A Medina vuelve a acompañarle la suerte
- Por Nelson Rodríguez Roque
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Francisco Medina concuerda con muchos que consideran que los veranos olímpicos les echan de menos a las Morenas del Caribe, de máximo podio en 1992, 1996 y 2000. El tope de aquella generación del voleibol femenino de la isla se torna lejano, por lo que hay que acudir a la raíz, tratando de rescatar, en lo posible, sus éxitos.
“Los Juegos Escolares Nacionales son especiales. La sede es excelente. Tuve la suerte de estar aquí en 2018 y resaltan organización y escenario, pintado, y con un sistema de audio y pizarra electrónica de calidad”, comentó Medina, mientras observaba el choque entre pinareñas y capitalinas, correspondiente a la categoría escolar de la 60ta. edición 60 de la fiesta multideportiva.
Y, si se escucha de quien empezó a impartir justicia en estas justas de Cuba desde la década del ‘70, la credibilidad aumenta. El artemiseño, metodólogo de la Comisión Nacional, arribó a la Ciudad de los Parques antecedido por vivencias como la de la Olimpiada Atenas-2004, donde, al obtener la categoría de árbitro internacional, fue el principal en cuatro partidos.
¿Un certamen como este contribuye a que se rescate parte de la etapa dorada del vóley femenino cubano?
-En esos años nos fue perfecto en Juegos Olímpicos, porque las Morenas del Caribe siempre nos regalaron satisfacciones. Poder tener la posibilidad de competir mucho es lo que creo va a rescatar el legado de ellas. Asistí al evento el año pasado, que se celebró en Pinar del Río, y más del 90 por ciento de las atletas están aquí.
¿Cómo marcha la categoría escolar, donde se dan muchos tempranos pasos?
-No hubo Segunda División y los mismos equipos se presentan acá, en el Ateneo Fernando de Dios. Hay calidad, ya que solo dejan de repetir una o dos voleibolistas por elenco. Sí la estatura no ha mejorado mucho, pues escasean chicas de más de 1.85 metros. Sin embargo, en técnica se ha ganado. Estos planteles manejan bastante aceptables los fundamentos. En esta categoría, se suele permanecer por tres ediciones, con deportistas de entre 13 y 15 años de edad.
Pero si la estatura no acompaña habrá que buscar saltabilidad…
-Con respecto a la saltabilidad, esta es un problema natural, no obstante, se puede desarrollar y trabajarla, sobre todo en las EIDE, pero antes aparecían jugadoras, incluso en los sesenta, que sobresalían más por su poder de salto. En aquellos tiempos, la categoría era 12-13 años, 14-15 y juvenil, y en la actualidad nada más hay 13-15 y 16-18.
En cualquier plantel cubano de voleibol la defensa de campo ha quedado rezagada al compararla con el saque, ataque, bloqueo y hasta el pase. ¿Qué propone para que nuestras atletas sean mejores defensoras?
-Saque, ataque y bloqueo son aspectos en los que regularmente hemos sido destacados. Aunque suena más la defensa de campo para los asiáticos, ella igualmente llevaría muchas repeticiones y acrobacias, como capacidades coordinativas y de flexibilidad. Hay que realizar una labor de base, y la categoría pioneril es idónea para iniciarla, toda vez que ahí empieza la formación, que se sigue educando por etapas.Ya no aplicamos el sistema 4-2, por lo que en el 5-1se tiene que pasar bien, disponiendo de la armadora, el alma de una sexteta, la cual necesita especializarse y eso depende de la dedicación.