Tan popular como la consulta
- Por Yenny Torres
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La ciencia dice que “la información y el riesgo son inversamente proporcionales: a mayor información menos riesgo”, cuya traducción al “idioma” popular viene siendo “hombre informado vale por dos”.
Aunque parece irónico, en esta sociedad infoxicada, se habla demasiado de lo que no se conoce, o se sabe a medias. En esa tendencia entra también el Código de las Familias, cuya consulta popular inició el día 1ro de febrero y se extiende hasta el 30 de abril.
Para apreciar mejor la dicotomía resulta inevitable recurrir al debate paralelo que se realiza a todo en redes sociales. Recientemente el periódico Granma publicó:
“Los participantes podrán hacer sus planteamientos, que pueden ser de adición, modificación o eliminación, y podrán emitirlos verbalmente o entregarlos por escrito. La consulta no está concebida para contraponer criterios; será para escuchar y asesorar, nunca para entrar en discusión, y nada se someterá a votación, solo se recogerán las propuestas”.
Está claro que se refiere solamente al proceso de consulta, (donde las personas dan su aporte a la construcción colectiva de un texto que responde a la realidad familiar de Cuba); pues, como se ha informado, una vez que esta concluya, se procesan y entregan las propuestas a la comisión redactora, se presenta a la Asamblea Nacional, y una vez que esta tome su decisión, se convoca a referendum, en el que el pueblo elige si está de acuerdo o no con el Código.
O sea, que no votar en este momento no es una violación, pues ese paso debe de ocurrir cerca del mes de septiembre.
Pese al corto tiempo de iniciarse el proceso, conversamos con Caridad Ramos, Presidenta del Consejo Electoral Provincial, para conocer detalles de cómo iniciaron las consultas en nuestro territorio:
“Hasta el jueves, de 476 asambleas planificadas se han hecho 383. La suspensión de varias se debe, fundamentalmente, a lluvias ocurridas en municipios del este y otras localidades. La asistencia se ha comportado por encima del 80 por ciento. El flujo de información ha transitado desde la base hasta el Consejo Electoral Nacional sin dificultad. Los electores han realizado múltiples propuestas, esenciales si se tiene en cuenta que es el documento que normará la vida de las familias cubanas”.
Pese a estar disponible en diversos sitios de manera digital, como aspecto negativo del proceso puede señalarse la entrada tardía de los tabloides impresos a nuestro territorio.
Raúl Torres Pupo, director adjunto de la Empresa de Correos en Holguín, informó que a la provincia llegaron 23 mil ejemplares, los cuales empezaron a comercializarse, por el valor de 10 pesos, desde el martes, y que hasta la tarde del jueves se habían vendido 13 mil 600, entre todos los municipios.
La cifra no parece ajustarse a la cantidad de habitantes de Holguín, segunda provincia del país con mayor universo de participación en la consulta, “por ello pensamos que próximamente se haga otra tirada de tabloides”, aseveró Torres Pupo.
Leer y estudiar cada artículo resulta esencial para comprender el verdadero contenido del Código, y ser capaces de decidir según nuestro criterio y no por lo que otro cuente.
Si le han dicho que al cambiar el término “patria potestad” por “responsabilidad parental” se le quita la condición de tutor de sus hijos (que no es así), vaya al Código; si no entiende lo relacionado con la obligación de dar alimento, vaya al Código; si no sabe las condiciones establecidas para la reproducción asistida, vaya al Código.
La propuesta, como calle con doble sentido para transitar, lleva la norma a la realidad y la realidad a la norma. Tiene defensores y detractores, pero usted puede hacer valer su criterio a través del análisis del texto, del momento de consulta. No corra el riesgo de estar desinformado.
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