Maceo y Che: protagonistas de grandes proezas

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Fotos: periódico 26 de julioFotos: periódico 26 de julio
 
Las Grandes proezas unen a estos dos titanes de la lucha por la libertad, nacidos un 14 de junio, Antonio Maceo Grajales y Ernesto Guevara de la Serna, el primero de 1845, en la ciudad de Santiago de Cuba y el segundo de 1928, en Rosario, Argentina.
 
Maceo como iniciador en 1868, tiene dos momentos importantes de su vida, los que lo definen como hombre y como genio militar. El primero de ellos es cuando contra todas las corrientes, se opuso a la firma de la Paz del Zanjón y expresa la Protesta de Baraguá, con el propósito de continuar la lucha en condiciones imposibles. La segunda fue la Invasión de oriente a occidente, acción que le faltó organización, una inmensa fe en la victoria y un poder de mando extraordinario.
 
La muerte de Maceo prácticamente selló la suerte de las tropas de Occidente como poder combatiente, después vino la penetración norteamericana a la Isla, pero el Che, con otros incansables luchadores no dejó caer los ideales de Maceo.
 
El Che habló de Maceo en un discurso pronunciado en 1962, de su contribución a la historia patria, en el pasado y en la coyuntura que vivía el país después de la victoria. “Empezamos una nueva etapa de la historia de América, el recuerdo de Antonio Maceo adquiere luces propias. Empieza a estar más íntimamente ligado al pueblo, y toda la historia de su vida, de sus luchas maravillosas y de su muerte heroica, adquiere el sentido completo, el sentido del sacrificio para la liberación definitiva del pueblo”.
 
Ernesto Guevara de la Serna, hombre de estirpe guerrillero que irradió al continente americano hasta llegar a la mayor de las Antillas, su arribo fue como un símbolo que sumaria fuerza, constancia y ejemplo para los hijos de esta Isla, médico, guerrillero, internacionalista, en fin un revolucionario que de sus entrañas emergía la defensa a lo racional, lo humano y ecuánime.
 
La valía de hombre sin tacha que caracterizaba a Maceo, la continuó el Che, quien se sumó al desembarco del Yate Granma, labor épica del guerrillero, del hombre íntegro, que se ganó la confianza y el honor de ser uno más en el frente de combate en la lucha revolucionaria del pueblo cubano.
 
Apoyó la guerra de guerrilla en la Sierra Maestra, continuó en la toma de la ciudad de Santa Clara y luego ocupó varias responsabilidades, como Ministro de Industria, Presidente del Banco Nacional de Cuba y fue abanderado del trabajo voluntario.
 
Los valores del Che, fueron reconocidos por el líder de la Revolución Fidel Castro Ruz, en velada solemne, el 18 de octubre de 1967, “Su inteligencia multifacética era capaz de emprender con la máxima de seguridad cualquier tarea en cualquier orden, en cualquier sentido. Y así representó de manera brillante a nuestra patria en numerosas conferencias internacionales, de la misma manera que dirigió brillantemente a los soldados en el combate, de la misma manera que fue un modelo de trabajador al frente de cualesquiera de las instituciones que se le asignaron (…)”
 
El Che partió después del triunfo de la Revolución a África, allí ayudó a organizar la lucha de Liberación Nacional en el Congo, luego organizó la Guerrilla en Bolivia, donde fue capturado y posteriormente asesinado en la Higuera.
Treinta años después de su muerte, los restos del Guerrillero Heroico y sus compañeros de lucha fueron encontrados en Bolivia, y traslados a Cuba, donde el pueblo recibió con orgullo a sus héroes.
 
Los valores por los que lucharon estos dos líderes están presentes cuando más crece el poder del imperialismo en detrimento de los derechos sagrados de los pueblos.
 
A 173 años del natalicio de Antonio Maceo y 90 de Ernesto Guevara, sus estirpes de guerreros se recuerdan porque sus huellas son indestructibles, ejemplos de revolucionarios que perdurarán en el tiempo y en la historia no solo de Cuba sino de Latinoamérica.

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