Girón: Donde cayó mi hermano se levanta la patria…
- Por Claudia Arias Espinosa
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El 17 de abril de 1961 cinco buques de guerra, escoltados por otras unidades navales y aéreas, emergieron en el horizonte. El miliciano José Ramón González Suco, que hacía guardia en la costa sur de Matanzas, fue el primero en ver sus luces rasgando la madrugada. Poco después, mil 500 mercenarios desembarcaron por Playa Larga y Playa Girón.
Era la Brigada 2506 y venían a concretar la Operación Pluto, organizada por la CIA durante la administración del presidente estadounidense Eisenhower. El plan, sin embargo, no contemplaba la capacidad del pueblo cubano para defender su soberanía. No bastó el alcance y las toneladas de armamento. La invasión fue derrotada en menos de 72 horas.
Al cabo de 60 años, para revivir y experimentar las emociones de aquellos días, ¡ahora! abre desde su archivo una ventana al pasado: rememora la cobertura de los hechos de Girón realizada por el diario holguinero Surco (órgano del campesinado cubano), bajo la dirección de Roger González y Roberto Pavón…
LA RESPONSABILIDAD DIRECTA RECAE EN EL GOBIERNO YANQUI
Esa cita, extraída de la intervención de Raúl Roa ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), encabeza las informaciones sobre los bombardeos a la base aérea de San Antonio de los Baños, la pista de Ciudad Libertad y el actual Aeropuerto Internacional Antonio Maceo.
“Atacan a Cuba porque saben que es la cabeza de los movimientos de liberación en América Latina”, asegura desde Pinar del Río el Ministro de Industrias, Ernesto Che Guevara. “No hemos tenido que lamentar muchas bajas”, informa el Comandante Raúl Castro, desde Santiago de Cuba.
Con la Milicia Nacional Revolucionaria (MNR) desplegada para resistir y rechazar cualquier agresión (los bombardeos fueron el preludio de la invasión por Girón), las Organizaciones Revolucionarias de Holguín se dirigen a los obreros, campesinos, jóvenes, mujeres, estudiantes y profesionales:
“Mantenerse alertas, con ecuanimidad y dispuestos a la movilización (…) Los sindicatos tienen que garantizar que sea cubierto el puesto que deje el obrero que sea movilizado como miliciano (…) La FMC debe movilizar Brigadas de Primeros Auxilios, de Defensa Civil y las Brigadas de Trabajadoras Voluntarias para garantizar la producción (…) Los Jóvenes Rebeldes deben disponer sus fuerzas para la vigilancia y enviar a los jóvenes aptos para empuñar las armas (…) Hay que economizar el combustible, el alcohol, la electricidad, los alimentos”.
MUERTE AL MISERABLE INVASOR
Exclama Surco, en inmensas letras negras, el 18 de abril, tras el desembarco de los mercenarios por Playa Girón y Playa Larga. A continuación, reproduce la alocución de Fidel Castro al pueblo de Cuba: “Tropas de desembarco por par y por aire están atacando varios puntos del territorio nacional al sur de la provincia de Las Villas, apoyadas por barcos y aviones de guerra. Se está combatiendo en defensa de la Patria Sagrada…”
Mientras, en la página cinco, las fotos de Heller revelan a las mujeres de San Germán manteniendo en marcha el central Urbano Noris, en tanto los operarios permanecen movilizados:
“Las esposas y familiares de los trabajadores del central han aprendido a manejar las distintas maquinarias azucareras (…) En el taller de fundición contemplamos a María Gallardo, una señora de 54 años. Se pone overoles de trabajo y esgrime las palancas de las máquinas de cortar acero (…) Otras mujeres, más jóvenes, no se quedan atrás. Las vemos en las plantas, atendiendo los chuchos, los dinamos, complicados relojes medidores que regulan el voltaje y los poderosos motores diesel”.
APLASTADOS LOS GUSANOS
“No duraron ni 72 horas los mercenarios que el imperialismo estuvo entrenando durante meses”, señala Surco en su portada del 20 de abril. A través del Comunicado No.4 da a conocer que el Ejército Rebelde y las MNR tomaron por asalto Playa Girón, el último punto de resistencia de los invasores.
En las páginas interiores, ya amarillas, se agolpan los titulares: Censura el pentágono las noticias sobre Cuba; El pueblo de Antilla jura Patria o Muerte; Condena la prensa inglesa la agresión imperialista; Jacobo Arbenz: Llama a los pueblos de América a detener la mano del invasor; Paralizado Chile en apoyo a Cuba…
Pero es imposible no volver a la portada, a las palabras de Fidel: “La Revolución ha salido victoriosa, aunque pagando un saldo elevado de vidas valiosas, de combatientes que se enfrentaron a los invasores y les atacaron incesantemente…”
… Donde cayó mi hermano se levanta el futuro (Fayad Jamis)
Fue la periodista María Julia Guerra quien me sugirió abrir esta ventana. “Ustedes no lo vivieron”, dijo y me indicó buscar el periódico ¡ahora! del 19 de abril de 1973. En aquellas páginas, todavía formato sábana, encontré a cuatro de los holguineros mártires de Girón.
Conocí a Armando Parra Góngora, el joven que creció en el campo, junto a su abuelo, y formaba parte de la Primera Compañía de Tanques de las Fuerzas Tácticas de Combate de Managua cuando ocurrió la invasión.
Luego, a Héctor Batista Peña, que de niño fue aprendiz de carpintero y mensajero de grupos revolucionarios. El artículo relata que murió “el 18 de abril, luchando contra los atacantes de Girón. Su cuerpo quedó carbonizado junto al de otro compañero, al lado del tanque que tripulaban”. Tenía 20 años.
Aunque la fotografía comienza a ceder su nitidez al tiempo, conozco también a Wilfredo Betancourt Arias, el joven que nació en el central Santa Lucía, en Cayo La Jagua y a menudo decía “papá, voy a ser revolucionario para defender a Cuba”.
Por último, al piloto Alfredo de Jesús Noa Díaz. Había nacido en 1941, en el central de Báguanos y desde niño quiso ser aviador. En mayo de 1959 se unió a las Fuerzas Aéreas Revolucionarias. Dos años después, en Girón, “murió como mueren los verdaderos patriotas, defendiendo lo que es más sagrado: la patria”.
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