Un Ángel de las carreteras

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chofer ángel carretera 1Ángel Ricardo Pérez Prat, chofer de la (UEB) Transporte Escolar de Holguín tiene más de tres décadas en el sector con notables aportes y resultados. Fotos del autor

“Brindar un servicio público implica conjugar muchas cualidades para tratar de quedar bien con la mayor cantidad de personas, aun sabiendo que resulta difícil cumplir ese objetivo con el ciento por ciento de los clientes”, así piensa Ángel Ricardo Pérez Prat, chofer de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Transporte Escolar de Holguín.

Su humildad, sencillez, honestidad y mediana estatura, fueron motivos suficientes para que amistades y familiares lo bautizaran como “Angelito”, el hombre introvertido de muchos amigos, que se convierte en salvación de cientos de transeúntes en Holguín.

Típico de las personas formadas en las zonas rurales, la sensibilidad que caracteriza al experimentado conductor, constituye una cualidad necesaria para prestar un buen servicio en la transportación pública.

Frecuentemente lo vemos trasladando estudiantes o trabajadores del municipio de Urbano Noris hacia Holguín o viceversa, porque desde pequeño se vinculó a la tierra del coloso azucarero. Sin embargo, sus primeros llantos se escucharon en el municipio de Banes y de niño, sus padres viajaron a San Germán.

Los estudios primarios y secundarios los realizó en el poblado de San Germán, mientras el preunversitario lo cursó en el Instituto Técnico de Holguín (ITH) Calixto García Iñiguez, donde se graduó como técnico medio en diseño de dispositivos y herramientas.

Al culminar su etapa de estudiante cumplió con el Servicio Militar Activo en la República Popular de Angola, con resultados satisfactorios, donde alcanzó la medalla Primera Clase y “Victoria Cuba Angola”.

“Cuando terminé en Angola comencé a trabajar en el molino de piedra del poblado de San Germán, pues era el centro laboral que más cerca quedaba de mi casa, allí me desempeñé como ayudante y luego como soldador”, agregó Angelito.

Señala el destacado chofer que llegó en el año 1991 a Transporte Escolar, aunque no para montarse al volante, sino como controlador de mantenimiento de equipos en la UEB de Urbano Noris. Con el tiempo trabajó en el taller como electricista, mecánico, chapistero y hasta dirigió la UEB del municipio, ante la ausencia temporal del director.

Esas experiencias por distintas áreas te han permitido desarrollar diferentes labores hoy...

Siempre he sido un hombre de práctica, no me gustan mucho las oficinas, aunque tuve que cuadrar caja, hacer cierres contables, no obstante, prefería estar la mayor parte de mi tiempo en los talleres, debajo de los carros, buscándole solución a los problemas de esos medios.

¿Cuándo decides definitivamente montarte en una guagua como conductor?

En el año 2005 decido dedicarme a manejar y asumo un ómnibus marca Girón, pero había que reconstruirlo casi completo, porque prácticamente estaba en condiciones de darle baja.

Me sacrifiqué y lo puse a trabajar en una primera etapa, posteriormente hice una reparación más amplia, cuando debí cambiar todo el sistema de dirección y frenos, pero llegó el momento que el chasis no dio más y hubo que buscar otra alternativa.

En la base de Holguín había un ómnibus marca Paz, fabricado en Rusia en el año 2004, remotorizado, le faltaban unas cuantas partes, se encontraba en muy mal estado técnico, por lo que estaba en una esquina del taller, luego de trabajar varios años en La Habana.

Entonces me mostraron la guagua marca Paz, que trabajó durante un año en Holguín, pero ya estaba muy mal, aunque en mejores condiciones que la Girón que yo tenía, la cual se propuso a ser baja y es cuando decido montarme en la “Pacita”, como le decimos.

chofer ángel carretera 2 En solo siete meses reconstruyó una guagua ahorrándole más de 40 mil pesos a la entidad.

¿De dónde procede esa pasión por conducir ómnibus?

