Historia de la llegada del primer automóvil a Holguín

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AlmendronesLos almendrones son autos de décadas pasadas que circulan por las calles holguineras.
 
En tiempos en el que los tradicionales moskvitch, ladas y almendrones transitan por las calles de la ciudad de Holguín acompañados por otros modelos de fabricación actual como los audi, renault y kia rio de gran popularidad debido a lo atractivo de sus diseños y variadas prestaciones tecnológicas; pareciera demasiado lejano imaginar el día a día en la ciudad oriental hace más de un siglo cuando el transporte de la población se subordinaba exclusivamente a la tracción animal a través de quitrines, calesas, volantas y carretas.
 
Fue justamente en esa época cuando la llegada del primer automóvil a Holguín causó el asombro y admiración de todos sus habitantes, según cuentan las investigadoras María Julia Guerra y Ángela Peña Obregón en su libro “Pasajes Holguineros”.

Los responsables de este suceso fueron los hermanos Freixas, quienes se estima trajeron en el año 1903 el automóvil desde la ciudad de New York en los Estados Unidos a través del municipio costero de Gibara, cuya travesía entre ambos puertos se realizaba en cuatro días por medio de vapores.

Su dueño fue el norteamericano residente en Holguín Mr. John Giles, quien lo manejaba mediante un receptáculo recto, el auto alcanzaba una velocidad máxima de 33 kilómetros por hora y como combustible usaba la benzina, el cual para adquirirlo debía desplazarse hasta La Habana.

Tiempo después inició su deterioro por falta de piezas de repuesto y en el año 1912 entraron a la urbe los primeros “fotingos” o “tres patàs” –como se le conocieron popularmente a estos vehículos- que provenientes de Francia se le denominaba así en un intento “a lo cubano” por castellanizar la frase “foot it and go” o simplemente como abreviatura de sus funciones principales “embrague, freno y acelerador”.

La aceptación y popularidad de estos “nuevos” medios de transporte obligó al Ayuntamiento Holguín a aprobar un conjunto de tarifas para el uso de autos de alquiler en las zonas urbanas cuyos límites establecían al Norte: las faldas del cerro de la cruz, al Sur: confluencias de los ríos Jigüe y Marañón que forman el rio Paso de Cuba; al Este: el rio Marañón y al Oeste: el rio Jigüe.

Firmada el 27 de septiembre de 1928 por el alcalde municipal Dr. Antonio Infante Maldonado entró en vigor el primero de diciembre de ese mismo año y valoraba en cuatro pesos el paseo en máquina de siete asientos en días festivos, mientras que un solo pasajero pagaría 20 centavos, y de traer más de un bolso como equipaje pagaría un medio adicional por cada bulto y después de las 11 de la noche la tarifa duplicaba su valor.

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Comentarios  

# Sandro Claro 19-11-2020 10:45
Intersante articulo.
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