El compromiso de libertar a la Patria engrandece a quienes en 1868, al grito de independencia de Carlos Manuel de Céspedes, respondieron al llamado en la Damajagua, que alcanza su crisol 90 años después, el primero de enero 1959 al entrar triunfante Fidel Castro a Santiago de Cuba, como continuidad histórica de la misma Revolución.