Moraima y Alina, mujeres que trabajan por Cuba
- Por John Alex Fernández Leyva
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La responsabilidad y el sentido del deber distinguen a los trabajadores de la industria alimentaria, quienes no han cejado en el empeño de hacer más por nuestro territorio y el país, bajo las difíciles circunstancias impuestas por las limitaciones para adquirir materias primas necesarias en la producción.
Desde horas tempranas de cada día, dos incansables mujeres se disponen a enfrentar las vicisitudes de este sector; no imposibles para estas holguineras de acero y miel, que demuestran su perenne compromiso en la Empresa de Bebidas y Refrescos de Holguín (Ember), tanto en las demandas de su faena, como en las indicaciones a los trabajadores a su cargo.
"Comencé ocupando el puesto de técnica en organización del trabajo y los salarios, después me incorporé al área de transporte como técnica en la actividad, hasta llegar al cargo de jefa de área y en el 2018 fui designada directora de la Unidad Empresarial de Base de Operaciones, hoy devenida en Unidad de Logística y Transporte", comenta Alina Campins García.
Campins ingresó a la entidad en 1984. Avala su amplia trayectoria de 40 años en la actividad ser acreedora de la medalla Pedro Marrero por sus méritos en el centro fabril.
Asimismo, con 35 años en el sector, la obrera Moraima Manfual Licea se desempeña como directora funcional técnico productiva y afirma sin temor a equivocarse que esa siempre será su casa.
"Durante mi trayectoria laboral he sido fundadora de la Fábrica de Cerveza Mayabe y la especialista de calidad por siete años; también administradora del Cárnico de Holguín "Felipe Fuentes". En el caso de la Ember, me incorporé en 1990 hasta el año 2024 que decidí jubilarme. En ese momento, el director me pidió que asumiera la responsabilidad que tengo hoy, confiado por mi experiencia y años en el sector", expresa con alegría Manfual Licea.
Para estas profesionales, las enseñanzas y conocimientos adquiridos a lo largo de los años han sido fundamentales en su desempeño, obtenidos al cursar Alina Campins la Licenciatura en Economía y Planificación en la Universidad de Holguín, y Moraima, la Ingeniería Química, lograda en la mambisa Universidad de Oriente en Santiago de Cuba.
"El área que dirijo de logística y transporte se dedica a garantizar toda la materia prima necesaria para las diferentes producciones, somos los responsables de los alcoholes para la fabricación de rones, el azúcar para los siropes, las botellas para la producción, así como frutas, pulpas y otras.
"Es nuestro deber la distribución una vez que ya el producto esté terminado. El colectivo de trabajo nos ha dado la posibilidad de que la relación con la dirección de la unidad sea excelente, así como el funcionamiento para una mayor efectividad", asevera Alina.
Moraima expresa: "Me he desempeñado en varios cargos de dirección, siendo reserva territorial del Minal, miembro del Buró Provincial del Partido durante tres años. El promedio de edad de los trabajadores de la fábrica es de alrededor de 50 años, somos un colectivo que llevamos bastante tiempo juntos y siempre mantenemos buenas relaciones entre todos".
Las protagonistas de estas historias de vida persiguen concretar sueños y proyectos para el desarrollo local, de conjunto con las acciones de impacto social que siempre ha tenido la Empresa de Bebidas y Refrescos.
Alina y Moraima, parte de este barco productor, mantienen hoy más que nunca una actitud optimista, a pesar de las múltiples limitantes, pues con el sentido de pertenencia y respaldo a cada una de las acciones por parte de sus trabajadores, cualquier meta deja de ser quimera.
"Me gusta lo que hago, por eso no he decidido sentarme en la casa, porque el cerebro se mantiene trabajando y estoy informada de todo lo nuevo que se hace para transmitir mi experiencia a otros compañeros que son más jóvenes, ellos serán el futuro", dice Moraima Manfual.
"En mi área contamos con un grupo de aniristas, que gracias a su desempeño e inteligencia ha sido posible resolver algunos problemas técnicos del transporte, buscando disponibilidad de las piezas y la capacidad de recuperación, así como el funcionamiento de los equipos. También la empresa ha sido líder en las donaciones voluntarias de sangre en la provincia", asegura Alina Campins.
El colectivo de la Ember se crece ante las adversidades, todos funcionan como un gran engranaje creando lazos afectivos y mostrando así la unión en etapas complejas de la vida y el trabajo.
Moraima, popularmente conocida como La Mora, explica: "Hemos compartido momentos buenos y otros difíciles. Al pasar el tiempo nuestros compañeros han tenido dificultades familiares, y el poder contar con los mismos trabajadores ha sido de gran apoyo para seguir en la tarea."
Por su parte Alina afirma: "La ciencia y la técnica son fundamentales en la empresa, nos mantiene vivos para seguir rescatando diversos equipos con una tecnología poco avanzada. Presentamos un trabajo recientemente al foro de la Osde, que resultó relevante por la inventiva de nuestros obreros".
Ambas mujeres comprometidas obtuvieron la distinción por trabajar más de 20 años en el sector, pero aseguran que ningún logro hubiera sido posible sin el cariño, empeño y dedicación de sus familas, parte importante en la vida.
"Tengo la fortuna de contar con una gran familia que siempre me ha apoyado, la obra que aquí realizo es fuerte para una mujer, pero la fortaleza siempre ha sido un pilar fundamental y estoy orgullosa de sentir que mi familia ayuda en la solución de mis problemas. Entramos aquí a las 8 de la mañana y casi siempre cerramos el centro. Agradezco tanto a mi mamá, mis hermanos y sobrinos que siempre están ahí", alega Campins con una sonrisa.
"Formé una familia con una persona que hoy está en el cielo, pasamos 33 años juntos, tuve dos hijos que hoy son mi motor impulsor. En tareas como el aseguramiento a los carnavales de la provincia me mantenía en la empresa a veces hasta cuatro días y tres noches sin ir a casa o solo una hora, bañarme y regresar, eso fue entendido por mi familia", añade Manfual.
Alina Campins envía un mensaje sincero a las generaciones futuras: "La entrega al trabajo y la responsabilidad queremos que sean valores que sustenten a los jóvenes del sector. Sabemos que tendrán el mismo sentido de pertenencia que nosotros a lo largo de los años, ellos se van a mantener de pie y combatiendo".
Moraina Manfual dice: "Quieran lo que hacen y la tarea que les den. Sean capaces de mantenerse firmes en esta empresa en la que muchos quisieran trabajar, primero por las experiencias que se adquieren y segundo porque tiene un gran reconocimiento en la provincia y en el país".
Aunque la vida y los años les demuestran que su perseverancia las ha hecho triunfar, ellas nunca olvidarán el primer día en que llegaron a la Empresa de Bebidas y Refrescos de Holguín, lugar al que hoy miran con añoranza y satisfacción por el deber cumplido.