45 años cumple el Poder del Pueblo
- Por Claudia Arias Espinosa
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La historia de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Holguín es la historia de la vida civil y política de una de las poblaciones más numerosas de Cuba.
Sus estructuras, funciones, contradicciones y logros reflejan el desarrollo de una sociedad nueva, en un contexto muchas veces desfavorable debido a las limitaciones económicas.
En esa suerte de espejo de 45 años, a veces empañado, a veces reluciente, podemos evaluar lo que hemos sido capaces de construir juntos, como sociedad. Mirando hacia el futuro, vale la pena.
¿Cómo llegamos a la actual forma de gobierno?
A través de un proceso complejo, en constante evolución, que debió adaptarse a las condiciones y necesidades de un país en Revolución desde 1959.
La historiadora Mayra San Miguel Aguilar, quien ha sistematizado el estudio de las formas de gobierno en el territorio desde esa fecha, establece los puntos cardinales en el texto “Breve estudio del Gobierno Revolucionario en Holguín 1959-2005”, que forma parte del libro “Breve historia de la administración estatal en Holguín”, publicado por Ediciones Holguín.
El primero se ubica en la madrugada del 2 de enero de 1959, cuando las tropas del IV Frente Oriental Simón Bolívar entraron triunfalmente en la ciudad y tomaron el poder político. Las dependencias del régimen de Fulgencio Batista pasaron a manos del Ejército Rebelde y el Movimiento 26 de Julio, de manera pacífica, mientras la multitud llenaba las calles.
Tres días después, en el edificio de La Periquera, el Alcalde fue sustituido por el Comisionado. La Comandancia Militar Rebelde de la Zona Norte de Oriente designó a Manuel Hechavarría Martínez, comerciante y miembro del M-26-7, para ocupar el cargo y encabezar la Comisión Municipal.
Entre avances en el Programa del Moncada, discrepancias y politiquerías se desenvolvió la nueva estructura, hasta que en 1961 le sucedieron las Juntas de Coordinación Ejecución e Inspección (Jucei), diseñadas para la mejor gestión de las localidades y fortalecer su vínculo con las instancias del poder central.
Holguín fue uno de los primeros municipios de la costa norte de Oriente (provincia piloto) en constituir la suya. Con ese fin, el 14 de abril representantes de 40 organizaciones e instituciones asistieron al Teatro Martí; 11 de ellos integraron el Comité Ejecutivo, presidido por el capitán Antonio Pérez Herrero.
“Fueron un paso importante en la búsqueda de ampliar la democracia. Pero tuvo una compleja estructura y estaba lejos del aparato ágil y dinámico que demandaban el ritmo y la envergadura de las transformaciones económicas-sociales que se operaban”, señala Mayra San Miguel.
En 1966 se instauró el Poder Local o Administración Local, que tuvo como primer presidente a Carlos Galván Vila.
Sus comisiones de trabajo fueron: Empresas, Construcciones Urbanas, Construcciones Rurales, Ornato, Áreas Verdes y Parques, Limpieza de Calles, Mantenimiento y Cuidado de las Playas, Atención a Cementerios, Caminos Vecinales y Recreación.
Hacia 1968, con la nacionalización de la pequeña y mediana empresa, la administración de las propiedades y más de once mil nuevos trabajadores pasaron al Poder Local. Así, se multiplicaron los problemas y muchos dirigentes aún no reunían la experiencia y la madurez necesarias para solucionarlos.
Como parte del proceso de rectificación de errores se evaluaron varias experiencias con Distritos Urbanos, como el Gobierno de los Doce, en Gibara; pero es la relacionada con los Órganos del Poder Popular en Matanzas…
El experimento que por fin resultó
En febrero, el 97,37 por ciento de los electores del municipio de Holguín aprobó la Constitución de 1976. Para julio de ese mismo año, todos formaban parte de la nueva provincia de Holguín, con lo que “se hacía realidad la aspiración de los holguineros de crear la provincia del Norte de Oriente y la Ciudad de los Parques su capital”, relata la autora.
