Rescatar valores

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“Cambiar todo lo que debe ser cambiado”, dijo Fidel en su último  concepto de Revolución. El Comandante en Jefe valoró la importancia de  poner la sociedad cubana a nivel de su tiempo, es decir siempre en una  constante actualización.
 
Para renovarla y hacerla equivalente a la época, lo primero es revisar  y eliminar o transformar todo el funcionamiento de aquello en lo cual  no coincide la utilidad con la realidad.

Dentro de esas cosas necesitadas de contemporizarse están muchas  gestiones. A veces se piden documentos inservibles a la luz de  nuestros días, cuyo único significado es hacerle pasar trabajo y  mortificación a la gente.

Es altamente lamentable exigir algo y al menos no crear las mínimas  condiciones, para poder cumplirlo, ya sea por escaseces materiales u  otros motivos.

Lo que no se justifica es introducir el maltrato en esos trámites,  usar un tratamiento grosero con las personas y herir su dignidad o  autoestima, sin importar la edad.

Confesó alguien involucrado en dicho proceso: “soy un profesional de  respeto en mi barrio y en mi centro laboral, pero me sentí como un  muchacho malcriado, al que le dan nalgadas por su comportamiento”.

No coincide el país que queremos construir con tales conductas  impropias. Por un lado, la dirección de la nación llama a la
sensibilidad, a la necesidad de reflexionar nuestros pasos para ganar  en el buen hacer y por otro, algunos hacen lo contrario, están  anclados en el tiempo, aferrados a una forma esquemática y rígida,  agresivos, engreídos y nada que ver con el humanismo característico de  nuestra sociedad.

Construir un mundo más avanzado para vivir, donde sobresalga la  decencia y el trato correcto a las personas es una tarea de todos. Si  en alguna parte eso falla se dilata más la misión conjunta de edificar  una sociedad mucho más humanista.

Junto al despegue económico, que implica perfeccionar la alimentación  del pueblo y crear mayores riquezas, se impone el trabajo con las  formas utilizadas por la gente con los otros, el marco de respeto  establecido y el cumplimiento del deber. La lógica de lo que se pide  es un requisito permanente.

El llamado al rescate y fortalecimiento de los valores pasa por esa  necesaria condición de cómo somos y nos comportamos para con los  demás. La preocupación del tipo de seres que queremos define la  cotidianidad, por tanto, no es utopía aspirar a hombres y mujeres  educados, cultos, honrados, sin autosuficiencias, responsables,  medidos o recatado.

El socialismo próspero y sostenible proyectado incluye la  transformación de los individuos, para hacerlos cada vez mejores y  precipitados para hacer feliz a sus coterráneos.
 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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Comentarios  

