Semillas

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El 14 de junio marcó el inicio de dos trayectorias que, cual líneas paralelas, no se cruzaron en el espacio-tiempo y sin embargo, se desdoblaron sobre el plano común del amor y el deber con Cuba.
 
Ambas son conocidas desde los estudios históricos, los medios de comunicación y aun desde las invenciones, pero, ¿qué fue el 14 de junio antes de que la historia lo señalara como fecha de culto, sino un nacimiento celebrado por padres cariñosos?
 
Che y MaceoFoto: Carlos Rafael
 
Marcos Maceo era un venezolano que había luchado en el Batallón de Leales Corianos contra las fuerzas bolivarianas. En 1825 logró entrar a Cuba. Por Real Cédula de 1817, estaba prohibido el ingreso de personas “no blancas”, pero la corrupción imperaba en la isla y no se detenía en esos detalles. Así que Marcos se estableció en Santiago de Cuba, contrajo matrimonio con Amparo Téllez y engendró seis hijos.
 
Después conoció a Mariana Grajales, la hija de aquellos dominicanos que (como él) habían emigrado a la isla; viuda (como él) de Fructuoso Regüeiferos; y (también como él) dedicada a sus cuatro hijos.Se casaron en la iglesia de San Nicolás de Morón y de San Luis, Oriente, y el 14 de junio de 1845, nació el primer hijo en común: Antonio Maceo y Grajales.
Después, la familia creció en nueve hermanos: María Baldomera, José Marcelino, Rafael, Miguel, Julio, Dominga de la Calzada, Tomás y Marcos. Sin embargo, en las nueve caballerías de la finca Granada, que después se llamaría La Delicia, reinaba el orden.
 
El padre, íntegro y bondadoso, educó a los muchachos con el ejemplo. Les inculcó el respeto profundo a sus mayores y les asignó responsabilidades en la finca. La madre, que era sin dudas una mujer de carácter, les enseñó sobre honestidad, moral, patriotismo, sobre disciplina y buenas costumbres. Vestíaa su prole con la mayor pulcritud. Reglamentaba el horario exacto para comer y dormir y ningún miembro de la familia podía estar fuera de la casa pasadas las 10 de la noche.
 
Así creció Antonio, fuerte y digno, como el tronco de las palmas, mientras descubría los secretos de la tierra, pasaba largas temporadas en la casa que la familia poseía en el barrio de Santo Tomás, Santiago de Cuba, y aprendía las primeras letras en las clases privadas que pagaba su padre.
 
Solo las primeras letras estaban al alcance de los negros de la época, pero Antonio tenía “tanta fuerza en la mente, como en el brazo”. Y su padre, que solía contar sus experiencias como militar en Venezuela, le enseñó a manejar las armas de guerra en cuanto tuvo edad para sostenerlas. No imaginaba entonces que el muchacho se convertiría en uno de los líderes militares más importantes de Cuba, cuando Cuba se decidiera a luchar por su independencia.
 
83 años después, en la ciudad de Rosario, Argentina, nació Ernesto Guevara de la Serna. Los padres: Ernesto Guevara Lynch, bisnieto de uno de los hombres más ricos de Sudamérica; y Celia de la Serna, de la cual se especulaba que, entre sus antepasados, tenía un virrey del Perú colonial. Más allá de las posibles invenciones, ambos pertenecían a las llamadas “familias de la clase alta” y prosperaban con el cultivo del “oro verde” de la época: la yerba mate.
 
“Teté” tuvo su primer ataque de asma a los dos años. La enfermedad no desapareció como hubiera deseado Celia, así que se mudaron a Altagracia. El clima seco de esa región, decían los médicos, ayudaría a curar los bronquios del niño.
 
Como tampoco podía asistir a la escuela, la madre le enseñó el abecedario y la conjugación de las letras, hasta lograr el milagro de la lectura. Se maravillaba entonces con su pequeño que, en lugar de leer historietas, se empeñaba en devorar aquellos libros complejos de carácter social…

En la casa de Altagracia había una biblioteca, donde aguardaban por el precoz lector miles de volúmenes de autores clásicos, historia, filosofía, psicología, arte, aventuras, Marz, Engels, Lenin…
 
A los nueve años, cuando cursaba el tercer grado, conoció la guerra civil española y a tal punto le pareció atractiva, que marcó su evolución militar en un mapa. Ni Celia ni Ernesto imaginaban entonces que el niño que hacía apuntes sobre guerras pasadas, se convertiría en uno de los líderes más capaces de la lucha armada por la independencia de Cuba y en paradigma de la justicia para el resto del mundo.

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Comentarios  

# champay 14-06-2019 13:41
Gran reseña sobre este importante dia para la historia de cuba sigue asi claudia
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# Claudia 14-06-2019 22:04
Gracias, eso intento. Saludos!
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