Por aquel entonces se constituyeron 127 circunscripciones electorales, en las cuales fueron elegidos 127 delegados a la asamblea municipal.
En la mañana del domingo 31 de octubre se reunieron en el Cine Martí. Cumpliendo con la Ley Electoral, los representantes de más y menos años conformaron la mesa de edad. Juntos, explicaron y dirigieron la elección de la dirección de la Asamblea Municipal y el Comité Ejecutivo, ambos presididos por Raúl López.
En la tarde, se realizó el acto de presentación, donde el pueblo conoció al equipo que durante los próximos dos años y medio sería responsable de atender sus necesidades y promover su bienestar.
El 30 de enero de 1977 se aprobaron las direcciones por empresas y direcciones administrativas: Finanza Municipal; Planificación; Trabajo y Asistencia Social; Productos Industriales; Servicios Comerciales; Alimentos, Pan y Dulces; Sectorial de Salud; Servicios Comunales; Acopio; Educación; Cultura; Instituto de la Infancia; Deportes y Cultura Física; Autos; Ómnibus Urbanos; Mantenimiento Constructivo y Gastronomía.
Además, el Comité Ejecutivo acordó nombrar a uno de sus miembros, Hermes Carbonell Corrales, como Delegado Ejecutivo en San Andrés.
Con más de 300 mil habitantes, presentaba un estado de abandono en casi todas las esferas de la vida tras perder su condición de municipio con la nueva división político-administrativa. La disolución de los organismos municipales conllevó la falta de atención de las empresas y unidades con dependencias allí.
Pero este poblado con necesidades urgentes no fue el único desafío para los hombres y mujeres que asumieron la siempre compleja tarea de gobernar y administrar. Mayra San Miguel refiere que:
“En la etapa inicial se presentó un déficit de plantillas en las diferentes direcciones administrativas, por su número y falta de calificación del personal disponible para ocuparlas, así como locales inadecuados, todo ello requirió de un doble esfuerzo de los gobernantes, quienes debieron a través de seminarios y sobre todo de la práctica ejercer el poder, confiado a ellos por el pueblo.
“El recién estrenado gobierno se enfrentaba a la primicia de construir el socialismo y emprender un conjunto de acciones destinadas a lograr en breve tiempo un desarrollo económico acelerado, en una vasta región, de gran complejidad socioeconómica y demográfica…”
Así lo vivió Fila
En 1976, Filadelfa Vidal se desempeñaba como Secretaria General del Sindicato de la Industria Ligera y estaba a punto de matricular en la carrera de Derecho. Fue electa delegada en la circunscripción 30 y secretaria del primer Comité Ejecutivo.
“Aunque había pasado una etapa experimental de dos años en Matanzas, partimos prácticamente de cero”, cuenta.
“No existía una ley, sino normas reglamentarias para el trabajo de las Asambleas, que aportaban plazos para desarrollar los encuentros, las rendiciones de cuentas y otras actividades, pero no una metodología para actuar. Tuvimos que desarrollar una propia.
“En la primera etapa nos dedicamos a gestionar materiales de la construcción, a resolver los problemas de la vivienda, a eliminar los albergues donde había cientos de familias...
“El Comité Ejecutivo se reunía con frecuencia y le daba seguimiento a los acuerdos adoptados por la Asamblea, que era muy dinámica. Tenían mucho protagonismo los delegados.
“El municipio de Holguín tenía 123 circunscripciones ordinarias y cuatro especiales. No existían consejos populares. Los delegados eran atendidos directamente por el Comité Ejecutivo y cada dos meses les dábamos capacitación para encaminar su trabajo.
“Esa primera experiencia fue difícil, pero muy valiosa”.
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Comentarios
El bacheo de calles ha sido algo muy bueno pero se olvidaron de Reparto Villa Nueva, hay dos lagunas a la salida etc, etc