# Rolando 13-11-2018 19:26
Somo capaces de hacer lo increíble,de comernos al mundo....pero no lo sencillo,lo cotidiano.
Hay que limpiar nuestra casa,hay que amar primero a nuestro barrio,nuestra patria chica.
Ética y responsabilidad en nuestra tarea laboral...y como núcleo de familia.
Ser mas espirituales es una necesidad permanente.
No olvidar la historia(de carne y hueso.
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# Holguinero 14-11-2018 17:43
Estimada Hilda, siempre leo sus comentarios pues encuentro en ellos sabiduría e instrucción. Considero que, para hacer realidad el concepto de Revolución, en nuestro país tienen que suceder, más rápido que despacio, una serie de transformaciones que contribuyan de manera decisiva al rescate y fortalecimiento de valores.
La laboriosidad, ese valor que aprendemos de niños en las casas y escuelas, no puede verse afectada por la incompetencia de dirigentes del Estado que, aferrados a una realidad económica que no se corresponde con la época actual, se oponen a transformar los salarios e ingresos del trabajador cubano. No es posible que un médico siga percibiendo menos que un plomero o albañil, con respeto para las personas que realizan tan importantes oficios. No es posible que un vendedor de carne de cerdo se ufane, con la billetera colmada, de la austera cartera de un ingeniero. Imposible que un chofer de alquiler se pase un fin de semana en un hotel mientras un abogado, un maestro, un profesor de universidad o un médico, no puedan ni pagar el pasadía.
Hay que cambiar lo que no funciona, si se quiere que los profesionales no sigan emigrando para oficios de menor calificación ( el Estado incurrió en un gasto significativo para formar a dicho profesional) o para el extranjero en busca de mejoras económicas.
Valores como cortesía, educación formal y respeto se pierden por el poder económico que van adquiriendo personas que desdeñan el estudio y apuestan a la solución de problemas con la billetera en la mano. Personas mediocres que hacen cada día de la vulgaridad lo elegante. Es lógico entonces, que una persona luego de ingerir abundante cerveza en una "carpita", crea correcto orinar en un parque o una esquina poco iluminada.
Si, como sociedad, no somos capaces de actuar, desde la superestructura, entonces estamos condenados al fracaso. Hasta ahora el enemigo imperialista ha mantenido su porfiada estrategia arraigada a lo más vetusto de la guerra fría, aconsejado por asesores que han hecho del problema cubano una fuente de riquezas, pero ya hubo un presidente norteamericano que cuestionó esta política y enarboló ideas que sí pueden hacer mella en la resistencia del pueblo cubano. El retroceso actual es lógico, parte de la natural resistencia a los cambios, pero luego se verá llegar una era de cambios hacia Cuba, con el fin, declarado por el mismo Obama, de destruir la Revolución y lograr una transición en Cuba hacia el capitalismo. Entonces, hay que impulsar cambios que generen prosperidad y buen vivir al cubano, al trabajador honesto, al profesional que dedicó horas al estudio y formación. El vago y el antisocial tienen que desaparecer de los espacios hoy arrebatados a los trabajadores.
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# Ventura Carballido 14-11-2018 21:24
Hilda que bueno el abordaje tan atinado sobre males que lamentablemente los tenemos dentro con sus conscuencias negativas. En estos dos parrafos suyos esta la escencia del recurrente tema "'Construir un mundo más avanzado para vivir, donde sobresalga la decencia y el trato correcto a las personas es una tarea de todos. Si en alguna parte eso falla se dilata más la misión conjunta de edificar una sociedad mucho más humanista.

Junto al despegue económico, que implica perfeccionar la alimentación del pueblo y crear mayores riquezas, se impone el trabajo con las formas utilizadas por la gente con los otros, el marco de respeto establecido y el cumplimiento del deber. La lógica de lo que se pide es un requisito permanente.
Las reglas de cortesia y de buen trato o lograr el siSi hacemos una valoración del comportamiento de las personas en muchos puestos de trabajo, o en los vínculos interpersonales en la comunidad o en otros sitios, en un alto por ciento, lamentablemente, vamos a encontrar, que se incumple con sus deberes de ciudadano, en respeta las leyes y deberes de contribución al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad. Sin perjuicio, por ‘’suerte’’;que no son todos los casos, en la cultura es algo más que erudición, es algo que se vincula con el civismo, con el comportamiento ordenado
y responsable dentro de la comunidad, donde se observan ausencia de esa práctica. Para que la sociedad fluya tal como lo tenemos previsto en nuestras conceptualizaciones, debemos resolver esos males, que algunos piensos por el anclaje en la conducta humana pueden ser irreversible.
El rescate de valores, no puede ser una consigna, sino un plan de acción y de satisfacción cultural, que nos permita ir saliendo de ese aprieto.
El sivismo en que nos educamos los que peinamos canas. Se esta perdiendo mi amiga. La mentira. La justificacion.La inaccion. Las Violaciones diversas. parece son cosas que nadie el pone n el cacabel a es gato. La felicito Hilda por el trabajo, usted siempore dando en la diana.
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