“Absuelto”

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Foto: Alexis del ToroRafael Marrero acumula 40 años de experiencia como fiscal. Foto: Alexis del Toro
 
Deja la toga, cambia hacia el banquillo. Se somete al interrogatorio. Las pruebas están en una grabadora Panasonic RR-US450. Su nombre, Rafael Marrero Ramírez, alias Marrero, comparece en documentos claves como el Libro de Honor Laboral Nacional.
 
En su casa se ha encontrado el “Aldabón de la ciudad”, las distinciones: “Octubre Rojo”, “XVI Congreso de la CTC”, “XXX Aniversario del Sindicato de la Administración Pública”; los sellos “XX y XXX Años en la Fiscalía” y los conmemorativos por los aniversarios 70 y 40 de la CTC y la UNJC, respectivamente; las medallas “XL Aniversario de las FAR”, “Hazaña Laboral”, “Jesús Menéndez” y “Enrique Hart”.

Elementos suficientes para “hacerle justicia”. Sus compañeros son “testigos”. La dedicación “juzga” en la “causa 40” (por los años de labor). Su “expediente” habla por sí solo, aunque, a su propio “juicio”, el amor al trabajo sea su “cómplice”. Me ha tocado a mí asumir su “defensa”.

Escrito de Defensa

Público que pueda juzgar: Localidad: Holguín

No hace falta una máquina del tiempo para verlo. Chico, activo, siempre vinculado al deporte, monitor de muchas asignaturas, líder de la FEEM, cabecilla en las escuelas al campo; tanto que en la zafra del 71 obtuvo el bono de las 3 mil arrobas de cañas cortadas. Inquieto, serio, estudioso.

Un joven que, tras su paso por el Minint y dos meses como “pichón” de periodista, dejó la capital para volver a esta tierra que le vio nacer; pero con pasaje a la universidad de Oriente, en el vagón de Ciencias Jurídicas. Presidente de la FEU en la provincia de Santiago de Cuba y miembro de su Consejo Nacional. Siempre involucrado en tareas políticas.

PRUEBA #1 (Testimonial)

“Soy de procedencia humilde. Éramos ocho hermanos, uno falleció en un accidente, pero todos somos universitarios por la Revolución, por eso hay que ser agradecido.

El primer juicio que hice me marcó. El acusado era discapacitado, llevaba muletas. Era una situación de juegos prohibidos, cuando aquello se perseguía, pero más me impactó que el tribunal le pidió cuatro años, me quedé asombrado.

Cuando llegué a la fiscalía me preguntaron -¿habías hecho algún juicio antes? -No, -¡ahhhhh¡, tenías que haberlo dicho. -Así empecé. Ahora para un fiscal hacer juicio tienen que pasar seis o siete meses, cursos, diplomados, lo mío fue a hacha y machete.

Otra vez estaba en un juicio de pena de muerte, me llamaron que mi niño menor estaba en el círculo enfermo, tuve que abandonar la sala y otra persona asumir.

A veces uno se concentra en el proceso y no en el rostro de las personas. El otro día en la guagua un señor me miraba, me dijo, -no se acuerda de mí, - era un caso atendido hace más de 10 años, -soy el padre del muchacho que murió...pero yo sigo investigando...voy a ir a tal lugar, porque eso fue una confusión... -Le expliqué que tenía derecho a ir donde quisiera si tenía elementos nuevos.

A veces los asuntos se dan por terminados pero para cada quien su problema es el más grande, grave. La gente persiste, como es normal. Son situaciones que se dan”.

PRUEBA #2 (Sobre el lugar de los hechos)

“La fiscalía ha cambiado mucho, las condiciones han mejorado. No obstante, aunque antes se trabajaba más, había más sentido de pertenencia. En los años 79-82 debían existir 14 fiscalías por la cantidad de municipios de la provincia, pero había solo siete y con un fiscal. Permanecíamos sin dormir hasta las tres o cuatro de la mañana.

Como organismo tramitador su trabajo es controlar lo que está establecido, así que te forma ética e intelectualmente, te cuida, te controla y te hace persona. Para mí si un graduado de Derecho quiere tener una vida profesional plena debe empezar aquí. Ha sido mi hogar, mi escuela, mi satisfacción.

