Han transcurrido 166 años desde que llegara al mundo el más universal de los cubanos. Tiempo suficiente para que su obra, extensa y fecunda, se cubra de la pátina propia del héroe y se torne difícil encontrar al hombre cuyos ojos “muy raras veces, eran vivaces, lanzaban destellos luminosos; pero nunca, nunca miraron iracundos”, que tanto impresionó al periodista Alberto Plochet.
Read more La utilidad de la virtud