Otra vez mayo. Otra vez el horror. Otra vez el dolor. Irreal. Parecía irreal. Las preguntas en redes sociales. Los amigos diciendo haber escuchado el atronador aullido. La noticia al fin. Irreal. Aunque ha pasado una semana, una sacude la cabeza para espantar la muerte. El 6 de mayo podría ser aquel día tremendo al que se refirió Dulce María Loynaz: “No fue nunca… ¡Ese día no existió en ningún almanaque del mundo! De veras, no existió…La vida es buena.”
Read more El corazón a media astaPágina 80 de 1452