Romilio Quiala: 40 años junto al Palacio de Pioneros

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profesor instructor1Fotos: Del autor

En un recorrido por el Palacio de Pioneros "Dagoberto Sanfield Guillén" vienen a la mente gratos recuerdos de nuestro paso en la niñez por este sitio cargado de alegrías y enseñanzas. Para uno de los fundadores, hace 40 años esta maravillosa obra es más que eso, se ha convertido en la casa donde encontró una familia que perdurará por siempre.

Romilio Quiala La O es graduado de técnico medio en zootecnia y patología aviar en el Instituto Tecnológico Rubén Martínez Villena de La Habana, desde el año 1979. Actualmente, se desempeña como instructor de los círculos de interés de avicultura en el Palacio de Pioneros de la capital provincial.

Nacido en la localidad de Birán, municipio de Cueto, Quiala La O a sus 65 años de edad cuenta con un una gran cantidad de reconocimientos, que avalan su trayectoria en la formación de las nuevas generaciones, desde este lugar donde goza de la admiración y el respeto por todo lo que aportó a la vida estudiantil de niños y adolescentes.

Sobre la fundación del Palacio de Pioneros...

"Los palacios de pioneros se conforman por iniciativa del Comandante en Jefe, el primero en decir que el sistema de educación no estaría completo hasta que en cada municipio existiera un lugar como este. En la práctica lo hemos visto porque la escuela es muy grande y abarca mucho en materia educativa. Este espacio es más pequeño, se trabaja con menos pioneros, además propicia la orientación profesional y formación vocacional. Los niños llegan con muchas dudas acerca de varios aspectos, pero al estar más cerca del instructor o del profesor se crea una confianza capaz de resolverlos.

"En el momento inicial, el primer secretario del Partido en la provincia era Miguel Cano Blanco, y existía gran furor con la construcción al ser un centro novedoso, con el ejemplo del ya existente en La Habana se quería lograr uno parecido. El Palacio de Pioneros "Dagoberto Sanfield" se inaugura el 15 de julio de 1984. Ese día fue maravilloso, porque contó con la presencia de los dirigentes principales de la provincia, los instructores y muchos niños.

"Este lugar tiene una arquitectura especial que llama la atención. Al principio los padres fueron acercándose, visitándolo y les gustó el objetivo del sitio. En aquella época existían 55 círculos de interés, que funcionaban de lunes a domingo. Los fines de semana se realizaban actividades recreativas. Dentro de los fundadores puedo destacar a Clara Guisado, Mariela López, Olga Lidia Vázquez, Blanca Carrasquel, entre otras personas de buen corazón y alma pura".

¿Cómo fueron sus inicios en el Palacio?

"Entro al Palacio de Pioneros propuesto por el delegado de la agricultura de la provincia, como instructor del círculo de interés de avicultura. La actividad que realizo siempre la disfruto, me fue gustando y me quedé aquí. Hemos tenido resultados como institución en 40 años que llevamos trabajando. Desde el primero fuimos evaluados con la máxima categoría, así como los círculos que atiendo han obtenido resultados satisfactorios".

¿Qué evolución han mostrado los círculos de interés con el decursar del tiempo?

"Creamos la vocación de médicos veterinarios, que trabajan en la empresa avícola y porcina. Haciendo recuento de mi vida laboral, he entregado 283 carreras veterinarias. Para atender esta actividad tienes que sentir amor, porque es lo que inculcamos al pionero.

"Estoy trabajando con la segunda generación. Las madres y los padres que han pasado por este círculo de interés piden que su hijo ingrese en él ya que saben la forma en que se educa. La enseñanza y la formación de valores deben ir de la mano, así como el amor a la familia y aprender a ser compañeros. En el palacio se les inculca eso hasta que llegan a interiorizarlo y lo llevan a la práctica.

"Los círculos de interés se desarrollan una vez a la semana con una hora de duración. En mi caso particular, están relacionados con la avicultura, fundamentalmente con el manejo, alojamiento y cuidado de la salud. Además de la formación se lleva a cabo una actividad complementaria, que comprende el intercambio entre círculos para conocer otra especialidad y la historia del Palacio".

¿Qué logros han obtenido?

