Porque lo sufrí en carne propia, doy fe de que cosas muy pequeñas pueden separar historias de amor muy grandes. Por pesar tanto, el sentimiento no es capaz de impedir alejarse y aunque ambos sufran no queda otra alternativa, pues es más “saludable” para la relación. Tanto es así que lo que parecía no lograr ni la ruptura del cordón umbilical, fue pan comido para un simple, diminuto y flacucho mosquito.