He tenido la oportunidad de participar en momentos difíciles. Primeramente en Cascabel, tratando de desposeer de bienes a la delincuencia de La Habana, casi todo era por la vía penal. Luego en Maseta, donde a quienes no podían demostrar sus bienes de forma lícita, se les confiscaban por el decreto ley 149 del 94. En Corasa, que era para enfrentar la droga, trabajé con la atención de quejas.

En realidad es el trabajo el que me ha permitido estar contento, me gusta la fiscalía, por eso me he mantenido en ella desde mis prácticas como estudiante”.

PRUEBA#3 (Del código, la evidencia…)

“Impartir justicia es cumplir con los códigos, pero no es una responsabilidad exclusiva del juez, si no hay cooperación de todos los organismos, testigos, personas que aporten pruebas... es muy difícil. La fuente principal es el pueblo.

Formalmente el tribunal puede impartir justicia y en realidad la justicia no ser justa. Para que se entienda, aplicar el código es lo establecido, pero, por ejemplo, si quien cometió el delito fue un viejito de 75 años, quizá por su edad no sea justo.

Mi departamento es el de Atención a la familia y asuntos jurisdiccionales, tiene que ver con temas de menores, personas adultas, revisiones penales... Esto último es lo mío. Los procesos cuando me llegan están resueltos, y al leer digo, si hubiese sido el juez lo hubiera absuelto o sancionado, depende el caso, pero el tribunal tiene la inmediatez, habla con el acusado, ve, aprecia si la persona está nerviosa y otras cuestiones que te dan detalles. La evidencia no es una prueba, pero un conjunto de ellas sí”.

Sobre otros “cargos”

Marrero ha sido “responsable” de diversos “cargos”, incluso dentro de la UJC y el Partido. Profesor, especialista en Derecho Penal, 16 veces Vanguardia Nacional del sindicato de la Administración Pública. Partícipe de diversos congresos: el I de la FEU, XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, III de la UNJC.

Durante 10 años fue fiscal de la Fiscalía General de la República, en la cual atendía los recursos de apelación y casación y las correspondientes vistas en la extinta Sección de lo Penal del Tribunal Supremo Popular, cuya sede estaba en Holguín y donde se evaluaban los asuntos inherentes a aquí y a las provincias de Las Tunas y Granma.
Por todo lo expuesto,

Suplico que teniendo por presentado este escrito de defensa se declare “absuelto”, la Fiscalía ya lo ha hecho. En Holguín, a los 8 días del mes de junio de 2019.

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Comentarios  

# VENTURA CARBALLIDO PUPO 05-06-2019 05:14
Hoy la periodista Yenny Torres Bermúdez se ‘’a puesto la toga’’ y ha impartido la justicia más clara, más profunda, más motivadora, y valiente e Inteligentemente a ‘’absuelto’’ a un justiciero, que no cambia su trato con las personas, aun con aquellos que hayan cometido hechos delitos. Sobre mi colega Rafael Marrero, en sus más de 40 años de experiencia como fiscal, y de su fecunda trayectoria, faltó contar más cosas; el valor ético de su padre quien con una humilde pero bonita labor enriquece la cultura del holguinero. Se omite que la Familia Marrero, fue estimulada dentro del Proyecto de Familias holguineras, y que recientemente publique en redes sociales una imagen de su progénie con una nota de su trayectoria de vida. Hoy voy a reconocer a algunas personas en mi cuenta de Twitter, y le daré un Twitazo a Marrerito al que lo felicito. Termino fijando dos párrafos del trabajo. que recogen el pensamiento de este estelar jurista, que le doy mucho valor.
‘’Impartir justicia es cumplir con los códigos, pero no es una responsabilidad exclusiva del juez, si no hay cooperación de todos los organismos, testigos, personas que aporten pruebas... es muy difícil. La fuente principal es el pueblo.’’
‘’ Mi departamento es el de Atención a la familia y asuntos jurisdiccionales, tiene que ver con temas de menores, personas adultas, revisiones penales... Esto último es lo mío. Los procesos cuando me llegan están resueltos, y al leer digo, si hubiese sido el juez lo hubiera absuelto o sancionado, depende el caso, pero el tribunal tiene la inmediatez, habla con el acusado, ve, aprecia si la persona está nerviosa y otras cuestiones que te dan detalles. La evidencia no es una prueba, pero un conjunto de ellas sí”.
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# Miladis Pacheco Padrón 05-06-2019 12:22
Felicidades Marrero. Qué lindo artículo, su trayectoria es preciosa. Fiscales como usted siempre serán paradigmas para las nuevas generaciones.
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