Respuesta de trabajadores de la Salud a Gobierno de los EE.UU.

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 “Cuente Cuba y el mundo, con el casi medio millón de batas blancas, para trabajar en el enfrentamiento y contención del nuevo coronavirus SARS CoV-2, como mismo hicimos contra el Ébola en África o el cólera en Haití y en otros países ante desastres naturales”, dijo al periódico ¡Ahora! Santiago Badía, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.
 
Ante la situación que vive hoy el mundo por la COVID-19 y los pronunciamientos injerencistas de la embajada los Estados Unidos en La Habana, sobre la cooperación médica cubana, el representante del gremio significó que la mejor y más oportuna respuesta son los miles de compatriotas dispuestos a cumplir con su deber dentro del país y los miles que han dado la disposición de ayudar a otros pueblos.

“Hasta hoy, 25 de marzo, desde la solicitud de varios países ya han salido siete brigadas médicas y otras se preparan. Acabo de despedir la de Belice, con 58 integrantes. Anteriormente, partieron otras hacia Jamaica, Venezuela, Suriname, Nicaragua, Granada e Italia, país entre los de mayor morbilidad y mortalidad de la Covid-19”, detalló.

Acerca la exhortación de la embajada de EEUU en La Habana a países afectados por la pandemia de la COVID-19 a rechazar la cooperación médica cubana señaló que “la política injerencista del gobierno norteamericana vuelve a salir a la palestra pública al atacar a una de nuestras principales conquistas y esencia misma de la Revolución”.

“Se nos acusa de obligar a nuestros profesionales a cumplir misiones fuera de fronteras; sin embargo, soy testigo de numerosas llamadas de médicos, enfermeras y técnicos de la Salud dando la disposición de acometer cualquier tarea dentro o fuera del país, más en estos momentos”, resaltó el sindicalista.

trabajadoressaludH2El doctor Badía (al centro con camisa azul) durante despedida de brigada médica cubana que ahora está en Italia. Fotos: De Unidad de Colaboración Médica
 
“La historia internacionalista de nuestro médicos se remonta a 1963, cuando aquella Brigada cubana de bisoños galenos partió a Argelia. Poco después nuestro Comandante en Jefe Fidel abanderó el Contingente Henry Reeve para enfrentar grandes catástrofes y epidemias, cuyos miembros hoy dan su disposición de estar donde sean más necesarios tanto dentro del territorio nacional como en el país que se nos solicite, primando siempre como principio la voluntariedad.

“Las Universidades Ciencias Médicas del país, donde se forman nuestros profesionales, infunden, promueven valores esenciales, como la ética, la sensibilidad, el humanismo y el internacionalismo, que de por sí los cubanos los traemos intrínsecos en las venas”, puntualizó Badía.
 
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Comentarios  

# Ventura Carballido Pupo 25-03-2020 21:13
Lourdes muy bueno. Te felicito. Como algo agregado comparto lo qe sigue: CUBA EN CUESTION DE HORAS PUDIERA ENVIAR MIL MEDICOS A LOS EE.UU
Mil y más médicos y otro personal de la salud pudiera en un tiempo récord viaja a los Estados Unidos a socorrer a un pueblo en tremendo peligro fruto de la Eovid 19.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norte América prefiere que miles de sus conciudadanos sufran el nuevo coronavirus y que mueran sin la debida atención ,--como terco al fin--, no quiere reconocer la calidad de nuestros profesionales de la salud y tampoco de su eficiente sistema.
Estados Unidos es el tercer país más afectado por el coronavirus en el mundo después de China e Italia, y la Organización Mundial de la Salud, observa una aceleración muy grande en los casos de la Covid-19 en ese país y la portavoz de la OMS, Margaret Harris, advierte de que se puede convertir en el epicentro de la pandemia

COMPARTO INTERSANTE MATERIAL:

