Abunda pero es finita
- Por Maribel Flamand Sánchez
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El ahorro de agua es vital para la sociedadUn anuncio televisivo exhibe imágenes deprimentes sobre las consecuencias de la sequía en lugares no identificados pues lo importante es el efecto que esas reproducciones causen en el televidente.
El recurso audiovisual muestra también una convocatoria al uso racional del componente más abundante de la superficie terrestre pero cada vez más limitado.
De entre los acomodados frente al Atec-Panda alguien manifiesta iracundo: “De qué ahorro me hablan si yo recibo el agua cada 14 días y hasta más”. Se entiende el malestar del televidente, pero el uso racional de cualquier recurso, dependiente de la naturaleza directa o indirectamente, debe ser norma para toda persona viva donde viva u ostente la posición económica que ostente, pues el despilfarro y la tendencia a adquirir, gastar y consumir bienes de manera desenfrenada está llevando a la humanidad a la destrucción del planeta.
Pero volvamos a Holguín y las disponibilidades de agua para el abasto a su población. Transitamos por el tercer mes de la temporada seca o poco lluviosa, las precipitaciones son escasas y la tendencia del agua almacenada en las presas es a su disminución. ¿Quién podría asegurar que entre abril y noviembre (período lluvioso) las precipitaciones sean suficientes como para revertir esa propensión?
Las memorias de 2015 son cercanas. Entonces padecimos una sequía severa que llevó a acuíferos como Cacoyugüín, uno de los tres que abastece a la ciudad de Holguín, a su punto muerto. Gibara y Güirabo funcionaron gracias al agua que se les trasvasaba. Miles de holguineros padecieron una limitación drástica del líquido que les llagaba sólo a través de carros pipa.
El 2018 cerró con presas en excelente estado, como la Mayarí, totalmente llena y Cacoyugüín, Santa Clara, Nipe, Colorado y Jagüeyes por encima del 86 por ciento de su capacidad de llenado, pero otras como Las Lajas, Santa Inés y Bío no llegan siquiera a 50 por ciento y otras ocho no rebasan el 75 por ciento establecido como valor útil, entre estas, dos de las que distribuyen el agua a la capital provincial, Güirabo y Gibara, con 57 y 53 por ciento, respectivamente.
La situación ubica a Holguín entre las provincias, junto a Sancti Spíritus y Villa Clara, con mayor cantidad de presas disminuidas por falta de agua, pero también se ubica, al igual que Sancti Spíritus y Guantánamo, entre las de mayor cantidad de personas -5 mil 309- imposibilitadas de obtener el líquido por las vías habituales.
La única manera para contribuir con su durabilidad desde casa o el centro laboral es ahorrándola, de lo contrario estaremos contribuyendo para que ese ciclo de 14 días se duplique o desaparezcan las entregas a través del acueducto, como ocurrió en varias zonas de esta ciudad en el 2015.