"Mi círculo de interés cada vez que se presenta a un evento obtiene la máxima evaluación, desde el municipio hasta la nación. La primera exposición a la cual asistimos fue en el año 1986. Llamó la atención por los bastos conocimientos de los pioneros y logramos el primer lugar en la competencia. Hemos sido reconocidos en varias ocasiones por el Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). El 4 de abril de 1986 recibimos en La Habana la bandera de honor de esta organización".

¿Cómo es el vínculo que mantiene el centro con las empresas?

"Antes nosotros íbamos a la granja, a la fábrica de pienso, pero ahora se nos ha hecho muy difícil por el transporte, hasta el año 1990 lo hicimos, después vino el Periodo Especial y eso empezó a cambiar. Elaboramos todos los medios de enseñanza en el centro, como la incubadora, y la empresa nos ayudó con una nave para poder criar animales".

¿Qué papel juega en estos momentos el Palacio de Pioneros?

"El palacio juega un papel fundamental en la sociedad. Yo atiendo 120 alumnos. Así llegamos también a cada uno de los hogares. La relación de ellos con nosotros es de padre e hijo y con mucha confianza, incluso estudiando la carrera vienen a consultarnos para tomar una decisión.

"Lo más maravilloso de todo es que a veces los encuentras en la calle y te dicen: - ´Profe, he puesto en práctica lo que usted me enseñó, y es verdad lo que decía sobre un tema determinado´. Les damos esa gama amplia para que se desarrollen y al verlos crecer, saber que se convirtieron en profesionales abnegados, es la satisfacción del deber cumplido".

Alguna anécdota que le haya llamado la atención...

"Entré a trabajar a este lugar de 23 años y los padres tienen confianza en mí. Un ejemplo fue la exposición nacional de 1986: Iba solo con los pioneros, y expresaron a la directora que estaban confiados en que sus hijos estaban en buenas manos. En una ocasión tuve que hacer reflexionar a una madre que maltrataba a su hija, fue muy duro, pero todo pasó y hoy me lo agradecen".

¿Cuánto le ha aportado como profesional trabajar en este lugar?

"Creo que gané mucho porque el Palacio es un centro de disciplina obrera y humana. Somos una gran familia. Cuando uno tiene un problema se convierte en algo de todos. Eso es lo mejor que tenemos: la unidad, pero sobre todo los niños, que desde pequeños se enfrentan, por primera vez, a lo que será su carrera futura, y ven en nosotros la cara inicial de muchas vocaciones e intereses.

"Pienso jubilarme, mi relevo está asegurado, es una joven que estoy preparando. Me llena de satisfacción que se acuerden siempre de mí y me ayuden cuando ya no esté en este centro. Tenemos que dar oportunidades a la nueva generación para eso los he formado".

¿Cómo definiría a su colectivo de trabajo?

"Mi colectivo de trabajo es maravilloso, por eso le digo a todo el que venga a trabajar aquí que le ponga amor a su actividad y todo va a salir bien porque donde quiera que estemos si no trabajamos con pasión no llegamos a conectar, en el caso específico de nosotros con los pioneros".

¿Qué mensaje o consejo le daría a cualquier profesor o instructor que inicie en este mundo?

"El trabajo con los niños es importante para nuestra Patria y más en este momento donde necesitamos patriotas completos. Esa es una de las esencias de este espacio, donde existe más cercanía. Cuando llegan los estudiantes, siempre debes brindarles algo nuevo que les llame la atención, pues vienen con inquietudes de la casa, la escuela o la calle y te lo plantean, por eso es necesario saber cómo conducirlos.

"Recomiendo acordarnos de cuando fuimos niños, pensando siempre en ellos también se aprende bastante. Enséñalos a que sean capaces de dar solución a sus problemas actuando independiente. Afirmo sin temor a equivocarme que el Palacio de Pioneros es el centro más completo de educación que existe".

La perseverancia de Romilio Quiala La O y su incansable fe en el futuro lo hacen acreedor de múltiples virtudes que ponen en alto el sistema de educación en nuestro país, como valuarte de la Revolución. También nos enseña a amar este lugar que seguirá por muchos años fomentando las vocaciones de los hombres y mujeres del mañana.

John Alex Fernández Leyva
Author: John Alex Fernández Leyva
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