El swing perfecto, según Salomón
- Por Nelson Rodríguez Roque
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Héctor Salomón disputó 11 Series Nacionales como jugador. Fotos: Ariagna Rodríguez y Archivo.
Batear es difícil al “baon” (el típico “al flojo”) o jugando al cuadrito. Caerse de los .300 de average o irse por encima equivale a entender, en una marca, quién hace de sus brazos el pie goleador o quizá el puño que noquea. Te pones exquisito, le buscas definición, y se le califica como un arte o habilidad súper exigente, una de las acciones más complicadas de cualquier deporte.
Si tan complejo se torna ejecutar esa maniobra, entonces enseñarla o perfeccionarla también lo es. Héctor Salomón Batista (Cacocum, 1956) totalizó 11 Series Nacionales como jugador y ahora es jefe de Cátedra de la Academia Provincial, desde donde acude a trabajar con la reserva de los Cachorros de Holguín, a quienes apoyó, en ocasiones, durante la preparación para la temporada 63.
Salomón es respetado por una seriedad a toda prueba y un aprecio a su profesión. Fue incluido, al mostrar facultades para custodiar la inicial y la pradera central, en el primer equipo holguinero (1977) en clásicos nacionales, y después, cuando aplicaba la didáctica, ayudó a Felicio García, desde el área ofensiva, para que nuestra novena ganara la Serie 41.
Además, tuvo en 1981, con Orientales, monarca de la Serie Selectiva de ese año, una jornada perfecta (de 6-6) contra un combinado nicaragüense, en la ciudad “pinolera” de León. De municipio en municipio, en Series Provinciales, se ha trasladado muchas veces, porque “somos veladores del cumplimiento de los planes individuales de los peloteros de Holguín y buscamos talentos”, opinó.
¿Cuándo seremos tierra de un bateo como aquel de la Aplanadora santiaguera o los Leñadores tuneros, y ahora el de los Alazanes de Granma?
-Arrastramos déficit de bateadores de fuerza desde categorías infantiles, a veces en la base no captamos a muchachos de talento y a la vez con somatotipo, es decir, altos. Si hacemos coincidir estos dos rasgos, aparecerán más sluggers, como en provincias vecinas.
¿Qué se hizo en temporadas como la 52, para mantenernos en la vanguardia en average ofensivo?
-Trabajamos entonces con un sistema de bateo simplificado de juego, o sea, fuimos a las principales jugadas. Nos basamos en el bateo y corrido o el amago de toque y bateo, entre otras, y nos enfocamos en la búsqueda de la maestría individual en diferentes funciones de cada jugador. En los cursos nacionales de ofensiva, nos impartieron conferencias muy útiles, en ocasiones dictadas por instructores japoneses, de quienes seleccionamos los conocimientos que mejor pudimos adaptar al béisbol holguinero.
¿Cómo lograr que a nuestros representativos en las Series Nacionales los caracterice también una mayor cantidad de carreras impulsadas?
-La fuerza y el tacto no pueden separarse. La potencia de las conexiones está muy relacionada, obviamente, a la fortaleza. Tratamos de hacer un swing perfecto, pegándole bien a la bola, según el ángulo del lanzamiento o la dirección. Tenemos que incrementar el número de extrabases, toda vez que son estos los más productivos. Hay que hacer mucho énfasis en la concentración de la fuerza, principalmente en funciones de la cadera y el pie delantero.
Y colocar corredores en posición anotadora, para que los responsables de empujar se enfrenten a esa realidad en el alistamiento. En una primera etapa, les trabajan entrenadores, y luego se ha de intercalar con tiradores, mediante un bateo de oposición, donde lo mismo vean rectas que rompimientos, sin previo aviso, y tengan que reaccionar bajo presión, seleccionando envíos sobre la zona de strike.
Nosotros, en la Academia Provincial (la integran peloteros de entre 18 y 23 años de edad), andamos orientándonos por un test que hicimos para detectar deficiencias en el cajón de bateo, pues los atletas no alcanzan estabilidad al realizar el swing y la postura adoptada tampoco está en correspondencia, en muchas oportunidades, con talla y peso corporal.
En dejar llegar bien la bola y dirigirla hacia la mano opuesta se ha encaminado casi todo. Esos aspectos los recalcamos, tratando de que el joven arribe a instancias mayores con menor cúmulo de defectos, y consuma buenos turnos en torneos Sub-23 y Series Nacionales.
Se puede también efectuar un control de la efectividad del bateo juego a juego y priorizar el escauteo…
-Sí, y sostener un sistema de bateo con una carta, donde llevemos el registro de los lanzamientos contrarios y la zona de colocación. Previo a los juegos, en mítines, siempre ha de hablarse de las condiciones físicas de los lanzadores rivales, cuáles son los envíos que más realizan y a los que apelan en situaciones tensas, eso da mucha confianza a la hora de dirigirte al cajón de bateo.
Ahora, el cacocumense es jefe de Cátedra de la Academia Provincial.
¿Cuán importantes son los instrumentos para registrar la velocidad del swing y el colocar a bateadores contra máquinas de pitcheo?
-Disponemos del radar de la velocidad, la llamada pistola, y con ella medimos la aceleración del swing. En años anteriores, poseíamos la máquina de lanzar pelotas (importantísimo medio auxiliar), pero incluso, si no la tenemos, se suple en cierta medida con el pitcheo a reacción, situando al monticulista a menor distancia del home, y así el bateador va adaptándose a bolas rápidas. Son medios y ejercicios de gran ayuda.
¿A qué atribuyes la pérdida de calidad de las Series Provinciales?
-El obstáculo más grande es la falta de preparación que acusan sus peloteros. En algunos municipios, inconvenientes con licencias deportivas y escasez de implementos deterioran los entrenamientos; súmale a esto que las autoridades de los territorios a veces no apoyan esas etapas, ni tampoco la propia competencia. Fue inteligente efectuar Juegos de las Estrellas en el pasado, los cuales incentivaron a los destacados. Y los veteranos nos reuníamos y confraternizábamos y, ¿por qué no?, les dábamos un ejemplo a las nuevas generaciones.
Cerrarle las puertas a alguien que se ha ganado con su esfuerzo su presencia en la preselección de la provincia es incorrecto. Aun cuando un pelotero no esté en planes inmediatos de un equipo Holguín, tiene derecho a disfrutar de lo que fue capaz de hacer en la Provincial e intentar sorprender a la dirección. Así, aunque no haga el grado, sabe que, de rendir el próximo año, no está descartado ni mucho menos y sus expectativas se mantienen.
Si le solicitaran un line-up holguinero, de nuestras Series Nacionales, puramente ofensivo, ¿a quiénes colocaría?
-Sin un orden al bate, situaría a Francisco Aballe en la receptoría; a Ricardo Bent en la inicial; Edilberto Albuerne sería camarero; Jorge Cruz o Yordan Manduley estarían en el campocorto y Yunior Paumier en tercera. Los jardineros: Jorge Francis (JI), Juan Carlos Bruzón (JC) y Regino Góngora (JD), y Luis Rodríguez Williams como designado.