El triunfador
- Por Hilda Pupo Salazar
- Hits: 8849
En la serie japonesa Oshin, retrasmitida por el canal Multivisión de la Televisión Cubana, repiten mucho la palabra: esforzarse.
Hay lecciones imperecederas, en dicho programa, como abrazar el trabajo, como forma de sustento y empezar, incluso volver a iniciar, de cero varias veces por la simple razón de ser perseverante. Los negocios pueden caerse y, ante el fracaso, siempre existe la voluntad de levantarse. Eso es optimismo, sin darse nunca por vencidos.
Esforzarse es poner toda nuestra energía en la tarea que estamos realizando, con el fin de llevarla a buen término. No siempre es agradable a corto plazo, porque, con frecuencia, tenemos que lidiar con el desánimo y la frustración, de ahí la importancia de metas a largo plazo, e inculcarlo, especialmente, a niños y jóvenes, lo positivo de empeñarse por el éxito.
Los esfuerzos constantes coronan el progreso, por eso es funesto triunfos sin sacrificios y eso debemos enseñarlo a nuestros frutos, porque si los educamos con la creencia de que el triunfo no viene aparejado al trabajo, sino a la “búsqueda”, le estamos definiendo un futuro bastante mañoso.
Encontrar las formas de prosperar frontera adentro es vital y definitorio para el desarrollo nacional, lo otro es escoger un camino, en el cual prima el uso de los conocimientos recibidos sin ser útil al país.
Vivimos días muy difíciles, en los cuales los déficits se imponen, pero no es justo desatenderse con las dificultades y pensar que son problemas de otros.
El dinero adquiere mayor primacía, pero eso no puede ser razón para escoger donde pueda ganarse más y, dejar a lado las aptitudes. Los tiempos cambian y no vale sustituir la verdadera vocación por la utilidad.
Para el escritor mexicano Miguel Ángel Cornejo: “El triunfador es siempre una parte de la respuesta; el perdedor es siempre una parte del problema… el triunfador dice “podemos hacerlo”; el perdedor, “ése no es mi problema”. El triunfador siempre tiene un programa; el perdedor, una excusa.
“El triunfador ve siempre una respuesta para cualquier problema; el perdedor ve siempre un problema en toda respuesta. El triunfador ve una oportunidad cerca de cada obstáculo; el perdedor ve de dos a tres obstáculos cerca de cada oportunidad.
“En el vocabulario del triunfador no existe la palabra imposible, vive con la certeza de que todo lo que se proponga lo logrará. Sólo es cuestión de tiempo, esfuerzo, estrategia y compromiso para que el sueño se convierta, al fin, en realidad”.
Comentarios
“En el vocabulario del triunfador no existe la palabra imposible, vive con la certeza de que todo lo que se proponga lo logrará. Sólo es cuestión de tiempo, esfuerzo, estratégia y compromiso para que el sueño se convierta, al fin, en realidad”.Buen trabajo, gracias Hilda.