¡Y me hice médico!

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medico nicaEl nicaragüense resultó el mejor graduado extranjero de la Graduación 42 de la UCMHo. Foto: Alexis del Toro
 
El joven nicaragüense Pedro Jared Cruz Castillo la gratitud la lleva a flor de piel. Y si habla, en cada palabra está implícito ese sentimiento noble de los que no olvidan cómo ha sido posible llegar a consumar sueños. Él es de los tantos agradecidos que andan por el mundo después de escalar alto tras seis años de estudios de una carrera universitaria en Cuba.
 
De Nueva Guinea, ciudad de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, en la República de Nicaragua, llegó a la Isla caribeña el 25 de febrero de 2013 para estudiar en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), institución nacida por idea del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, como parte de un programa de formación de recursos humanos, dirigido a dar respuesta a la necesidad de profesionales de la Salud en naciones hermanas.
 
Para lograr esa plaza tuvo que vencer un riguroso proceso de selección en su país entre muchos compatriotas. De los 10 elegidos ese año estuvo este joven menudo, proveniente de familia de campesinos pobres, padres divorciados y seis hermanos, cuatro varones y dos hembras.
 
Quizá de no haber logrado la beca para Cuba, el mejor graduado extranjero del curso escolar 2018- 2019 de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín (UCMHo), se hubiera dedicado a otras labores en su municipio de más de 45 mil pobladores y distante a unos 289 kilómetros de Managua, porque muy a pesar del empeño de su madre Juana del Carmen Castillo Toledo sería imposible matricular Medicina allá.
 
“Aunque nuestro Gobierno nos ha facilitado los estudios, los útiles escolares y libros de texto son caros y acá la literatura es gratis, actualizada y al alcance de todos”, comenta Pedrito con su Título de Oro apretado al pecho en medio del bullicio de los participantes en el acto de graduación de la UCMHo.
 
medicoN2La delegación del ICAP reconoció a tres egresados de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín, por activa participación en actividades de solidarias convocadas por ese organismo, entre ellos estuvo el doctor Pedro Jared. Fotos: Arnaldo Vargas Castro
 
Reconoce que a su Gobierno, liderado por Daniel Ortega, también le debe agradecer haber convertido una “escuela de señoritas” en el Instituto Nacional de Excelencia Académica Sandino, donde recibiera junto a otros contemporáneos una preparación muy alta que posibilitó la beca para Cuba, donde fue acogido como un cubano más, según afirma visiblemente emocionado por haber coronado su empeño y, precisamente, celebrarlo el 19 de julio, fecha muy significativa para los nicaragüenses.
 
Recuerda que los tres primeros años de la carrera los hizo en la ELAM y al momento de decidir en cuál otra Universidad de Medicina de la Isla terminaría la carrera, optó por Holguín por voluntad propia. “Tenía una profesora de Anatomía Patológica (doctora holguinera Nancy Ríos Hidalgo), que siempre nos hablaba de esta provincia y eso me fue motivando. Es una de las mejores decisiones tomadas en mi vida que hizo dar continuidad a mis estudios acá en septiembre de 2015”.
 
Afirma haberse sentido como “pez en el agua” en la UCMHo, la residencia estudiantil y la Ciudad de los Parques y no es para dudarlo por los resultados del doctor Pedro Jared Cruz Castillo. El joven de 27 años de edad recién cumplidos se tituló con 4,83 de índice académico, para así convertirse en el mejor graduado de otras nacionalidades; además mereció reconocimiento por su desempeño como alumno ayudante de Medicina General Integral y monitor de Anatomía Patológica.
 
En estos años a la vez que no perdía tiempo por aprender de la más diversa literatura médica se le vio participar en el Encuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en La Habana, en 2018; en eventos nacionales de estudiantes de Ciencias Médicas, jornadas y talleres científicos, galas culturales y múltiples actividades convocadas por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) y en las de la Federación de Estudiantes Universitarios, organización en la cual tuvo la responsabilidad de secretario de Comunicación y de becarios extranjeros.
 
Casi a punto de regresar al terruño donde lo esperan su madre y hermanos vuelve a embargarlo la misma nostalgia que lo envolvió cuando abordó el avión que lo traería para Cuba en 2013. Siente dejar este país del cual había oído hablar por primera vez en sus años de estudiante de secundaria básica y sabía de su líder por haber leído el libro Cien horas de Fidel, a partir del que interpretaron una obra de teatro en su escuela.
 
“Acá me sentí como un cubano más, acogí vuestra cultura como propia, amé la ciudad, me hice médico y hasta encontré el amor, por eso es difícil enrumbar hacia Nicaragua”, comenta sin obviar los planes más próximos.
 
Explica que después de unas vacaciones se pondrá a disposición del Ministerio de Salud de su país para cumplir los dos años de servicio social donde sea más necesario y, posteriormente, hará la especialidad de Cardiología. “Espero volver para hacerla acá en Holguín si me lo permiten, esa sería mi mayor aspiración, por la calidad de los profesores y especialistas que tiene esta provincia”.
 
A Pedrito le correspondió hablar en nombre de los extranjeros de 17 naciones egresados de la UCMHo y desde el púlpito, como médico de ciencia y con ciencia, agradeció a Cuba y a todos los que hicieron posible ese día, porque él como todos los graduados extranjeros eran “cubanos nacidos fuera de esta Isla a la que no será fácil de olvidar”.
 
 

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