vacío en la vida de todos, en medio de una situación epidemiológica alarmante a nivel mundial que mantiene en vilo a la humanidad.
Llegó con sus aciertos e incongruencias, pues como cualquier creación humana está exenta de la perfección. Llegó con una trama entretenida en la que se distinguían problemáticas latentes en la sociedad cubana actual y que, naturalmente calaron en la sensibilidad del pueblo.
Fueron 83 capítulos que provocaron expectación en los hogares, que lograron reunir a toda la familia frente al televisor, que modificaron rutinas internas, pues “había que hacer las tareas domésticas temprano para ver si por fin Lía hablaba, si Mariana descubría que Aurora era su madre, si Irma abría los ojos, si aparecía el “Boni” otra vez o si Mercedes recuperaba la cordura…”
En cada una de esas entregas se reconoce el esfuerzo del equipo y, sin dudas, para quienes tenemos al pueblo como público meta, el mayor premio por nuestro trabajo es su aceptación, pero, eso no puede cegarnos ante la evaluación del resultado final.
La calidad del producto terminado, durante años, ha opacado el esfuerzo experimentado en la concepción, de ahí que la meta no puede ser concluir, sino concluir de la mejor manera, como expresara un colega en una de sus reflexiones al respecto.
Un atinado propósito sería ofrecer a las familias una producción estéticamente admirable, con una fotografía creativa y mayor profundidad en las temáticas expuestas, con argumentos que aporten credibilidad.
Premisas básicas en estos tiempos en los que la industria cultural impone propuestas banales y estereotipadas que atentan contra el buen gusto, la elegancia y el respeto hacia los públicos, arrastrada por el afán de comercializar y generar ingresos.
Sin embargo, en ambos aspectos El rostro de los días dejó lagunas y sería penoso que las voces autorizadas no llamasen la atención, que no se activasen las alarmas, que no se explicasen los códigos con el objetivo de educar, siempre educar y contribuir al mejoramiento, nunca de desdeñar la obra ajena.
Por esos motivos considero acertadas las críticas, oportunas, convincentes. Mas resulta alarmante la reacción que ha tenido la mayoría, lo cual evidencia la importancia de incrementar este ejercicio en los medios de comunicación, de manera especial en la TV, que, a juzgar por la realidad, es la más carente.
Comentarios
Usted es una excepcional persona, yo soy fiel admirador. Adelante mariana de estos tiempos.
Saludos,