El amor por servir
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Foto: ACN
Han dicho que son indispensables, guerreros y guerreras de batas blancas, profesionales de la Salud por derecho bien ganado, cuya labor la definió Florence Nightingale, primera gran teórica de la enfermería, como “un llamado superior, un llamado honorable. El amor radica en el amor por la perfección, la consistencia y en el trabajo duro por conseguirla”.
También, hace poco, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al referirse a ellos y ellas dijo que “el personal de Enfermería ha estado en la primera línea de lucha contra las epidemias y pandemias que amenazan la salud mundial”, como ha ocurrido desde hace más de dos años en el enfrentamiento a la COVID-19.
Así ha sido a lo largo de la historia y continúa este ejército salubrista siendo columna vertebral de cualquier sistema de salud. En el nuestro no hay actividad sanitaria en la cual no estén sus manos, entrega, ejemplo y conocimientos, con roles esenciales en la promoción de salud, prevención de enfermedades, restauración del bienestar, en la lucha por la calidad de los pacientes y dando alivio al sufrimiento.
En el 2020 la OMS rendía merecido honor a esta profesión cuando lo declaraba “Año Mundial de la Enfermería”, sin conocer que, precisamente, en el mes de marzo una gran pandemia comenzaría a fustigar a la mayoría de las naciones y serían estos profesionales puntal inigualable contra ese flagelo que ha costado la vida de miles y miles de personas.
No obstante, esta fuerza de cofias y traje blanco permaneció en sus puestos salvando vidas… calmando dolores, al tiempo que siguió en la atención a programas priorizados desde la atención primaria, secundaria hasta terciaria, como el Materno Infantil, la vacunación antiCOVID-19 y en acciones de superación.
Para de esta manera aumentar el número de licenciados, que hoy en Holguín sobrepasan los 5 mil 435; la de técnicos medio con cifra mayor a los mil 645, la de doctores en Ciencias de la Enfermería los dos con ese título hasta ahora y a la de especialistas que suman 345.
De esta manera los más de 7 mil 80 mujeres y hombres que honran con su labor a Florence Nightingale y también a muchos paradigmas de la profesión en la provincia, desarrollan actividades de reconocimiento en cada colectivo de trabajo y jornadas científicas sobre temas de actualidad, previo al 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería.
Entonces fecha como esta y todos los días del año debe estar el homenaje oportuno para este personal, que toca a nuestras puertas para recordar la prueba citológica, la vacuna del niño o saber cómo sigue el enfermo; sabe a qué hora entran a un salón de operaciones, sala cerrada o a una consulta de hospital, pero muchas veces no sabe cuándo saldrá, a pesar de tener a la una familia a la espera en casa, pero el paciente necesita de su cuidado.
Ellas y ellos siempre están ahí, unidos al dolor y la alegría del paciente, repartiendo esperanzas y también el aliento necesario en momentos difíciles.
