La educación de nuestros hijos

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Nathalia Pérez Castañeda es una niña de 8 años, hija de Ariel y Yalily. Ella vino a conocer a Holguín desde su natal Güira de Melena, provincia de Artemisa, aquí la vi y, lo que más me llamó la atención, es su sólida educación.
 
Nathi saludaba a conocidos o no cuando iba por las calles, daba las gracias o pedía permiso, cosa que ya muchos no hacen. Sus progenitores y familia deben sentirse orgullosos por esa menor y, aprovecho la oportunidad, para resaltar el papel primordial de la familia en la formación de sus descendientes.

Si damos, siempre, todos los gustos a los menores o una formación permisible fomentamos el egoísmo y los convertimos en irreverentes e insoportables. Ellos deben saber que como existen los Sí, también, hay negativas y aspectos no permitidos, desde el respeto absoluto para evitar los “caminos del mal”.

Es cierto que ya pocos utilizan los saludos o las frases de agradecimientos, pero los ascendientes y la sociedad tienen mucho de responsabilidad, como ya he dichon otras veces, siembras defectuosas dan solo malos frutos.

La educación de nuestros hijos es muy importante y nada fácil, ellos copian lo que nosotros hacemos y algo básico es el ejemplo. Si deseamos se comporten de una forma determinada, nosotros debemos mostrárselo en nuestras conductas cotidianas.

Si por ejemplo actúas agresivamente en la vida diaria, eso podría reflejarse en el comportamiento de tu prole.
Recuerdo aquel matrimonio matancero en un restaurante de la Ciudad de los Parques, con su pequeñita de más o menos 3 o 4 años. La camarera quiso ser amable y dijo: “Pero, que niña más linda”.

La elogiada, ni corta ni perezosa, le dio una bofetada en pleno rostro a la mujer, papá o mamá, muy apenados, se preguntaban por qué de tal conducta. Búsquese las raíces de esa violencia y aparecerá.

Damos consejos a quienes forman a los muchachos: Escucharlos para saber cómo piensan, reconocerle sus virtudes, respetarlos, establecer límites, no sobreprotegerlos, hacerlos independientes, no gritarles ni quitarles responsabilidades.

El escritor estadounidense Brad Meltzer dijo: “No importa qué tan lejos vayamos, nuestros padres siempre estarán con nosotros,” mientras para la albanesa Beta Marashi : “La mejor y más libre inversión que puede hacer es pasar tiempo con sus hijos.” Buenas reflexiones para que jamás sea después.
 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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