La historia de una familia de historiadores
- Por Claudia Patricia Domínguez
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Los hermanos Pérez Concepción (de izquierda a derecha) Hernel, Hiram y Hebert. Foto: Cortesía de los entrevistadosLa familia Pérez Concepción oriunda de la localidad de Mir en el municipio holguinero de Calixto García tiene en la historia a su mejor aliada, pues los cuatro hijos fruto de la unión matrimonial de Manuel y Virginia, una humilde pareja conformada por un embarcador de plátanos y una ama de casa, quienes siempre se preocuparon por enseñar a sus hijos el valor de la lectura como fuente del conocimiento dedican su vida desde hace más de medio siglo al estudio y difusión de la historia como ciencia.
Estos talentosos profesionales tienen en su epicentro a Hiram, un hombre que tiene la dicha de ser profeta en su tierra, aun cuando la comunidad que lo viera nacer allá por el 1945 no fuera precisamente la ciudad de Holguín.
El amor por la conservación del patrimonio cultural lo acompaña cada día desde que descubriera su vocación de la mano del maestro José Agustín García Castañeda, prestigioso científico holguinero que contribuyó en gran medida al rescate de las memorias históricas de este nororiental territorio.
Su asesoría junto a la influencia que ejercieran mis padres, quienes a pesar de su baja instrucción se interesaban por el conocimiento de la Historia de Cuba, sobre todo, de los momentos que estaban viviendo el país en la etapa Republicana fueron decisivos en mi formación.
Sus primeros pasos en la ciencia fue como profesor de la Enseñanza Secundaria Básica, labor que combinó con la creación de un Grupo de Jóvenes Científicos, los cuales con el brío y el ímpetu que particularizan esta etapa realizaron diversas investigaciones arqueológicas, espeleológicas y naturalistas, resultados que más tarde se concretaron en la fundación de los museos de la ciudad.
Fue así como surgieron para el disfrute de holguineros y visitantes el Museo de Ciencias Naturales, La Periquera y la Casa Natal de Calixto García, en un esfuerzo por mostrar al pueblo sus raíces y tradiciones.
Este camino lo llevó luego a atender la sección de historia en la dirección provincial del Partido Comunista de Cuba, fungió como director del telecentro holguinero, hasta que en el año 2000 lo asignaran frente a la Oficina de Monumento y Sitios Históricos, ocupación que desempeña con gran esmero desde entonces.
Preservar el patrimonio cultural y natural, así como incentivar la creación del movimiento de historiadores de la territorio oriental se convirtió en la razón de ser de este ferviente holguinero que tiene en sus calles una madre a la que se entrega como solo lo hacen los hijos más fieles con absoluta devoción y respeto.
Algo similar ocurrió con sus hermanos mayores Hernán, lamentablemente fallecido, Hebert, Premio Nacional de Historia y profesor de la Universidad de Oriente desde que se graduara en el 1963 en la casa de altos estudios de Duke en el estado de Carolina del Norte en los Estados Unidos y Hernel -su hermano menor- profesor e investigador de la oficina de monumento en la urbe.
En mi caso- explicó Hebert- tal vez fui el más indeciso en el momento de escoger la carrera ya que también me gustaban las especialidades de las ciencias naturales y exactas pero el proceso revolucionario que sucedía en Cuba liderado por Fidel Castro terminó por reafirmar mi vocación.
La estancia en los Estados Unidos, nación a la que llegó para realizar sus estudios preuniversitarios fue bastante compleja, pues inició la educación superior en el 1959, circunstancia que lo convirtió en vocero del proceso revolucionario a pesar de las vicisitudes de la distancia.
Una vez en Cuba, comenzó su vida laboral en el periódico santiaguero Sierra Maestra, el cual estaba dirigido por el mayor de los hermanos y unos meses después fue contratado como profesor en la Universidad de Oriente, donde se desempeña en la actualidad.
La pasión que desde los primeros años envolviera a estos hombres no dejó fuera a Hernel, quien por ser el más pequeño en edad tuvo el privilegio de estudiar en una Cuba diferente, una que siempre puso a la educación como estandarte.
Me gradué en el otroro Instituto Superior Pedagógico José de la Luz y Caballero, donde ejercí el magisterio hasta el 2003 cuando por cuestiones de enfermedad tuve que dejar las aulas, y desde entonces me dediqué junto a Hiram a la conservación del patrimonio cultural.
Una rotunda afirmación es la respuesta para todos aquellos que osen preguntar si volverían a escoger a la historia como profesión.
“Con la historia viajas y te proyectas en el tiempo”, señaló Hernel, “la historia es la madre de todas las ciencias”, enfatizó Hebert y “con la historia se apela a la sensibilidad del ser humano”, argumentó Hiram.
