Destinado a la animación
- Por Claudia Laura Rodríguez Zaldivar / estudiante de periodismo
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Para él los escenarios, ya sean pequeños; grandes o improvisados, se sienten como el hogar. Cuando sube a uno, sus ojos se iluminan como faros y su voz se alza melodiosa al ritmo de la música. Allí él puede transformarse en cualquier persona, bailar sin ataduras y cantar a libertad.
Es por esto que ser animador turístico cumple todos los requerimientos de la lista de trabajos perfectos de Yunior Zaragoza Batista. Una profesión ideal para mostrar todo su histrionismo ante un público variado que aplaude con emoción tras cada una de sus presentaciones.
¿Cómo llegó a la animación?
Llevo trabajando en la animación desde hace quince años. Comencé en las Noches Holguineras sin ninguna preparación. Sin embargo, tenía aptitudes artísticas, conocimientos culturales y era bueno comunicando, así que me desenvolví con rapidez; tanto que me desempeñé animando discotecas, quinces y bodas. Esas experiencias y el apoyo de mi familia fueron los que me impulsaron a probar la animación en hoteles. Fue entonces que me enteré sobre un casting que iba a realizarse en Playa Turquesa y sin pensarlo dos veces me presenté. Fui uno de los aprobados de un grupo de 12, a los cuales nos convocaron a una bonita preparación en Cayo Coco, en el hotel Memories Flamenco, donde estuvimos por tres meses. Allí recibimos una capacitación intensa, una de las mejores que se han realizado en el país.
¿Desde cuándo se desempeña en la animación turística?
Como profesional y desempeñándome con mi título de la escuela de Formatur, llevo unos ocho años y medio. En el mismo Hotel Turquesa que me dio la posibilidad y me abrió las puertas para realizarme como profesional. En la actualidad me desempeño como jefe de animación de esta instalación, lo que conlleva mucha dedicación. Día a día debo prepararme en cuanto al trabajo que vamos a realizar, con el objetivo de llevarle toda la información requerida por nuestros clientes y tratar las temáticas de su interés acerca de la cultura cubana.
¿Qué aptitudes debe tener un animador?
La animación tiene muchos elementos, por lo cual fui abriéndome camino para estudiarlos, pues mi meta siempre fue dominarlos todos. Es una carrera un poco complicada, donde cada elemento es totalmente diferente y trabajar en función de todos ellos es primordial. Vine de una familia de músicos no profesionales, lo cual me ayudó muchísimo en cuanto al desarrollo auditivo, a desenvolverme en la actuación, etc. Además, un animador turístico debe ser un excelente comunicador, porque más que un trabajador del entretenimiento, somos los encargados de que algo de nuestra cultura llegue a las personas que se hospedan en nuestras instalaciones.
¿Qué preparación debe de tener?
Debo estar actualizado en cuanto a qué cosa nueva podemos hacer, siempre teniendo en cuenta las opiniones de todos los animadores que tengo bajo mi mando. Se trabaja para tres tipos de clientes: niños, adultos mayores y jóvenes, por lo cual debemos prepararnos para las características diferentes de cada grupo. Nuestra intención siempre va a ser tener un día lo más exitoso posible, es decir, desde que estamos en casa estamos trabajando. Es lo que marca la diferencia con respecto a otros trabajos, pues el desempeño y labor, desde nuestros hogares, está en función de la hotelería, de buscar ideas porque en ningún momento del día nos alejamos de lo que es el trabajo de la animación. Además, mi esposa pertenece al mismo equipo de trabajo, por lo cual es muy difícil no hablar de ello en casa.
Todos pasamos por momentos difíciles, pero ¿cómo los afronta cuando debe trabajar?
Creo que cada momento difícil te hace más fuerte. Considero que a raíz de estos siempre sacamos cosas positivas y son los momentos en los cuales nos volvemos mucho más fuertes. Nos convertimos en los Supermanes de la animación, en superhéroes y siempre tratamos de realizar el trabajo de la mejor forma posible.
¿Cuáles son sus actividades de animación preferidas?
Mis actividades de animación preferidas siempre han estado enmarcadas en eventos fuertes, ya que devinieron de las experiencias que he tenido. Disfruto mucho y me siento muy cómodo con las actividades en piscina y festivales abiertos en playa y piscina. Realmente se me va la vida un poco cuando trabajamos con un público así. Además, no hay nada más meritorio que trabajar para niños. Siempre con la alegría que los caracteriza, también nos alegran el día.
¿Considera su trabajo más que un trabajo?
Fotos: Cortesía del entrevistado.
Estaría mintiendo si no digo que mi trabajo es mi vida. El hecho de estar tantas horas fuera de casa me convierte en un padre, en un hermano, en un amigo de todas las personas con las cuales trabajo. Son las largas horas las que me atan a él, pero incluso cuando viajo a casa siempre me voy con los recuerdos del día en la cabeza: ya sean estos felices o tristes. El hecho de cumplir un sueño, de haberme dado la posibilidad de cambiar mi modo de ser, de prepararme profesionalmente y de conocer tan buenos amigos son los que me aseguran que mi trabajo es todo para mí.
Fue el destino o las casualidades los que llevaron a Yunior a la animación, no se ha decidido al respecto, pero no podría estar más agradecido de ejercer una profesión que ama. Una profesión en la cual ha demostrado cuán talentoso es. La animación está, sin lugar a dudas, hecha a su medida.
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