Interferon Vs COVID-19
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
- Hits: 4348
A principios de este año, el DrC Hugo Nodarse Cuní, jefe del departamento de Investigaciones Clínicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), reconocía el impacto del uso del interferón en la pandemia de COVID-19, producto que no es la primera vez que se utiliza en Cuba para combatir una epidemia.
Durante la comparecencia en Mesa Redonda, celebrada en febrero pasado, el experto, junto a otros investigadores y científicos cubanos se refirieron a los protocolos sanitarios aplicados en el país para enfrentar la COVID-19 y él, específicamente, recordó que el interferón fue una de las alternativas terapéuticas que “se utilizó y nos ayudó a que no tuviera consecuencias más graves esta epidemia (dengue hemorrágico en 1981), sobre todo en relación con la mortalidad de niños. No es la primera vez que el interferón sale airoso en una contingencia de salud en nuestro país”.
Luego de cuatro décadas de producirse en Cuba por primera vez Interferón este producto está incorporado al protocolo de tratamiento antiCOVID-19 en el personal vulnerable y de atención médica de manera preventiva, además en enfermos de COVID-19 en forma de nebulización, porque resulta una vía expedita para llegar a los pulmones y actuar en las etapas tempranas de la infección.
Este medicamento terapéutico con acción antiviral, suministrado de manera inmediata al paciente garantiza que la carga viral comience a disminuir y mientras aumenta la dosis, de manera paulatina, así seguirá disminuyendo el virus, lo cual permite al paciente recuperarse sin entrar en estadios graves de la enfermedad.
Al respecto, el profesor Nodarse Cuní aseveraba que existían evidencias de que “la primera causa de que el paciente no tuviera una respuesta favorable a la enfermedad y terminara en una etapa hiperinflamatoria, requerido de cuidados intensivos, es una carga viral no controlada en el sujeto, por lo cual el uso del interferón es lo que nos garantiza ese resultado”.
En tanto, el DrC Frank Daniel Martos Benítez, experto del Ministerio de Salud Pública que acompaña a la provincia en este rebrote del SARS-CoV-2, aseguraba, hace poco aquí, que “desde los primeros síntomas hasta los 10 días de la enfermedad el único tratamiento a suministrar es el Interferón o Nasalferón y no deben utilizarse antibióticos, esteroides u otros tipos de medicamentos no requeridos por el paciente en esa fase inicial”.
El especialista en Medicina Intensiva y Emergencia, explicaba, además en que “el virus entre sus mecanismos de acción deprime la liberación o la cantidad interferon del organismo y el interferon endógeno propio del cuerpo tiene un efecto antiviral, que el virus, en este caso el coronavirus lo suprime, entonces el interferon exógeno a través de una inyección o el nasalferón a nivel de la nariz fortalece el sistema inmunológico, lo cual permite que ese producto tenga un efecto antiviral, es decir, reduce o deprime la replicación de la carga viral en circulación”.
El Heberon alfa (interferón convencional), el HeberFERON (combina el interferón alfa con el interferón gamma en un solo vial) y el Nasalferón son las tres formulaciones de interferón con los que hoy cuenta Cuba, donde se emplean en el enfrentamiento a la pandemia.
Por ejemplo, hoy el Nasalferón, formulación de IFN-alfa-2b-humano recombinante para administración nasal, cuyas propiedades inmunomoduladora y antiviral del IFN-alfa, logran una protección frente a la exposición al virus, es suministrado de manera profiláctica a embarazadas a partir de las 26 semanas de gestación y a otros grupos vulnerables, ante la compleja situación epidemiológica que enfrenta el país.
Hoy por hoy, el antiviral Interferón constituye un producto líder de la biotecnología cubana, que ha dado muestra de su valía en el enfrentamiento a la COVID-19 en nuestro país.
Artículo relacionado:
Intervención poblacional contra transmisión del SARS-CoV-2