“Banco” de amor para la vida
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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La labor es ardua y compleja, pero tiene como recompensa la posibilidad de alimentar a los niños, cuyas madres no pueden hacerlo, y que los pequeños aumenten de peso con todas las garantías.
Desde principios de 2012, el Banco de Leche Materna (BLM), Luz para la Vida, de Holguín, facilita la extracción, procesamiento (pasterización) y conservación de la leche de parturientas sanas donantes de sus excedentes, para luego ofrecerlo a infantes con menos de mil 500 gramos de peso, principalmente, aunque también para los operados debido a malformaciones gastrointestinales y otros problemas.
Este BLM está especializado en la recolección de la leche, su selección, clasificación, pasteurización, control de calidad, almacenaje y distribución bajo prescripción médica, toda vez que se logra sensibilizar a las madres de aportar el alimento, rico en vitaminas, grasa, carbohidratos, enzimas, sales minerales, proteínas y otros nutrientes propios de ese producto natural y muy beneficioso para los niños, en específico en la evolución de enfermos en estado grave.
A un costo de 25 mil dólares y como resultado de la cooperación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el BLM ha propiciado no solo protección segura para los necesitados de ser alimentados en el hospital Lenin, sino que también ha llegado, en determinados momentos, a otros centros, como el pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja.
Después del proceso de extracción, selección, clasificación, pasteurización y control de calidad de la leche, se conserva en frío para utilizarla de acuerdo con la demanda.
De tal manera en poco más de una década de existencia esta unidad ha constituido un pilar importante en el Programa de Atención Materno Infantil (Pami) de la provincia, a partir de estar enclavado en el hospital universitario Vladimir Ilich Lenin, donde más partos se realizan en Cuba, una cifra superior a los 20 diarios, como promedio, aunque en la última etapa haya una disminución en el número de nacimientos.
Sin embargo, hoy una de las fundadoras del BLM, la enfermera Ninfa Rosa Gómez, no está totalmente conforme con los resultados generales logrados en los últimos tiempos, porque no se aprovechan al máximo las potencialidades existentes en la provincia, al no existir correspondencia entre mujeres incorporadas al programa con la cantidad de partos realizados al año en general y en específico en el “Lenin”.
El acto de donación del excedente de leche es voluntario y las madres lo hacen si están sanas.
De igual manera la tecnología instalada y el recurso humano especializado de esa unidad asegurarían procesar y conservar toda la leche que les llegara.
Por ejemplo, de enero al 20 de junio de 2022 apenas sumaron 117 las madres donantes, cuyos aportes en leche se tradujeron en un poquito más de 19 litros, que una vez procesados resultaron unos 17, para así beneficiar a 21 niños hasta ahora.
Todas las mujeres que en ese período apoyaron el programa fue mientras estuvieron en el hospital; sin embargo, si ellas una vez en su domicilio hubieran querido seguir aportando, a partir del principio de voluntariedad, esa oportunidad se perdió, porque no se les propició la recogida ni se les habló de cómo funciona este proyecto con alcance en la atención primaria de salud.
“Ha faltado mayor promoción y concientización de este decisivo proceso hasta la comunidad, los consultorios, municipios y otros hospitales donde se realizan partos o hay madres de hasta un año de paridas con excedentes y en disposición de continuar con su contribución, como en el Pediátrico”, explicó Ninfa.
Fotos: Luly Legrá.
Por eso afirma que “necesitamos más acción por parte de las promotoras de Salud; de médicos y enfermeras de la familia, en los policlínicos y de todos los que puedan influir en esta tarea, para alcanzar los propósitos del BLM”.
La especialista significó que el Banco cuenta con los envases adecuados y demás recursos, así como con un carro para garantizar los recorridos fuera de la instalación sanitaria, dirigidos a la recolección de la leche de lograrse puntos de recogida muy bien delimitados.
En el Servicio de Neonatología del hospital Lenin se reconoce cómo muchos de los recién nacidos que reciben la leche donada logran aumentar alrededor de unos 50 gramos por día, hecho que conlleva a una evolución más favorable de los pequeños y por tanto una estancia menor en cuidados intensivos.
Durante los dos años fuertes de la pandemia de COVID-19 el BLM no detuvo su accionar, aunque sí fueron menos las madres donadoras, por lo cual resultó imprescindible recurrir más al banco de leche artificial, donde se prepara el alimento que no tiene las mismas propiedades a las del natural.
Por eso hoy en el BLM del hospital Lenin existen objetivos de trabajo concretos, en aras de rescatar el esplendor de los mejores años de este centro procesador, para que las madres se sensibilicen más con este programa, caracterizado por el altruismo y la solidaridad de quienes participan en él.
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