A mí siempre me gustó la mecánica, desde pequeño me propuse aprender bastante en estos temas y cuando a una persona le gusta algo, los conocimientos se adquieren más fácil. Si había que hacer mecánica, electricidad, chapistería, soldadura o algo vinculado a los talleres, yo estaba allí.

No fue una pasión que mis padres me inculcaron ni nada por el estilo, porque mi papá trabajaba en la Empresa Pecuaria, atendiendo animales y adentrado en el mundo de la agricultura y mi mamá fue ama de casa, o sea, que no fue un conocimiento inculcado.

¿Qué características y cualidades debe tener un chofer de transportación pública?

Un chofer ante todo debe sensibilizarse con los pasajeros, que lo distinga el humanismo, no maltratar a nadie, estar dispuesto a ayudar a todo el que pueda, mantener una ética profesional y, sobre todo, hacer el trabajo con amor. Cuando usted se identifica con lo que hace, el servicio sale bien.

A veces usted va por la carretera y ve una persona mayor, una mujer sola o con niños, un adolecente, y la conciencia no te deja tranquilo si continuas el trayecto, sabiendo que tenía capacidad en la guagua. Eso requiere de mucha sensibilidad para con otras personas. Me he caracterizado por eso y el resultado lo recibo en la calle con saludos y agradecimientos.

Háblame del trabajo en la guagua Paz

Al entregarme este ómnibus me lo llevé para San Germán y comencé por la parte mecánica, luego la chapistería del techo, porque el carro lo habían remotorizado, pero había que hacerle un completamiento de piezas y trabajar fuertemente en la chapistería.

Todo eso, sin dejar de trabajar en la Girón, o sea, que cumplía con mi trabajo y en el tiempo libre me dedicaba a armar la Pacita, hasta que desactivé la guagua vieja para entregarla y conformar la nueva. Dos carros de procedencia rusa, pero de modelos completamente diferentes.

Este proceso, que duró aproximadamente siete meses, no fue el simple trabajo de desarmar y armar un ómnibus, sino que fue más complejo de lo que pensé, porque, por ejemplo, tuve que adaptar el parabrisas trasero de la Girón para ponérselo en el frente de la Pacita, complementé el falso techo con cartones de huevo para reducir el vapor dentro de la guagua, el modelo de los asientos hubo que restructurarlo al igual que el sistema eléctrico original, que estaba diseñado en la parte superior del puesto del chofer y con algunas innovaciones, lo llevé a la pizarra, porque tampoco tenía todos los recursos para este carro.

El sistema de ventilación se recuperó, pues se había clausurado porque tenía algunas piezas rotas, pero era necesario, o sea que gracias a muchas amistades y a las innovaciones que hice, pude rescatar un carro que también estaba listo para la chatarra.

Esta reconstrucción la presenté en el Fórum de Ciencia y Técnica del sector, con el que alcancé reconocimientos.

¿No es la primera innovación?

No. He presentado muchos trabajos en fórum de ciencia y técnica, tantos que no los tengo contabilizados, pues al poco tiempo de haber iniciado en Transporte Escolar, comencé a hacer innovaciones, pero el último trabajo que presenté, este año, fue la recuperación del ómnibus Paz, una labor ardua que ahorró a la empresa, antes de la COVID-19, más de 40 mil pesos.

En estos momentos hubiera sido superior. Esa inversión no se hizo porque no había recursos y pudimos resolver el problema con innovaciones de una guagua para otra y piezas que armé con otros artículos caseros.

Hoy brindamos servicios generalmente al sector de Educación en el municipio de Urbano Noris, pero también lo hacemos en la capital holguinera. Además, durante el periodo de pandemia trabajé en la guagua con trabajadores de la salud de mi municipio y de Holguín.

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Flabio Gutiérrez Delgado
Author: Flabio Gutiérrez Delgado
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Licenciado en Comunicación Social. Soy un ferviente apasionado del mundo deportivo, atrapado por la magia del fútbol, pero no descuido la cultura general y siempre estoy dispuesto a aprender algo todos los días, cuando no lo hago, siento que he perdido el tiempo.

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