"Siempre soñé con el Celestino"
- Por Alionuska Vilche Blanco / estudiante de periodismo
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Andy Jorge Blanco.
Andy Jorge Blanco, periodista y escritor matancero, recién obtuvo este viernes el Premio Celestino de Cuento en su XXV edición, con un cuaderno titulado "Morir un poco".
El joven, egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, cursa actualmente una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Sevilla, por ese motivo su presencia en la premiación fue de manera virtual.
"Siempre soñé con el Celestino", fue su primera afirmación cuando iniciaba la entrevista telefónica. "Me siento doblemente feliz, por haberlo ganado y por haber sido precisamente en su edición 25", agregó.
Ahora que ya sabes que tu cuaderno será trabajado por el equipo de Ediciones La Luz, ¿qué sientes?
"Siempre quise formar parte de La Luz, trabajan excelente y sin descanso por la salud de la joven narrativa cubana. Así que entrar a esta familia a través del Celestino es un orgullo infinito para mí. Es mi primer libro de narrativa. El premio Celestino es, desde luego, una motivación para seguir escribiendo y escribiendo.
¿Cómo surgió la inspiración para escribir el libro con el que participaste en el certamen?
Estoy cursando una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Sevilla en estos momentos. El cuento "Morir un poco", que da título al libro, surge como un ejercicio de clase a inicios de este año. Por esa fecha, había salido la convocatoria del Celestino y fue como una suerte de epifanía. Ambas cosas fueron como el impulso y casi se alinearon en el tiempo. Fue ahí que me decidí a participar. Si soñaba con el Celestino, tenía que intentarlo. Aproveché que había vuelto a escribir ficción y me creé un sistema de trabajo para ir escribiendo los cuentos.
¿Cuáles son los temas que abordas en esta obra?
Este es un libro marcado por la ausencia o la pérdida desde los personajes. Creo que es el hilo que los conduce. Aborda temas como la emigración, la infidelidad, el amor, la muerte, las despedidas y los reencuentros, las relaciones íntimas, la soledad, el vacío y la prostitución.
¿De qué manera ha influido la formación periodística en tu estilo narrativo?
Creo que el periodismo te da las herramientas, el oficio, la habilidad, para después, si lo quieres, escribir ficción. Tuve excelentes profesores desde los primeros años de la carrera, entre ellos los profesor Roger Ricardo, Iraida Calzadilla y Jesús Arencibia. En esa etapa, me enamoré de la crónica y el reportaje. En la asignatura Técnicas Narrativas, tuve otro excelente profesor, Rafael Grillo y desde entonces me fascinó el periodismo narrativo. Supe que quería dedicarme a eso. Fue mi primer acercamiento a las técnicas narrativas. Y toda esa formación me fue guiando. Siempre digo que uno es quien es por los profesores que ha tenido. Y siempre les estaré agradecido.
En el 2023 egresaste del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. ¿Cómo te favoreció el paso por la institución?
Tuve una experiencia de lujo en el Onelio, formar parte de sus egresados fue también un sueño desde que inicié la carrera. El Onelio nos da también otras herramientas, otras técnicas, ejemplos y lecturas. En la Casona de 5ta y 20 fui feliz cada sábado y salí de allí con el deseo de escribir.
¿Qué desafíos enfrentaste durante el proceso de escritura de tu libro?
El proceso de escritura lo desarrollé entre el trabajo que tenía en la universidad y las clases de la Maestría. Prácticamente sin tiempo, pero el tiempo, no ya como categoría narrativa, es algo que los periodistas y escritores siempre tienen en contra. El proceso de escritura es complejo y hay que tener mucha voluntad y sentir ese deseo de escribir para sentirse bien con uno mismo, para llevarlo adelante entre las tantas otras tareas a las que nos enfrentamos a diario. Esos han sido los mayores desafíos.
¿Qué mensaje o emociones esperas trasmitir a los lectores con tus cuentos?
“Morir un poco” es un libro escrito con sinceridad y con sensibilidad. Al menos, esa fue mi intención. Pero el lector es el encargado de juzgarlo. Creo que es un libro en el que los lectores cubanos se pueden sentir identificados de alguna manera. En cuanto al mensaje o las emociones que trasmite el libro, creo que son los lectores los que tienen la última palabra. Los mensajes y emociones que trasmite un libro son tan distintos como distintos son los lectores.
¿Qué autores han influido en tu trabajo?
Autores que han sido referentes para mí en la literatura son muchos. Podría citar a autores cubanos como Eduardo Heras León, Dazra Novak, Leonardo Padura, Rubén Rodríguez, Pedro Juan Gutiérrez, Karla Suárez… Desde luego, he seguido la cuentística de Cortázar, Carver, la maestría de García Márquez, Hemingway, Dostoievski, Truman Capote. De todos ellos he intentado siempre aprender y aprehender.
¿Cómo es tu proceso de creación?
No me siento a escribir hasta que no tengo claro al menos los personajes principales y el argumento del cuento. Siempre que tengo el inicio y el final de un cuento me siento más cómodo. Pero, desde luego, eso no siempre pasa. Eso sí, las características fundamentales de los principales personajes tengo que tenerlas claras. Lo otro va surgiendo por el camino. El ritual es sencillo, si es que se le puede llamar ritual: una taza de café por la mañana y sentarme luego a escribir.
¿Cuál es tu opinión sobre la relación entre periodismo y literatura?
Soy de los que cree que el Periodismo Narrativo, por ejemplo, es también Literatura. A veces se piensa, o hay una corriente de opinión que defiende que solo es literatura aquella que surge de la imaginación. ¿Por qué una buena crónica, entrevista, perfil, reportaje, no puede ser también literatura de la realidad? La obra de Wolfe, el propio Hemingway, García Márquez, Walsh, Kapuscinski, Pablo de la Torriente, Leila Guerriero, por citar algunos, es ejemplo de esa frontera cada vez menos dura, digamos, entre Periodismo y Literatura. Desde luego, hay reglas que desde el Periodismo no se pueden violar: el uso y contraste de fuentes, la veracidad de los hechos, de los datos, la no invención de hechos ni situaciones, sino el apego a la realidad. Y, desde luego, puede contarse con las técnicas narrativas, pero absolutamente todo tiene que ser comprobable, verificable. No sucede así con la literatura, que se permite, digamos, esa invención, esa imaginación de otros contextos, otros personajes, otros escenarios. Son mis dos pasiones.
¿Cuáles son los planes futuros en cuanto a tu carrera literaria?
La carrera literaria, creo, comienza ahora. ¿Planes futuros? Seguir escribiendo. El premio Celestino es, desde luego, una motivación para escribir, escribir, escribir, y así hasta el fin de los días.