Una vocación eléctrica

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electrico 1Jorge Luis Rodríguez Acosta. Fotos: Bertha Fuentes Breff

“¿Chofer o electricista?” se preguntaba en su infancia Jorge Luis Rodríguez Acosta, al proyectar su futuro laboral en la adultez. Llevar las riendas de un vehículo resultaba tentador, pero su devoción por cables y circuitos lo hizo escoger una formación afín a su segunda alternativa de vida.

Graduado de Técnico Medio en Electrónica, este joven se desempeña, hace poco menos de un año, como Eléctrico de Máquinas y Herramientas en la Empresa del Níquel Comandante Ernesto Che Guevara, del municipio de Moa, a la que considera como un espacio de superación y crecimiento personal.

“Un día, de casualidad, mi actual jefe de brigada observó mi desempeño, en mi puesto de trabajo anterior y me contactó para saber si estaba interesado en ser parte de la “Ernesto Guevara”. Aquello significó mucho para mí y no dudé en aceptar.

“Siempre me ha gustado la electricidad, desde niño. En la familia tenía como referente a mi tío mayor, eléctrico, como también se le conoce al oficio, en la Empresa Comandante Pedro Soto Alba, así que la vocación venía de cerca”.

Jorge Luis integra el grupo que tiene la responsabilidad de dar mantenimiento eléctrico a todas las máquinas y herramientas de la entidad, según el plan del mes. Es consciente de la seriedad de su cometido, pues repercute, de forma directa, en el funcionamiento y consiguiente productividad.

“Algunas máquinas son bastante antiguas por lo que, como suele decirse, hay que estar arriba de ellas, velar porque no presenten desperfectos y, de presentarlos, ser capaces de solucionarlos con efectividad. Nos tomamos muy en serio nuestro papel”.

“Hacemos un muy buen equipo”, afirma al referirse a sus compañeros de trabajo, con los que comparte el día a día, en medio del ajetreo de la “Ernesto Guevara”. Asegura que el compañerismo es esencial, en todos los escenarios laborales.

electricoM 2Junto a sus compañeros de trabajo.

“Siempre trabajamos juntos. Conformamos la brigada de Reparaciones de Máquinas y Herramientas y, cuando hay que cumplir con nuestro deber, acudimos un eléctrico y dos mecánicos. La unidad es un elemento básico, pues, gracias a ella, nuestra industria niquelífera se mantiene a la vanguardia”.

El joven técnico es consciente del valor de la creatividad, la voluntad y la ciencia para materializar innovaciones, en un contexto donde las piezas de repuesto pueden ausentarse más de lo previsto y los años caen a toda prisa sobre varios equipos industriales.

“La innovación es clave, pues la adquisición de piezas se dificulta, además de factores económicos, por lo antiguo de nuestras máquinas. Ese es otro de nuestros objetivos: ser capaces de sustituir elementos que no están en existencia en nuestros almacenes, y que demanda nuestra Empresa para su óptimo desempeño”.

En correspondencia con la enseñanza martiana, “Hacer es la mejor manera de decir”, él y otros compañeros dieron muestra de su capacidad creativa, con la recuperación del circuito eléctrico del mecanismo de corte de la Cizalla CZM-206, herramienta indispensable para responder a las necesidades de reparaciones y fabricaciones de equipos, vinculados a los niveles productivos de la institución.

“Junto a dos compañeros comenzamos a documentarnos en Internet sobre las posibilidades de variar el sistema de límite de corte hasta que, finalmente, encontramos uno con bastante similitudes al nuestro y concebimos algunas adaptaciones. Hacía alrededor de dos meses que la Cizalla estaba detenida y, gracias a la innovación, hoy se mantiene activa.

“Los tres hicimos posible ese resultado, dedicamos tiempo, nos documentamos y no nos cansamos de probar, hasta que lo logramos. Luego, se me ocurrió socializar esa experiencia en una jornada científica, a nivel de centro, protagonizada por los jóvenes”.

electrico3El joven presentó su trabajo en la jornada científica.

En ese contexto fue reconocido por el jurado y, posteriormente, por un colectivo agradecido y orgulloso de presenciar el crecimiento de sus pinos nuevos que, con su aporte y sentido de pertenencia, tienen en sus manos el futuro de esa industria moense.

“Fue muy importante que reconocieran nuestro trabajo, es la primera vez desde que estoy en la Empresa. Espero continuar esa línea y apostar por la innovación en otras áreas. Tengo algunas ideas y muchos deseos de hacer”.

Sobre el papel de las nuevas generaciones en la Cuba de hoy, enfatiza en la importancia de que sean parte de todos los procesos y de fomentar el amor al trabajo, desde edades tempranas, como garante de estabilidad en los centros laborales a largo plazo.

“Hay que exhortar a la preparación y el esfuerzo de la juventud y echar pa’ lante nuestro país. Es necesario hablar más de las ventajas de la innovación hoy día y, desde las prácticas preprofesionales, ayudarlos a enriquecer su formación para que sean mejores y alcancen mayores resultados”.

A la Empresa que lo acogió y lo dotó de nuevas habilidades, la define como un espacio “para continuar la adquisición de conocimientos”. Al referirse a la entrega necesaria para incentivar su avance, plantea que está dispuesto a brindar “todo el apoyo que haga falta”.

El motor que lo impulsa a nunca detener su superación es su pequeña hija. A ella dedica todos sus logros. “Me inspira a trabajar duro, tal como alentó en una ocasión el General de Ejército, Raúl Castro Ruz. Quiero enseñarle a ella todo lo que pueda y formarla para que sea una persona de provecho”.

Amante de la electricidad y la electrónica, es exponente de una firme voluntad, en parte, debido a una vocación arraigada en sus venas desde la niñez. Jorge Luis es uno de los muchos comprometidos que, desde su pedacito, aporta cada día al futuro de nuestro Isla.

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