Moisés Mayán: “La Literatura es en mí un proceso connatural”

  • Hits: 2911

moisés mayán literatura1

 

Poeta y narrador conversan con palabras de lenguas angelicales en la vida de Moisés Mayán Fernández. Se dan la mano, se abrazan y fluyen como por ríos de aguas cristalinas que son las ideas. No se pueden separar el uno del otro porque son sus manos, sus dedos, su lápiz, su voz. Hilos de todos los colores llueven sobre su frente en oleadas de libros, premios y menciones. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, divulgador del Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura “Pedro Ortiz Domínguez ” y corrector del Periódico de la Cultura Holguinera “La Luz”.

 

¿Cómo surgió esa pasión por la literatura que lo convierte en uno de los jóvenes escritores cubanos más activos e inquietantes?


Siempre estuve marcado por las palabras. Podía olvidar un rostro, un gesto, incluso un golpe, pero las palabras permanecían afincadas en mi memoria. En las palabras reside un poder superior a la energía nuclear. Las palabras arrasan o edifican, enferman o sanan, seducen o desengañan. Mi primer dominio fue la oralidad. Desde niño aprendí a ensamblar discursos por el simple hecho de escuchar mi voz contra la vaciedad del aire, luego sobrevino la primera línea. Punta de lápiz sobre papel de libreta escolar. Un día descubrí que no había vuelta atrás. Escribir era una de las constantes de mi destino y no iba a luchar contra esa corriente.


¿Qué significó para usted el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso?


Responderé con una breve anécdota. Era el quinto curso de Técnicas Narrativas del Onelio y los del grupo nacional nos alojábamos en Fe del Valle, una dependencia de la Federación de Mujeres Cubanas ubicada en el Vedado. Ese sábado no asistí a clases y me quedé en los dormitorios. Serían las diez de la mañana cuando sentí unos toques en la puerta. Pensé que uno de mis compañeros había olvidado algo, me descolgué de la litera, abrí la puerta y quedé frente a frente con Eduardo Heras León. Nunca voy a olvidar sus palabras. “No vengo a regañarte por tu ausencia al aula, vengo a decirte que no dejes de escribir”. A veces medio en broma, medio en serio, afirmo que el Centro Onelio me hizo el poeta que soy en la actualidad.


Poeta, narrador y Licenciado en Historia por la Universidad de Holguín, ¿qué lo motivó a decidirse por esta carrera?


No podía haber estudiado otra carrera. La Historia, así con mayúscula, estaba asentada en mis genes y con el tiempo se fue transformando en la única opción posible para mi superación profesional. En estos momentos estoy por discutir mi tesis de Maestría en Historia y Cultura, así que mi compromiso con las ciencias sociales es persistente. Estar el 19 de mayo de 2019 en Dos Ríos fue una experiencia conmovedora. Cruzar la frontera portuguesa con un grupo de estudiantes de la Universidad de Salamanca en busca de castillos medievales, es una suerte de monolito en mi conciencia. Trepar a los Andes colombianos y escuchar de labios de los sobrevivientes sobre las masacres de los paramilitares en Ituango, te corta el aliento. Entre la Historia y la Literatura hay una delgada e imprecisa línea, lejos están de contraponerse, y en mi caso, funcionan como disciplinas complementarias.


¿Qué experiencias le aportaron esos años de Universitario?


La experiencia universitaria fue para mí absolutamente necesaria, sin embargo, estudié gracias a la modalidad de Curso para Trabajadores, lo que hizo que mi permanencia en el campus fuera bastante irregular. De cualquier manera, recuerdo esos años con nostalgia, sobre todo en mi participación en los Festivales de Artistas Aficionados de la FEU, las intensas jornadas de estudios y los vínculos con un claustro de profesores que se convirtieron en amigos que aún acompañan.

 

 moisés mayán literaturaFotos: Tomadas de Internet

 

Pero Moisés Mayán no es solo un talento intelectual, sino también físico. Es aficionado a la pesca deportiva y a las carreras de fondo, ¿cómo formaron parte de su vida estos ejercicios?


La pesca deportiva es una afición que heredé de mi padre. Además, se trata de un ejercicio muy completo que incluye el ciclismo, el senderismo y la natación. He escrito numerosos textos e incluso en algún momento fui jurado de concursos de artículos periodísticos que abordaban este tema. Las carreras de fondo son también contagio de mi padre. Desde hace un año corro entre 20 y 24 kilómetros a la semana. He completado varias carreras de 10 kilómetros y ahora mismo sueño con la media maratón. Tener entre mis admirados a caracteres tan disímiles como Jorge Luis Borges y el maratonista Eliud Kipchoge amplía mi universo interior y por lo tanto mi espectro creativo.

