Formación de la nacionalidad cubana, a debate desde Holguín
- Por Claudia Patricia Domínguez
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Foto: Perfil de Facebook de la Casa de Iberoamérica
El panel “Holguín crucero de saberes” que sucedió este jueves desde la Casa de Iberoamérica de esta ciudad del oriente cubano reflexionó sobre conceptos y momentos históricos claves en la formación de la nacionalidad cubana, debate que forma parte de la jornada de celebración que en toda la Isla se desarrolla en homenaje al Día de la Cultura Cubana, el próximo 20 de octubre.
José Novoa, historiador holguinero, explicó que la formación de la cultura cubana es un proceso largo y complejo, pues a diferencia de lo sucedido en otras partes nacimos de un proceso histórico terrible que fue la Conquista de América, el cual implicó prácticamente el exterminio de la población aborigen y la llegada de aproximadamente un millón de negros africanos que fueron sacados de su tierra por la fuerza.
Comentó que los africanos eran rebautizados, perdían su nombre de pila y eran obligados a aprender a comunicarse en lengua castellana, y ejemplificó, como evidencia de esta complejidad cultural el caso de la religión, ya que para continuar profesándola se vieron obligados a transculturizar sus deidades en las imágenes y dioses del cristianismo.
Convertirse en cubano fue un proceso difícil porque el color de la piel pasó a ser considerado estigma social, y hasta que blancos y negros fueron capaces de reconocerse a sí mismos bajo este gentilicio, fue necesario vivir un complejo proceso histórico en la Cuba colonial, afirmó el también doctor en ciencias.
Especificó que de ahí que existan los conceptos de cubanidad y cubanía, el primero guarda relación con el derecho de nacimiento que le da a una persona haber nacido en Cuba, y se identifica también con elementos distintivos como puede ser la comida típica, la música y los paisajes de su país natal, sin embargo la cubanía es cuando se entiende a ese pueblo como único, soberano y dueño de su propio destino.
Armando Cuba, especialista de la Oficina de Monumento y Sitios históricos de Holguín, significó que el Himno de Bayamo, posteriormente Himno Nacional, fue la justificación cultural para establecer la celebración del Día de la Cultura Cubana el 20 de octubre, de acuerdo con el Decreto No. 74 de agosto de 1980, rememorando aquel glorioso día del año ’68 en el que Perucho Figueredo compuso sus estrofas desde la montura de su caballo, momento de eclosión en la formación de la nacionalidad cubana.
Precisó que la cultura se enriquece, se adapta y se mantiene en un proceso de evolución constante, de modo que el “ajiaco”, término que le diera a este proceso el destacado antropólogo Don Fernando Ortiz, nunca termina de hervir.
Y refiriéndose a José Martí recordó una de las sentencias martianas que reconoce a la patria como esa unión de amores y esperanzas, justamente, una de las claves para entender que la patria está en la unión de los cubanos más allá de las diferencias. Por ello el 20 de octubre no es solo una jornada ya que todos los días del año se debe cuidar de la patria, porque hacerlo es cuidar de la familia.