“Adolescencia y embarazo, no deben coincidir”
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
- Hits: 2752
Foto: ACN
Ese es el criterio de la doctora Maite Blanco Lao, especialista de Primer Grado en Pediatría y máster en Atención Integral de la Mujer, al abordar este tema tan actual, cuando se estima que unos 16 millones de muchachas de 15 a 19 años y, aproximadamente, un millón de niñas menores de 15 dan a luz cada año en el mundo y las complicaciones durante el embarazo y el parto en esos grupos son la segunda causa de muerte.
Para hablar de los problemas que trae consigo la maternidad adolescente, la asesora de Pediatría en la Sección Materno Infantil de la Dirección Provincial de Salud, primero recordaba que la adolescencia es considerada como una de las etapas más sanas de la vida, pero a la vez de las más complejas y para muchos problemática, porque en ella se define un período del ciclo vital humano entre la niñez y la adultez, caracterizado por profundos cambios biológicos, psicológicos y sociales.
Este lapso de la vida marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un estadío de transición con características peculiares, porque sus protagonistas son jóvenes de identidad y de una clara definición, que ya no son totalmente niños, pero tampoco son adultos, son una especie de híbrido, con rasgos de adulto y resabios de niño.
Y sí, ellos o ellas, no son niños ni tampoco adultos, por lo cual una adolescente no tiene las condiciones anatómicas y fisiológicas necesarias para concebir una gestación, porque en ese momento no existe un desarrollo uterino adecuado, es insuficiente el proceso de la flora vaginal y de las glándulas mamarias, existen fallos de los sistemas de protección del medio intrauterino desde las primeras semanas de gestación y hay trastornos en la ovulación.
Esos y otros inconvenientes conllevan a varias complicaciones a las gestantes menores de edad, como la prematuridad, hipertensión arterial inducida por el embarazo (preeclampsia-eclampsia); infecciones, anemia, hemorragias, pero además los niños de estas madres precoces se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años de edad.
De esta problemática de salud no escapa la provincia de Holguín, donde al cierre de 2020 de las 9 mil 77 captaciones de embarazos, 2 mil 88 fueron de adolescentes, que representa el 23 por ciento del total de las gestantes captadas y 94 pertenecían al grupo de edades entre 12 y 14 años, es decir, niñas que cambiaron juegos infantiles, estudios y actividades propias de esas edades para asumir responsabilidades totalmente de personas adultas, quizá porque faltó, entre otras muchas cosas, la necesaria comunicación entre los padres y sus hijas sobre el tema sexualidad y acciones puntuales desde la escuela, la atención primaria de salud y la comunidad.
En ese año los municipios con mayor incidencia fueron Gibara, Báguanos, Cacocum, Sagua de Tánamo y Moa, algunos de los cuales se repiten en los primeros cuatro meses de 2021, cuando sumaron 180 las captaciones de gestantes adolescentes, el 21, 7 por ciento del total de embarazadas de la etapa.
Situación que lleva a especialistas del Programa Materno Infantil de conjunto con los demás decisores del sistema sanitario a establecer acciones precias de prevención y reducción de esta problemática, desde la atención primaria, con el apoyo de los grupos comunitarios, la familia y otros factores y organismos, que contribuyan a influir de manera decisiva en un asunto que hoy causa preocupación en la sociedad en general, porque constituye una complicación, que acarrea consecuencias muy negativas, tanto para las adolescentes como para sus familias.
Tiene, entonces, toda la razón la doctora Maité en afirmar que “Adolescencia y embarazo no deben coincidir”.
Artíulos relacionados:
Pequeños papás: Embarazo en la adolescencia