 

Los cubanos vivimos tiempos difíciles bajo los efectos de la COVID-19, ¿cómo ha enfrentado desde su trabajo esta realidad?


Todos los escritores soñamos alguna vez con una situación de aislamiento. Nuestro trabajo requiere de ocio y para lograr ese estado germinal hay que aislarse, encontrar una suerte de “tiempo fuera del tiempo”. Los retiros de escritores y las becas literarias son cortos para trabajar a salvo del vértigo del presente. Así que el aislamiento constituyó un módulo de tiempo adicional para terminar proyectos atrasados no solo en términos de escritura sino también en materia de lectura. El oficio del escritor requiere de una cuota siempre progresiva de soledad, para mí, lejos de estar lamentándome esta ha sido una tregua fecunda que ya comienza a rendir frutos.


Muchos han sido sus libros y sus premios ganados en ese camino de escribir con el alma, ¿cuáles de ellos lo marcaron de una forma especial?


Lo de “escribir con el alma” es bastante cuestionable en mi obra. He forjado una disciplina de trabajo que me impulsa a vulnerar la página a pesar del estado en el que se encuentre mi alma. Sin embargo, tengo libros y premios que me producen vibraciones particulares. Fábula del cazador tardío por ser el primero. El factor discriminante, no solo porque mereció el Premio Calendario 2018, sino porque supuso una ruptura traumática con mi obra anterior. Mentalidad de enjambre, creo que es mi texto más acabado. Carga al machete, trajo aparejado el Premio de la Crítica 2020, y me permitió esa simbiosis añorada entre Historia y poesía. Mi premio quizás más difícil, La Gaceta de Cuba, que me abrió las puertas del Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia).

 

Usted dirige una revista digital denominada “Meditación de la Semana” con corte reflexivo y emotivo, ¿qué significa Dios en su vida?


A mis 12 años decidí practicar abiertamente una profesión religiosa. Hoy puedo afirmar que he completado un tramo significativo en esa escalera de ascenso infinito llamado Dios. Más allá de las experiencias místicas o sobrenaturales (que no son lo más importante), sin Dios mi vida sería inexplicable. Celebro que las Ciencias Sociales en Cuba incorporaran definitivamente los estudios sobre religión como parte inseparable de la concepción científica del mundo dentro del campo ideológico y epistemológico.

 

moisés mayán literatura2

 

¿Qué se siente el ser un escritor reconocido y querido por su ciudad, la juventud y la cultura cubana?


Me siento satisfecho. Aunque en materia literaria he crecido tan aceleradamente como para levantar sospechas, a veces no puedo menos que experimentar algo muy parecido a la felicidad. Detrás de cada libro y de cada premio hay mucho trabajo duro. Semanas de sudar sobre el teclado, de reajustar mi presupuesto de horas libres y sustraer tiempo de la familia o del descanso. Me tomo la escritura muy en serio y no espero que nada caiga del cielo. Con la voluntad con que salgo a correr a las 5 de la mañana, con ese mismo rigor asumo la construcción del libro. Que ese esfuerzo sea reconocido no solo por las instituciones y actores culturales, sino por la gente sencilla, por el carretillero, el ama de casa y el bicitaxista, es un premio mayor.


¿Qué proyectos tiene para el futuro?


Escribo todos los días. Desde hace unos años el ámbito puramente académico ha comenzado a ejercer un influjo magnético y pretendo dedicarle el tiempo que merece. La literatura es en mí un proceso connatural, de manera que los espacios creativos terminarán apareciendo. Como dijo Roberto Fernández Retamar durante una de sus inolvidables entrevistas: “Los poemas no dejan de venir”.


Moisés es un excelente maestro. Recuerdo sus enseñanzas en el taller literario Ángel Augier. Estuve poco tiempo, pero aprendí mucho. Él forja metales con el hierro incandescente de la verdad y la gracia natural de la sangre, construye ciudades y montañas. Frente a la página en blanco derriba gigantes y crea mundos. Su sabiduría que es como las estrellas desafía el viento y el mar: “Si la poesía no te importuna ten por seguro que no moverá un solo nervio en el lector”.

 

 


Escribir un comentario