TRUMP: ¿Y EL MURO PARA EL CORONAVIRUS?
Según Voltaire Medina Orellana
Lleva algún tiempo Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norte América, tratando de construir muros para, según él, impedir que el territorio del paraíso que gobierna sea afectado por cualquier plaga que tratare de pisar las orillas del mismo. Esas plagas pueden ser inmigrantes mejicanos, viajeros musulmanes, pobres hondureños, desesperados guatemaltecos, negros africanos, latinoamericanos indocumentados o niños en compañía de sus padres tercermundistas.
Para cumplir su sueño murallista, Trump le ha arrancado miles de millones de dólares a algunos programas de la órbita presupuestaria de la gran potencia, incluyendo recursos destinados a la protección de la salud de los habitantes estadounidenses. El monumento al egoísmo, al discrimen, a la marginación y a la prepotencia yanqui, concebido por la soberbia de un magnate, jerarca ocasional del imperio, parece tomar forma pero sin asegurar que cumplirá sus fines. Algunos, sin precisar nacionalidades, caerán ante su incomprendida existencia, sin resolverse el problema de fondo.
Aquel muro no detendrá todos los males causados por las injusticias, la agresiva explotación de las riquezas del mundo, el establecimiento de regímenes dictatoriales en varios continentes con el auspicio de las grandes potencias occidentales, las precarias condiciones de desarrollo que marcan el retraso de pequeños países, la desigualdad social, la violencia generada por los gobiernos neoliberales, las debilidades en la producción de alimentos de grandes comunidades, la contaminación ambiental, la destrucción de los mares, la extracción irracional de minerales, es decir, todas las formas que el capitalismo ha cultivado para, de manera rampante, esquilmar a las naciones del universo. Por lo mismo, el muro no podrá detener el hambre, el analfabetismo, la desnutrición, la miseria, las enfermedades y ni la Covid 19. Será un muro fantasma levantado frente a las desgracias del mundo.
En esta hora con más de 15.000 contagiados de coronavirus en Estados Unidos, el muro no atiende a nadie, no asume el dolor de los demás, ni expide una receta salvadora. Es una muralla, orgullosa y silente, símbolo del poder y nada más.
Después de unos meses, es posible que veinte mil seres humanos habrán fallecido tras los efectos de la pandemia. Todas, valiosas vidas. Pero son mucho menos que el millón de iraquíes que cayeron después de la invasión norteamericana por la reconquista del petróleo de ese país. Mucho menos que los trescientos cincuenta mil muertos en la guerra civil colombiana, sostenida por Estados Unidos durante 50 años. Son mucho menos que ochocientos mil sirios que entregaron su vida por su Patria ante la agresión norteamericana, disfrazada como acción de islamitas radicales. Es mucho menos que las vidas perdidas en Libia, por intereses petroleros de los señores yanquis, y en Palestina, por la heroicidad de un pueblo opuesto a la perversa misión israelí, con respaldo norteamericano, de desalojar a los legítimos dueños de su tierra de tenencia milenaria. Y solo estoy citando los hechos recientes.
En esta hora crucial de la humanidad, donde la Covid 19, es el terror de miles, se ha evidenciado que los sistemas de salud de países capitalistas considerados grandes y poderosos han fracasado ante la presencia de la pandemia. Nadie puede sentirse feliz por esta negligencia. Pero es cierto, que dos países, de régimen socialista, Cuba y China, al mismo tiempo que atienden sus realidades internas y el mal que molesta nuestra atención, son capaces de concurrir en ayuda de los pueblos del mundo para detener a la pandemia, pero sin construir muros. Para ello solo ha sido necesario una solidaridad que parte de la noción martiana de que Patria es humanidad. El socialismo no sabe de otros deberes: la vocación por una vida digna y la salud pública como medio de conservación, en un medio sano, de la sociedad en su conjunto. Quien no asuma esos deberes no podrá luchar contra las plagas, sin importar su nombre. Y sin importar si es o no una potencia
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# Jorge 29-03-2020 16:15
Saludos a todos los hermanos galenos que han puesto en alto orgullosamente nuestra bandera sin importar el lugar o las condiciones,en momentos difíciles como estos donde el mundo necesita una mano de un profesional de la salud,la hermandad cubana es inigualable e incomparable allí esta y estará presente,,,haciendo lo que aprendimos dar salud salvar vidas y brindar una esperanza.,,,cuídense mucho hermanos que el mundo os contempla orgulloso.
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