Servidor público
- Por Hilda Pupo Salazar
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La lectora Josefina Orquidea Navarro Góngora, ingeniera agrónoma, trabajadora de Seguridad y Protección Sepro, plantea, a esta columna, una historia de maltratos, falta de profesionalidad e insensibilidades, de las cuales fue víctima.
Sus planteamientos sobre tantas insensibilidades recibidas, de quienes están para servir con buen trato y total calidad, como características en nuestra sociedad, me hizo escribir de la validez e importancia de ser responsables y muy respetuosos en el trato para con los demás.
No basta cumplir el horario laboral ni utilizar la mejor tecnología si se actúa mal, eso no es cumplir y mucho menos eficiencia, tan requerida en estos tiempos. Con calidad se propicia bienestar a quienes va dirigida la acción y gana prestigio el centro prestador de esos actos.
La eficiencia se define como la relación entre los recursos utilizados en un proyecto y los logros conseguidos con el mismo. Es cuando utilizan menos recursos para lograr un mismo fin o cuando alcanzan más objetivos.
Dentro del concepto productividad existen una serie de términos que hay que tomar en cuenta: tecnología, organización, recursos humanos, relaciones laborales, condiciones de trabajo, cultura comunicacional y calidad.
El comportamiento decente y respetuoso definen las características de quienes ejercen una determinada función. Lo peor que nos podía pasar es ser petulante y creer merecimiento por nuestra labor, aunque sea una chapucería.
La excelencia en el servicio es una estrategia que nos permite enfocar nuestros esfuerzos, para hacernos útiles. Las claves de la productividad empiezan por ahí. El éxito del centro, la satisfacción, fidelidad a quien nos atiende y la reputación se logra con una excelente entrega.
Un buen trabajo es también aquel en el que logran mantener las motivaciones y saber valorar a los demás. Muchas unidades se distinguen por la excelencia del colectivo, con total motivación y sinergia.
Si deseas mostrar que eres la persona idónea para ocupar el puesto de trabajo es necesario realizar las tareas con absoluto compromiso, deseos, entusiasmo, puntualidad y, como servidor público, saber desempeñar sus funciones con cortesía, honestidad, sensibilidad y total prestigio.
Un proverbio anónimo dice “Un hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.”
