Código de Familias, la importancia del plural
- Por Ania Fernández Torres
- Hits: 5741
De cuanto ha evolucionado la familia cubana desde 1975 hasta hoy puede dar fe cada cuadra de este país. Madres solteras, hogares reconstituidos, abuelos a cargo de sus nietos, personas unidas por el amor y la solidaridad que se cuidan mutuamente, hijos con dos madres o dos padres, siempre más allá de lo biológico, etc., en ese universo disímil que conforma la sociedad actual.
Por ello el actual Código de Familia, vigente desde hace 46 años, a pesar de que constituyó un paradigma de valores éticos para su época, necesita ser transformado de acuerdo con las nuevas dinámicas sociales y la ingente necesidad de ganar coherencia con la Constitución, aprobada por la mayoría de los cubanos.
Desde el pasado miércoles 15 se puso a disposición del pueblo, a través de las plataformas digitales, la última versión del anteproyecto redactada (se elaboraron 21 antes de esta, así de complejo es este asunto) para que la población pueda aportar sus ideas y se llegue al consenso generador de un texto más completo, que se presentará en diciembre a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Es importante destacar que esta publicación no es la consulta popular que en su momento dispondrá la Asamblea Nacional, y cuya información más específica será organizada, rectorada y captada por el Consejo Electoral Nacional, sino que se trata de dotar de otros elementos y herramientas al anteproyecto, antes de presentarlo, definitivamente, para los procesos legislativos establecidos.
En la confección de este proyecto de Código han trabajado muchísimos especialistas y como resultado se configuró una norma jurídica voluminosa (contiene 483 artículos), que amerita una lectura detallada porque implica a todas las personas de una forma u otra, y sobre sus acápites y consideraciones el pueblo podrá opinar y enviar su criterio mediante el correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Hay años de evolución del pensamiento cubano en ciencias como la sociología, sicología, demografía, filosofía y el derecho, en esta norma, que por primera vez usa el plural, usa la “s” para hablar de Código de Familias e implica la diversidad, porque apuesta no por la tolerancia, sino por la inclusión (derechos para todos) como base de la dignidad y la igualdad, principios constitucionales.
Esto significa que no hay un tipo de familia hegemónica frente a otras, pues la Constitución refrenda como valor supremo la dignidad en su artículo 40; reconoce el libre desarrollo de la personalidad en su artículo 47, y el derecho de las personas a escribir su propia biografía, lo cual implica fundar y constituir la familia que ellos deseen.
Es un documento muy actualizado, porque toma tendencias mundiales del derecho familiar y rompe con el paradigma de la sangre como única fuente de la relación filiatoria y se habla, por primera vez en el derecho cubano, de aquellas derivadas de técnicas de reproducción asistida, la gestación solidaria, el parentesco socioafectivo, entre otros importantes términos.
Hay significativas deudas saldadas en este anteproyecto, entre ellas la protección de las uniones de hecho, tan comunes en nuestra realidad, el reconocimiento al derecho de las mujeres a un uso equilibrado del tiempo y la protección frente a la violencia de género en el escenario familiar, un fenómeno que deja consecuencias en otras instituciones.
En el caso de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes se responde a los artículos 3 y 12 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y se incluye la categoría de la autonomía progresiva, de la cual, seguramente, estarán muy felices los sicólogos.
Asimismo, el anteproyecto también contiene temas sobre la alimentación durante el embarazo, regula cuestiones relacionadas al cuidado familiar, el verdadero valor del trabajo en el hogar, ordena la creación de una defensoría para la representación de los niños, niñas, adolescentes, y personas con situaciones de vulnerabilidad y potencia el derecho que también tienen los abuelos para relacionarse con sus nietos.
Antes del referéndum para su aprobación, en el proceso de consulta de este código “de todos y con todos”, donde se captará la información que nuestro pueblo brinde para suprimir, modificar o agregar al proyecto, es necesario leer con detenimiento y visión de futuro todo lo que abarca el amplio documento.
Porque este código en plural trata de proveer protección total, que nadie quede a su suerte o fuera de un ordenamiento jurídico que garantice, plenamente, la igualdad, la pluralidad, la responsabilidad, el equilibrio y el respeto al derecho a la vida, a formar una familia, a la dignidad, la imagen propia, la corresponsabilidad parental, entre otros muchos deberes y derechos que establece la actual Constitución de la República, a la que habrá que volver, una y otra vez, por estos días si existiera alguna duda.