Guía mayor de Cubanacán
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Enrique Marrón fue distinguido entre las personalidades de la provincia en 2020, por sus resultados como guía de Turismo y en tareas de apoyo a la COVID-19. Foto: Carlos Rafael
El epíteto de Guía Mayor se lo ha ganado no por la suma de años a su vida, sino por los méritos alcanzados en el quehacer diario en una de las profesiones que pudiera parecer de las más factibles o gratificantes; sin embargo, posee un alto compromiso y responsabilidad, porque es el “rostro” de un país, un mensajero de la cultura, tradiciones, historia y realidad de un pueblo, de la nación.
La labor que desempeña requiere, además, de una preparación continua para poder hablar a sus interlocutores de economía, arte, patrimonio, cocina y de todo aquello que quieran conocer los visitantes con los cuales deberá interactuar días, semanas y hasta más tiempo dentro de la provincia y otros territorios de la geografía cubana y lo más importante, no en su idioma, el español, sino en ruso, francés o hasta en otros con los que puede establecer comunicación, si llegara el caso.
A estas obligaciones de la profesión se añade el estar fuera de casa y la familia días enteros y puede que más si le corresponde un recorrido hacia otra provincia de las cercanas y también de las más distantes, durante el cual debe ser como el “padre” o “jefe” de todos aquellos que viajan junto a él, porque tiene que estar atento a los mínimos detalles desde la supervisión del transporte, hospedaje, coordinación de servicios y productos en el itinerario del tour, prestar asistencia y primeros auxilio al turista hasta el cumplimiento puntual del programa fijado por la agencia de viajes o turoperador.
En ese mundo se mueve desde principios del 2000 Enrique Marrón Carrión, santiaguero de nacimiento, aunque holguinero de corazón, al integrarse primero a la Agencia de Viajes Gaviota-Tours de Holguín y luego, en el año 2017, a la Agencia de Viajes Cubanacán Sucursal Oriente, donde le fuera designado el cargo de Guía Mayor.
De estos y otros detalles, conversamos, de a poco, con quien vísperas del aniversario 62 del Triunfo de la Revolución recibiera el reconocimiento del Partido y el Gobierno en el territorio, en representación de los trabajadores del Turismo.
No fue posible conocerlo de manera personal, por eso varias llamadas telefónicas, un breve cuestionario y el auxilio de Elizabeth, una de sus colegas de trabajo, hicieron factible esta entrevista “virtual”, que nos revelara a un hombre sencillamente modesto y entregado de a lleno a sus múltiples responsabilidades, el cual después de hacerse ingeniero cartógrafo, máster en Ciencias Técnicas y traductor e intérprete de la lengua rusa en la extinta Unión Soviética dedicara más de una década de su vida a las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
“Tras mi llegada a Holguín en 2001 fui a laborar a la Agencia de Viajes Gaviota-Tours, con la que cumplí varios encargos, desde Guía-Representante de un grupo de Agencia Rusas, como Latina Travel, Traschow, ITC y Sol y Son; ser Organizador y controlador de operaciones turísticas; ejercer como Supervisor del Grupo Touringmex-Alpitours de la Región oriental con las Agencias Italianas Alpitour, Francorosso y Carambola; la Suiza Cristal hasta en la española Travel Plan”, explica.
Intuimos que es buen conversador y sobre todo lo distingue la operatividad, porque mientras lo escuchábamos a través del teléfono, se oían voces solicitando su presencia, porque él, además de trabajar en la Agencia de Viajes Cubanacán, desde 2017 fue elegido delegado de la Circunscripción 11, de Aguada la Piedra, municipio de Rafael Freyre.
“Las dos responsabilidades casi me llegaron al unísono. Al pasar a esta nueva entidad fui nombrado Guía Mayor, cuyas obligaciones inherentes son las de administrar el trabajo de los guías, instruirlos, dictaminar su nivel idiomático y controlar su desempeño, lo cual lleva tiempo y dedicación.
“Aparte de esto debo recibir a las delegaciones que llegan al territorio, cumplir el programa de recorrido y otras actividades propias, entre ellas excursiones, paseos, guías turísticas, visita a museos, galerías de arte y otros lugares de interés, que integran las diferentes modalidades de la oferta turística que se me asignen.
“Pero en ese año mi vida laboral también cambió, drásticamente, al ser elegido Delegado en Aguada la Piedra y con esta tarea llegaron otras desde comienzo del mandato, porque fui seleccionado Vicepresidente de la Comisión Económica del municipio y miembro de la Comisión de Ilegalidades, Control Interno y Defensa”.
Admite que “es muy difícil estar a la vez en dos cargos que requieren de mucha preparación cultural, político e ideológica; porque en uno me ocupo de demostrarle al cliente la realidad cubana, nuestros logros, avances desde una historia que no podemos olvidar jamás, mientras que en el otro debo trabajar con el pueblo, para convencer, educar, que es muy difícil en estos momentos de carencias económicas y en medio de la pandemia de la COVID-19 , que nos está golpeando desde hace casi un año”.
“Como delegado asumo disímiles tareas, pero la principal es la de cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes y demás disposiciones normativas de carácter general; debo exigir por el acatamiento de la legalidad, así como el fortalecimiento del orden interior, despachar todos los planteamientos de los electores en el Gobierno y darle respuesta por mi gestión económica, aparte de esto debo tener una íntima relación con el pueblo y estar atento a sus necesidades, preocupaciones, problemáticas. Es escucharlo y trasmitirle fuerzas y confianzas de que la Revolución no dejará desamparado a nadie.
“La vida de un Delegado es de sacrificios, porque debe controlar y fiscalizar las actividades en su demarcación, los servicios de Salud y la asistencia social a las personas con problemas sociales y vulnerables”.
Marrón confiesa agradecido que “la conjugación de mi trabajo con el de delegado está dado por el apoyo incondicional y activo ofrecido por el grupo comunitario. Cuando me encuentro fuera del territorio él es quien ayuda en todo, para que fluyan las tareas y otro tanto sucede con la administración de la Agencia de Viajes Cubanacán, cuya comprensión ha sido fundamental, para ajustar horarios de trabajo para poder dedicarme al pueblo. Esto debo reconocerlo de todo corazón”.
“Ahora mismo estoy consagrado prácticamente a la lucha de la pandemia. Esto me toma casi todo el día desde el amanecer hasta entrada la noche, porque es preciso visitar a los aislados, crear grupos de apoyo para vincularlos con el médico de la familia; también equipos a nivel de CDR que son los encargados de llevarle alimentos a las personas que por diferentes motivos no pueden salir de los hogares”.
Al Guía Mayor de Cubanacán también se le vio entre los primeros trabajadores de Turismo vinculados a centros asistenciales. Él permaneció por 14 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital clínico quirúrgico Lucía Íñiguez, experiencia que dice nunca olvidará.
Para completar su historia no deja de recordar sus raíces santiagueras, el amor incondicional a sus hijos, la familia y en especial a su esposa Yolanda, “mi compañera en los avatares como Delegado, con ella comparto inseparablemente mis tareas y desvelos”.
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